17 Besar.

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Un aroma a sandalo con frutas invadia su nariz y unos cortos flashblack de la noche anterior lo atravesaban, risas, Jenna diciendo algo que no recuerda y Elizabeth susurrando algo que lo hizo reir y sentirse avergonzado, Gelda ayudandolo a ponerse de pie ¡Gelda a un lado de él! Abrio sus ojos de golpe desorientado, no era su recamara y a su lado estaba una rubia con el cabello revuelto cubriendo sus ojos con el antebrazo por inercia se miro a si mismo encontrándose vestido.

—Nada paso, tengo que salir de aquí.— Se puso de pie buscando sus botas, escucho un quejido proveniente de Gelda y se giro notando observándola, se veia tan relajada y hermosa sonrió fatisfecho sin embargo se borro su sonrisa cuando bajo su mirada al cuello de Gelda con marcas suaves rojas y una morada. A su mente volvió la imagen de Howser saliendo del departamento ahí estaba el causante de las marcas.

—¿Te vas?— la voz adormecida de Gelda lo hizo detenerse de abrir la puerta.

—Tengo que ver a Eli y Jen gracias por lo de anoche.

— No sabia  que fueses necio cuando estas ebrio.

—Lamento mi actitud, ahora tengo que irme.

—Zel ¿por qué no me miras?

Zeldris sintio como los vellos de su cuerpo se erizaban por la repentina pregunta, escucho el crujido de la cama ella iba hacia él.  Abrió la puerta de la recamara sin mirar atrás ignorando a la rubia que se quedo detrás.

Al entrar a su departamento sintio que volvía a respirar, se dejo caer en el suelo suspirando cansado mentalmente. Deseaba escapar de este lugar.

—¿todo bien?— Jenna se sento a un lado de él recargandose en su hombro.

—¿ya desayunaste?

—No, Elizabeth se esta bañando pensábamos ir a desayunar algún lugar imaginamos que seguirías dormido.

—Me baño y vamos desayunar fuera los tres.

Jenna asintió no miraba a Zeldris a los Ojos pues él tampoco mostraba interés en mirarla, ella dudosa acerco su mano a de él, quien sorpresivamente también se aferro a ella. No tenían que decir algo ya lo habían dicho todo.

Después que Zeldris se baño tomo su celular y llamo a la única persona que calmaria su desastre mental.

—《cariño》

—Mamá ¿puedo volver a casa unos días?

—《Amor esta es tu casa no tienes que pedir permiso además nada nos haria más felices que estés aquí ¿quieres que tu padre vaya ahora?

—Podria venir a las 6

—《 De acuerdo, llamare a tu hermano para que tengamos una cena familiar》

Nada como escuchar los sermones de su padre y trabajar con su madre en la cafetería para aclarar sus ideas.

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Dulce locura.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora