11 A tu lado.

54 5 5
                                    

Observar un chico de hebras negras invadir su cocina no era sorpresa, en sus días de descanso él invade su cocina, su sala, su cama y su cuerpo.

-¿qué haces?

-Te preparo unos waffles ya corte la fruta y te hice un capuchino.

-¡Diosas! Eres tan eficiente.- Melascula metió el dedo en la mezcla probandola.

-No hagas eso espera a que esten listos.

Melascula puso un puchero bastante infantil y sin más lanzó un poco de harina a Zeldris, él frunció el ceño e imito su acción, la femina sin dudar tomo un huevo y lanzó a él. Al dar en el objetivo corrio despavorida de la cocina.

-¡¡Melascula ven para acá!!

Corrieron por el departamento sin parar hasta que la atrapo ensuciadola con los restos de huevo.

-Zel huele a quemado los waffles.

Aquella mañana comieron cereal sentados en el piso de la cocina. Melascula tomo la mano de Zeldris su calidez y serenidad, la llenaban de felicidad.

¿Como era posible que en pleno mes de diciembre se sintiera calida en sus brazos?

No podia imaginar sus días fríos sin él.

Melascula recorrió la soledad de su departamento. Aquellos días calidos terminaron y ahora la frialdad en pleno día caluroso dolia.

Entrar a su recamara y encontrar los cajones vacíos era la tortura de cada día. La rutina de cada día planear como extrañar a Zeldris.

-Te quiero.-Zeldris tomo la delicada mano de la femina y repartió pequeños besos.- De verdad quiero intentarlo contigo y ver un futuro.

°°°•••

-No debí fingir que dormía, debí decirte que tenia miedo de fracasar, de no ser suficiente para ti.

Melascula se derrumbo en la cama mirando aquella ventana donde siempre Zeldris se recargaba para fumar, confesarse a si misma que lo extrañaba era una presión dolorosa en el pecho. Se cuestiono cuántas veces se guardo sus te quiero y sus perdóname.

Antes de Zeldris su jardín de amores era árido e infertil después él llego con sus flores amarillas, plantandolas,rogándole agua y cuidadolas, los primeros brotes estaban llenos de amor. Él su gran amor quien no solo marcó su cuerpo sino su vida, quedando un antes de ti y después de ti.

Abrio sus ojos de golpe al escuchar que tocaban su puerta, corrio rápido podría ser él. La decepción llegó cuando vio a Meliodas, Merlin y Mael.

-¿Qué hacen aquí?

-¿Es tu cumpleaños?-Cuestiono Merlin observando a Melascula que usaba una sudadera rojo y unos cortos shorts. Melascula miro confundida a Meliodas, quien solo asintió.

-Disculpen lo olvide, adelante.

Su cuerpo estaba ahí, su mente no. Divagaba recordando que sus últimos cumpleaños los había pasado con Zeldris quien solía llegar con un ramo de flores y pastel. El amor primaveral de Zeldris la recargaba.

Dulce locura.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora