Suspiros

Domina

Sofocante, si esa era la mejor palabra para describir aquel ambiente tan lleno de lujuria y fuego, como si las cosas más pecaminosas y prohibidas se juntarán y dieran lugar a una de la escenas más candentes que el jamás había presenciado.

El ambiente se sentía pesado y denso sobre todo por el atuendo y la actitud de aquella chica, que le daba un aire de superioridad, como si ella fuera la máxima autoridad en el mundo, como si aquel chico flacucho le perteneciera.

Y de pronto se dio cuenta de lo que era, cuando este aparato con forma de dildo pequeño se acercó a su entrada y empezó a sentir las vibraciones se dio cuenta de que era una bala vibradora. Solo con acercar un poco el aparato y rozar la entrada del chico de inmediato se empezó a retorcer de placer, sentía algo parecido a lo que había sentido la anterior vez pero multiplicado por 10.

(Un ejemplo de bala vibradora)

Cuando trato de quitar el aparato la chica de
inmediato lo detuvo y con su fuerza tomo las dos manos del chico y saco unas esposas que uso para atar las manos al chico al respaldo de una cama, ahora esté no tenía oportunidad de moverse, salvo sus piernas.

Esa escena con el chico prácticamente inmóvil y con la chica vestida de esta forma era tan excitante y erotica, en la habitación solo se escuchaban los pequeños gemidos de Daniel causados por la bala vibradora.
Cuando se empezó a acostumbrar a las vibraciones Kenia decidió que era suficiente y cuando trató de quitar la bala el chico movió su cuerpo buscando el aparato, esta reacción hizo que se dibujara una sonrisa en la cara de Kenia que se sienta muy complacía, se estaba dando cuanta de qué a su chico le gustaba cada vez más que jugaran con pequeña entrada rozada.

Cuando termino con la bala vibradora se apartó del chico, este desconcertado quiso preguntar qué pasaba pero fue inmediatamente interrumpido por un gesto de Kenia indicándole que no hablara. Buscando en un cajón saco otra cosa pero esta vez Daniel sabía que era, era una mordaza negra con una pequeña bola en la parte delantera.

Daniel al ver que su ahora domina quería ponerle una mordaza quiso hablar pero recordó lo que le había dicho Kenia así que se quedó callado pero con una cara de enojo y molestia para darle a entender que no estaba de acuerdo, cuando por fin estuvieron cara a cara y Kenia intentara ponérselo este se resistía pero fue en vano pues tenía sus manos completamente inmovilizadas así que logró ponérselo, al estar bien colocado ella habló y dijo.
-quiero asegurarme de que te quedas callado y para que sepas eres totalmente mío, tú me perteneces.
El chico intentó responder pero no podía así que solo salieron sonidos de su boca y una cara de aceptación.