La rutina comenzó para Mina, los días pasaban sin recibir una llamada de Chaeyoung, comenzaba a deprimirse al pensar que ella simplemente no quería saber nada más de ella.
Por la mañana se preparaba para trabajar, cubría sus ojeras con maquillaje, y cubría su tristeza con una sonrisa.
Caminaba hasta la cafetería casi por inercia sin ninguna expresión en su rostro. Al llegar saludaba a Jihyo con una pequeña sonrisa.
Todo le recordaba a ella. La mesa que ocupaba, el periódico en la entrada. El café doble. Su vida comenzaba a ser patética.
- Mina... - Jihyo la sacó de sus pensamientos en los que se había sumergido buena parte de la mañana - hace cinco minutos comenzó nuestro descanso. Sana ha venido, ¿Está todo bien cielo? - la miró preocupada.
- Lo siento, estoy algo distraída - trató de sonreír. Una mueca algo extraña fue lo que consiguió.
- Miguri - Jihyo se acercó y colocó una mano sobre su hombro - Tranquila ¿si? Recuerdo que al final todo va a estar bien.
- Por supuesto - comenzó a caminar hacia la mesa en la que se encontraba Sana. Jihyo siguiéndola de cerca - Es sólo que... no he dormido bien, eso es todo.
*
- Y bien... aquí vamos nuevamente - habló Sana. Las tres chicas se encontraban en una de las mesas del lugar, el celular de Jihyo al centro de la mesa, a punto de marcarle una vez más a Chaeyoung - si no contesta esta vez que la jodan.
Jihyo soltó una pequeña risa - Vamos... no seas tan dura, seguro ha estado ocupada con todo lo de ya saben... primer año y esas cosas.
Mina suspiró mientras jugaba con sus dedos - Hazlo...
Jihyo marcó y esperaron pacientemente un tono... dos tonos Jihyo tocó la opción para poner la llamada en altavoz... tres tonos. Comenzaban a perder la ilusión.
Mina iba a cortar la llamada pero al cuarto tono ella contestó.
- ¿Hola? - La respiración de Mina se cortó - ¿Jihyo unnie?
- ¡Contestó! Chicas finalmente contestó - jihyo decía emocionada. Se escuchó la risa de Chaeyoung del otro lado.
- Jihyo unnie es bueno escucharte ¿como han estado?
- ¿Como hemos estado? Chaeyoung espero que tengas una buena explicación del porqué no nos cogías ninguna llamada - la regañó.
- Eres una... déjame pensar en una palabra que sea justamente para ti - habló Sana - ¿ingrata? ¿Esa suena bien? - le preguntó a Jihyo.
Chaeyoung soltó una risa - Hola Sana unnie, también te extraño y si suena perfectamente bien. Y sobre eso, lo siento... les juro que iba a llamarlas pero ya saben... con todo lo que he tenido que hacer y esta estupida memoria que no me ayuda en nada se me ha ido de las manos. ¿Me perdonan cierto?
- Sabes que si aunque seas una ingrata - habló Jihyo.
- Bueno y... ¿solo están ustedes dos? - preguntó indirectamente por Mina
Sana le hizo señas a Mina mientras elevaba sus cejas de manera pícara - Esta preguntando por ti - le susurró mientras sonreía. Una sonrisa se dibujó en el rostro de Mina esta vez no era fingida.- Oh claro que no, Mina está aquí también... saluda Mina - Habló Jihyi.
Mina se tardó en hablar pensando en cómo sería correcto saludarla. Era un simple saludo pero no quería que sonara cortante. Iba a hablar pero fue interrumpida por una voz desconocida del otro lado - Chaeyoung-ah, ven a darme una mano con esto...
- Chaeyoung, ayuda a Somi - otra voz era escuchada - apúrate o dice que te dejara sin... - soltaron una carcajada - Ya sabes... - La sonrisa de Mina se borró. El pequeño momento de felicidad se le derrumbó al escuchar eso. Y una vez más se sintió deprimida. Quería gritar y acabar con todo, pero en vez de eso prefirió callar y sentir como su corazón era destrozado.
- Lo siento chicas tengo que cortar, fue bueno hablar con ustedes de nuevo. Las llamo luego - y sin más cortó.
Ella tenía a alguien más. Sana y Jihyo se quedaron en silencio esperando que Mina dijera algo hiciera algún comentario. Nada. No pudo decir nada tenía un terrible nudo en la garganta que dolía más que diez mil puñales en su espalda, sentía que si soltaba una palabra se rompería a llorar por milésima vez desde que se fue.
- Mina... - comenzó Sana al ver que ella seguía con la mirada fija en el celular.
Mina negó - no digan nada, por favor - suplicó con la voz entrecortada. No quería pensar, no quería escuchar. Solo quería que le dijeran que todo era una mentira que Chaeyoung estaría para ella y que serían felices. Pero las cosas no eran así - Jihyo, ¿puedes decirles que me he sentido mal y que tuve que volver a casa? Necesito salir - le pidió.
Jihyo asintió - Lo que quieras Mina - Mina se puso de pie y comenzó a caminar hacia la puerta.
- Mina... - la llamó Sana - ¿te encuentras bien? - camino hasta ella. Mina asintió mintiendo.
Suspiró y sonrió - Estoy bien - mintió - Solo necesito pensar - salió del lugar dejando a sus amigas atrás.
Camino hasta el parque. Ese lugar especial para ellas, se veía diferente sin ella a su lado. Se dirigió hasta el árbol. La marca que hicieron casi no era visible ya, pero estaba.
Mina acarició con su dedo índice repasando el contorno, y suspiró - Chaengie... - sollozó - No voy a ganar nada llorando por ti, no puedo hacer que vuelas si me quedo llorando aquí, lo sé porque ya lo hice y me cansé de hacerlo... - Limpió una lágrima rebelde que se había escapado aventurándose por su mejilla - Se que dije que cerraría este capítulo y comenzaría uno nuevo pero ¿como diablos comienzo algo sin ti?- otra lágrima se escapó, seguida de otra y otra más. Cansada de contenerse dejó que fluyeran para sacar ese dolor que llevaba dentro - ¿Cuando te darás cuenta de todo lo que doy por ti? - Comenzó a limpiar las lágrimas que se le habían escapado - aún te amo y se que soy una idiota por amarte pero simplemente se que no dejare de hacerlo - se abrazó al árbol - joder... debo parecer una completa loca hablándole a la nada - Comenzó a ver hacia los lados verificando si alguien la había escuchado. Nadie. Suspiró y comenzó a caminar nuevamente con dirección a su departamento.
Al llegar tomó su llave, la giró en el pomo de la puerta. La abrió entró y luego la cerró para luego recostarse en ella. Suspiró dejó las llaves en la mesa del salón. Se encaminó a su habitación se cambió a una ropa más cómoda y se dejó caer en su cama. Volvió a suspirar mientras veía al techo - Chae... que rápido me has remplazado - soltó una risa melancólica y se giró abrazando su almohada, imaginando que era a ella quien abrazaba, quien dormía a su lado. Comenzó a mojar la almohada con sus lágrimas mientras soltaba pequeños sollozos que había estado conteniendo durante todo el día y así concluía con rutina.
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Let Her Go (Michaeng)
RomancePrometiste quedarte junto a mí. Prometiste ayudarme a no olvidar. Dijiste que no te irías con alguien más y que estarías para mí toda la vida.