Capítulo 6

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INAZUMA

Kokomi había estado intentando evitar cualquier tipo de pelea con la Comisión precisamente porque sabía que estaban en desventaja. No le gustaba referirse al conflicto entre la comisión y la resistencia como una guerra, pues sabía el desgarradora y horrible que podía llegar a ser dicho encuentro; aun así, por cómo estaban las cosas, la guerra parecía ser lo más indicado para llamar a lo que sea que estuviera pasando.

No podía darse el lujo de discutir lo que pensaba de la situación porque ella era la cabecilla de la resistencia, tenía que mantenerse con la cabeza fría y siempre un paso adelante porque todos confiaban en ella. Sin embargo, ella también tenía sus momentos de duda, miedo y donde solo quería esconderse en su pequeño refugio cerca del Santuario Sangonomiya para olvidarse de la carga que había en sus hombros.

Pero sabía que no podía. Lo único que podía permitirse era esconderse momentáneamente en su refugio para poder pensar, sin las voces de la gente preguntándole por los movimientos que tenían que hacer, por los informes que decían el número de víctimas o heridos en diferentes encuentros, o las preocupaciones que la gente iba a contarle para que ella les consolara.

Estaba cansada, ella también tenía un límite (aunque a la propia Kokomi le gustaría no tener ninguno); por eso se encontraba nuevamente en su refugio, sumergida en su libro de estrategias. Esperaba que la lectura le cansara la vista para poder dormir un poco, un breve momento para desconectar su mente, antes de volver a sus responsabilidades.

Había informado que se ausentaría unas horas, y que si la necesitaban por alguna urgencia, podían notificarle al general Gorou cualquier preocupación porque él siempre encontraba la solución que mejor le parecía; además, a Gorou le encantaba ayudar a la gente, más cuando lo hacía en lugar de Kokomi porque le hacía sentir que le cubría la espalda. Algo totalmente cierto y de lo que Kokomi siempre estaría agradecida.

Por lo que cuando su lectura es interrumpida con un carraspeo tímido que ella inmediatamente reconoció, el corazón se le aceleró un poco, pensando que había pasado algo importante.

-Gorou -saludó a su amigo, levantándose de su sitio-. ¿Qué haces aquí? ¿Ocurrió algo que requiera mi presencia?

Las orejas del aludido se alzaron ante las palabras de su amiga y una expresión de pánico se apoderó de su rostro.

-¡No, no, no! ¡No vine por eso, todo lo contrario! Las cosas están muy tranquilas, y por lo mismo quise venir a avisarle para que no se preocupe, Su Excelencia... -Adoptó una postura tímida, bajando las orejas y mirando el suelo-. A menos que la esté molestando, en ese caso me iré inmediatamente y no la molestaré...

-Oh, para nada, estaba leyendo un poco para relajarme -Kokomi le sonrió cálidamente para proporcionarle confianza.

Gorou tomó ese gesto como una invitación para acercarse, así que hizo eso.

Estaba al tanto del pequeño refugio de Kokomi debido a que ella se lo había contado. Si alguna vez ocurría alguna emergencia mientras ella estaba ausente, jamás se lo perdonaría, por lo que solo pocas personas estaban al tanto de ese sitio.

Kokomi se relajó en su asiento, dejando el libro a un lado.

-¿Las cosas están tranquilas? -Kokomi no pudo evitar sonreír.

-Bueno, lo más tranquilas que pueden estar, considerando la situación -se corrigió Gorou, bajando la cabeza-. Los soldados están tan vigorosos y tensos como cabría esperar, y se siente una electricidad en el aire, diferente a la usual.

Hojas de Arce | Gorou x Kazuha [Genshin Impact)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora