Después de su primer encuentro, Gorou se lo encontró de vez en cuando en ese mismo lugar. No siempre podía ir a la costa, ya que sus responsabilidades como general se lo impedían, pero cuando le daba curiosidad saber cómo estaba Kazuha, intentaba escabullirse momentáneamente de sus responsabilidades.
Kazuha parecía la clase de chico que prefería estar solo con su propios pensamientos que acompañado, ya que siempre lo encontraba meditando. Se veía tan tranquilo que Gorou siempre se sentía mal al interrumpirlo, pero Kazuha siempre lo recibía con una mirada amable. Cada vez que Gorou quería retroceder y marcharse para dejarlo solo, Kazuha suspiraba y se volteaba con una sonrisa.
—Me alegra volver a verte. —Era todo lo que decía.
Gorou era alguien simple. Si alguien le hablaba con amabilidad y una sonrisa, se sentía la persona más cómoda del mundo.
Era fácil para él entablar conversación, su personalidad le hacía imposible el quedarse callado a menos que la situación lo ameritara, por lo que casi siempre él era quien hablaba en sus encuentro con Kazuha, mientras que este lo escuchaba mirando el horizonte.
Esto a veces le daba cierta inseguridad a Gorou, ¿no estaba siendo demasiado desconsiderado y molesto? Kazuha casi nunca hablaba, ¿quizás por él no se lo permitía?
Un día, decidió abordar el tema.
—Me he dado cuenta que no sueles hablar mucho, siempre soy yo quien te cuenta historias de Inazuma e incluso te pone al corriente con las cosas que están pasando en la ciudad... ¿estoy siendo desconsiderado? Odiaría saber que por mi culpa no puedes comentar ni desahogarte de nada.
Kazuha lo miró con las cejas alzadas, claramente sin esperarse que Gorou tuviera esa inquietud. Soltó un suspiro, como si aquel comentario fuera ridículo, y le sonrió a Gorou de una forma tan dulce que el general se sintió completamente ridículo por preocuparse por algo así.
—Soy una persona a la que le gusta escuchar historias, no contarlas —musitó con calma, dirigiendo su vista hacia el mar—. Me gusta escucharte, es agradable la manera en la que narras las cosas. Me da ideas para mis haikus.
—Oh, ¿recitas poemas? —Gorou se notó verdaderamente sorprendido.
Kazuha asintió.
—¿Te gustaría escuchar uno?
Gorou aceptó, quizás con demasiada emoción.
Cabe decir que la voz de Kazuha era encantadora y relajante, por lo no importaba si él le pedía disculpas cuando sentía que sus poemas no eran originales o que algunos eran demasiado simples; de cualquier forma, Gorou siempre terminaba impresionado y queriendo escuchar más de la voz de Kazuha.
No era bueno con las palabras, pero si tuviera que intentar describir qué era lo que sentía con la poesía del samurai, lo más cercano a ello sería el tipo de alivio cuando uno reposa bajo la sombra en un día soleado.
El estrés que podía llegar a tener por sus responsabilidades como general siempre se disipaban cuando estaba con Kazuha. Casi podía decir que él se había vuelto a algo muy similar al refugio de Su Excelencia, Kokomi, al que acudía cada vez que si cabeza se llenaba de ruido al punto en el que no podía pensar en paz.
Así que cuando Kazuha le dijo un día que se iría, Gorou no pudo evitar inquietarse.
—Ha pasado tanto tiempo, creo que ya no es necesario que me quede en este refugio —le comentó el samurai, jugando con una hoja de árbol que había recogido distraídamente del duelo.
—Oh, ¿eso crees? Bueno... si eso piensas, está bien, me alegra que hayas estado tanto tiempo aquí hasta que te sentiste listo —le sonrió con carisma, siendo completamente sincero.
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Hojas de Arce | Gorou x Kazuha [Genshin Impact)
Fanfiction-Cuando te conocí, estabas... completamente roto. Kazuha asintió lentamente, mirando el suelo. No parecía que le gustara escuchar sobre su pasada debilidad. -Pero cuando volví a verte, cuando apareciste en el campo de batalla... -continuó Gorou, hun...