Capítulo 5

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Cualquier otra persona que hubiera caído desde esa altura habría muerto, pero no Kazuha. En cuanto saltó desde Tenshukaku, supo que no podría volver a Inazuma jamás, por lo menos mientras siguiera el decreto de captura de visiones, lo cual le dolía en el corazón.

Amaba su tierra, amaba sus mares, su gente y los murmullos que traía el viento; era la ciudad que lo había visto crecer, la que lo había visto desempeñarse como samurai, y la que había visto la caída del clan Kaedehara.

Partir nunca antes había sido un problema, ya que él estaba hambriento de aventura e historias, pero el hecho de que no podría volver a menos que tuviera deseos suicidas no podía ser ignorado fácilmente.

Era una lástima. Cuando había dejado atrás esos deseos de ya no continuar, la vida le presentaba la oportunidad que, evidentemente, ya no necesitaba.

Tenía que seguir. Su viejo amigo no habría querido que se rindiera así de fácil, o que se rindiera en general. Tenía que ser testigo de la liberación de Inazuma, aunque ese fuera un pensamiento a largo plazo, por cómo estaban las cosas actualmente.

***

Ser encontrado por la Capitana Beidou había sido como una señal de que su vida no había terminado. Fue una metáfora casi poética, el haber sido arrastrado por la corriente, hundido en el mar y en la miseria para luego que una luz de esperanza lo sacará de ahí.

No estaba del todo seguro qué había pasado, su mente estaba difusa y confundida, solo recordaba un tumulto de personas, una voz femenina preocupada (casi maternal), y el arrullo de las olas.

Fue una curiosa sensación de deja vú, dónde el corazón se Kazuha estaba completamente roto, y un par de desconocidos lo salvaban para que él no se cayera a pedazos también.

Como si el destino le dijera: no puedes morir aún, todavía tienes un propósito.

Y aunque en ese momento no lo entendía, no lo dudó. Esta vez no se quedaría roto como cuando estaba en la Resistencia; esta vez lucharía por seguir adelante y en averiguar qué era ese motivo por el que seguía vivo.

[===]

—Hay una persona fantástica que conocí en Liyue —comentó Beidou una vez, mientras toda la tripulación comía después de un largo viaje.

Kazuha alzó la mirada, pero no dijo nada. Beidou siempre decía lo mismo de la gente que le agradaba, marcando siempre las proezas de dichas personas para que los demás pensaran bien de ellos. No es como que ella fuera fácil de engañar para alzar tu reputación, sino que precisamente porque tenía su propia dificultad ganarse la gracia y confianza de la capitana, era mayor honor ser reconocido por ella.

—Ayudó en la batalla para proteger Liyue, y Ningguang le tiene alta estima —comentó lo último último voz baja.

El chico se mantuvo en silencio. Beidou solía hablar mucho de otras naciones y de otra gente, y a Kazuha le gustaba escuchar. Sin embargo, pudo notar que su amiga quería decirle algo más, a juzgar por el tono de su voz y la expresión distraída en su rostro.

—¿Pero...? —la instó a seguir hablando, en caso de que Beidou pensara que aquello no le interesaba o no le estaba poniendo atención.

Ella se irguió y miró a Kazuha con serenidad.

—Está viajando a través de las naciones en busca de su hermana, y su siguiente destino es Inazuma.

Por la expresión de Beidou y la tensión que se apoderó de sus hombros, Kazuha entendió lo que ella estaba insinuando.

—Le dije que enviaríamos algunos suministros a Inazuma, y como era de esperar, me pidió el favor de llevarlo hasta allá... y considerando la situación en Inazuma...

El chico asintió.

—Estás preocupada —comentó en voz baja—. Tienes miedo de que algo le pase.

—¿Cómo no? De un momento a otro, la nación cierra sus puertas y todo aquel dentro con una Visión es despojada de ella sin miramientos. —Beidou hizo un gesto, señalando hacia el mar abierto—. El viajero no es alguien común, ¿de acuerdo? Él... ha hecho cosas impresionantes, y en el futuro puede que haga muchas más. Además..., es un gran amigo.

Kazuha asintió.

—Me gustaría presentártelo —Beidou sonrió finalmente, después de mantener un rostro preocupado.

***

Beidou tuvo razón. Aether era alguien fuera de este mundo.

A pesar de que Kazuha quería tener esperanzas de que Inazuma algún día volvería a su antiguo resplandor, tampoco quería dar un ingenuo y esperar un cambio tan drástico de un día para otro.

O eso pensaba, porque al ver las capacidades de Aether, fue inevitable para él tener más esperanza de la que podía permitirse.

Entendió por completo a Beidou. En el poco tiempo que había convivido con Aether, también había sentido lo mismo que ella.

Por favor, que el viajero esté a salvo en su viaje por las naciones.

No solía pedir a los dioses, no después de que uno de ellos le hubiera arrebatado algo sumamente preciado. Pero precisamente porque sabía lo cruel que podía ser el mundo, con mayor razón esperaba que unas cuantas plegarias pudieran ayudar aunque sea un poco para proteger a Aether.

Quizás él fuera la esperanza que estaba esperando. Quizás él pudiera cambiar Inazuma.

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Ignoremos el hecho de que olvidé esta historia por un momento, ok, es que a veces me obsesiono con animar jhaksha.

Anyways, ¡1,33k de lecturas! Mil gracias, aunque no le haya puesto atención a esta historia una temporada hahsja :") una vez que los bebés se encuentren y puedan verse de nuevo con libertad, prometo momentos bonitos y cutes entre ellos como compensación ú3ù ❤

Hojas de Arce | Gorou x Kazuha [Genshin Impact)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora