La respiración lenta, un palpitar suave en el pecho, parsimonia en sus acciones, una pequeña sonrisa ladina, la mirada fija en alguna persona que temerosa la mira pasar arrogante, confianza desbordando en sus acciones un pequeño collar con una luna colgando de su cuello.
¿Han escuchado la frase “la vida no siempre te da lo que deseas”?
Pues ella no es a quién pondría de ejemplo, porque siempre ha conseguido lo que ha deseado al costo que sea necesario, sin importar a quién lastima en el proceso.
Nació en Abril, cuando las flores de los árboles resplandecían de diversos colores deleitando con su magnificencia la vista de quien se detenía a contemplar las, respirando sus finos y delicados aromas.-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-•-
El constante repiqueteo del tacón de unas zapatillas negras impactado en el suelo se hizo audible con desespero en el frío suelo de mármol mientras la pelinegra esperaba sentada en una de las sillas de cuero negro con los brazos cruzados. Las manecillas del gran reloj ubicado al centro de la habitación avanzaban lento ante la mirada de una joven que ya cansada esperaba a que la atendieran, de un momento a otro una de las puertas se abrió dejando a la vista una oficina bastante amplia y seguido de esto una fémina de cabello castaño salía recibiendo con una alegre sonrisa a la pelinegra.
– Adelante.– Dijo con un pequeño tono burlón pues sabía que la de ojos azabaches se encontraba bastante desesperada por la larga espera.
La menor solo respondió con una mirada seria que dejaba a la vista su notable molestia y entró sentándose en el escritorio esperando a que la mayor cerrara la puerta.
– Si vas a preguntar nuevamente por el préstamo bancario déjame decirte que mi respuesta sigue siendo la misma.
– No vine por eso, además el préstamo es irrelevante después de lo que te mostraré.– afirmó la de ojos oscuros con determinación extendiendo unas hojas que lucían maltratadas.
Confusión fue lo que se percibió en la mirada de la mayor mientras examinaba atentamente cada detalle.
– ¿La encontraron?– Cuestionó con un pequeño tono de esperanza, mientras sus ojos avellana se iluminaban tenuemente.
– No, pero ahora sabemos que nadie ha tenido contacto con ella, solo yo.
– ¿Le entregaste el libro?
– Si, aunque no estoy segura de que caiga fácilmente, aún así volveré para asegurarme de que todo salga de acuerdo al plan.
–Perfecto, haz lo que esté en tus manos por persuadir la, si para eso debes jugar con sus emociones entonces hazlo pero quiero a esa niña en mi poder a más tardar para el martes, no podemos arriesgar ni un solo minuto más, tiempo es lo que nos falta.
La pelinegra asintió levemente para después retirarse volviendo a su disfraz de infante adquiriendo aquel característico vestido blanco y el rojo moño en su cintura, Samantha estaba lista para aparecer en los sueños de la joven que descansaba imperturbable después de enterarse de su “trágico fallecimiento” en un incendio, lo que la joven no sabía era que Samantha no murió y que ese apenas era el comienzo de su dolor.
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Dedicado a: Pollito_Tuan1510
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Cuentos cortos de terror
Misterio / SuspensoAquí podrás encontrar pequeñas historias que se entrelazan, no cualquiera sabe descifrar lo que entre las letras se esconde. . . . -𝓒𝓱𝓮𝓻𝓻𝔂