Una luz muy brillante salía de la ventana pero quedaba opácala por una cortina oscura que disminuía la cantidad de luz que entraba en la habitación el ambiente se sentía caluroso como un día de verano al mirar el reloj se percató de que este aún no había sonado, era muy temprano por lo que decidió permanecer en cama un poco más. Una vez satisfecho Daniel se levantó, preparó sus cosas, se dicho y se cambió, miro su teléfono para ver sus notificaciones y había algunos mensajes el sabía de quien eran por lo qué decidió esperar para abrirlos, una ves listo salió de casa con destino a su universidad pues tenía algunas clases, pero la noche anterior acordó no entrar a la última clase para poder asistir a una cita que tenía en la facultad.
Una ves en camino abrió su teléfono y reviso los mensajes, eran todos de la misma chica, justo la chica a la que iba a ver en su cita.
Una vez en la universidad se dispuso a buscar un lugar adecuado para tener la cita, habían quedado en que sería en una cafetería pero desgraciadamente ese día estaba cerrada por lo que cambiaron el lugar por la cafetería de la universidad. Cuando llego busco una mesa libre, no le costó mucho trabajo pues había muchas disponibles, eligió una y se sentó, saco de nuevo su teléfono y vio que su cita estaba a punto de llegar.
Una vez llegó estuvieron conversando por un rato, después tomaron un café y un postre, la conversación era muy amena pero todo quedó en silencio una vez Daniel vio llegar a Kenia, las palabras dejaron de salir de su boca y su corazón no paraba de latir, jamás supo si su corazón latía de esta manera por amor o miedo y parece que jamás lo sabrá.
Trato de no hacer mucho alboroto y giro su cabeza lo más rápido posible para que no notara la llegada de Kenia. Después de eso la cita transcurrió normal hasta que llegó la hora de su clase, el se despidió de la chica y se fue caminado tratando de no toparse de nuevo con Kenia
