Fortuna

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¡Hey banda! Les traigo una continuación recién sacada del horno, disfrútenla mucho, comenten y gracias por seguirme leyendo <3

Capítulo 32: Fortuna

El frio ha disminuido considerablemente en ciudad Veilstone, pero eso no significa que las personas que la habitan este fuera de peligro. Clemont ha sabido esto desde el inicio, pero nada lo había preparado para lo que acontecía. ¿Quién siquiera pudiera haberlo predicho? Asesinó a un hombre inocente en lo que fue una cruel broma jugada por esas psicópatas. Sus ojos se posan en las figuras grotescas y horripilantes de aquellas criaturas. Sus cuerpos habían dejado de ser humanoides, pero sus rostros no del todo. Bjorn, por ejemplo ahora lucían feroces fauces demoniacas atascadas de filosos colmillos; un cuerpo enorme y bestial con esa cara retorcida no hacía más que hacerlo temblar. Obvibos, ahora era una criatura cuadrúpeda, con gruesos cascos, cubierta totalmente de pelaje blanco, su único cuerno afilándose y creciendo a un tamaño absurdo. Las cuatro arpías lucían como cuatro gigantescas aves de presa, sus labios transformados en afilados picos, sus enormes ojos diabólicos brillando con malicia.

Brachyura suspira, ¿Por qué tuvo que recurrir a esto? ¡Qué doloroso ver a sus hermanas así! "¡MATEN A TODOS!" Exclama, indicando a sus compañeras que se lancen como los monstruos que son contra toda ciudad Veilstone

Los monstruos se mueven de inmediato ante la orden de su Señorita. Obvibos con su nueva forma no tiene problemas en embestir los edificios aledaños y como si fuese una bola de demolición los hace pedazos. Esto era una zona residencial así que de inmediato se oyen los gritos de cientos de personas que ahora estaban atrapadas bajo los escombros de lo que eran sus hogares, tan pronto esos edificios se vienen abajo, se oyen explosiones provenientes de los ductos de gas y el cielo se llena de un humo negro, la bestia continua su camino de destrucción en línea recta, guiada por un impulso homicida difícil de describir.

Clemont no tiene palabras en este momento, solo ese acto fue suficiente para dejarlo totalmente paralizado. ¿Qué hacer? ¿Qué demonios hacer para detener a esta bestia? ¡Es como un terremoto! El mismo no puede mantenerse de pie, queda de rodillas en el suelo junto a Kiawe. Su cerebro apenas empieza a trata de formular un plan para mitigar este desastre, pero pronto las demás monstruosidades empujan su razonamiento al vacío.

Bjorn, con la nueva forma que tenía de un enorme depredador de pelaje blanco e instinto depredador insaciable, derriba las puertas de los hogares que no habían caído por obra de Obvibos, dándose un festín con la gente y Pokémon que encontraba dentro. Primero es enfrentada por un valiente pero tonto Lillipup que ladra al monstruo, este pokemon tan pequeño es pisado por la bestia, reduciéndolo a una plasta amorfa en el piso. La bestia camina hacia la dueña del pobre pokemon quien lanza su último grito en el momento en que Bjorn la parte verticalmente en dos de zarpazo, naturalmente la carne de la chica es rápidamente consumida. Ojalá pudiera hacerle esto a la mocosa que le arrancó el ojo.

Las aberraciones aladas hacen lo suyo, con la gente que ya huye despavorida de sus hogares, tanto de las otras bestias como de los incendios que habían comenzado a reducir hasta los escombros más minúsculos a cenizas. Tan pronto se fijan en una víctima en particular, se lanzan como misiles, y con las garras los levantan en el aire y con sus afilados picos les arrancan la cabeza, las extremidades o simplemente les destripan en el aire, engullendo las vísceras y dejando lo demás caer al piso. De hecho en varias instancias entre dos monstruosidades aladas sujetaban a la misma persona y la partían a la mitad, compartiendo el botín. Ni pokémon ni personas eran perdonados

Un joven que corre tan rápido como puede, sosteniendo a un zigzagoon entre brazos, pasa muy cerca de los chicos de la AIP que están boquiabiertos. "¡¡¡HAGAN ALGO IDIOTAS!!!"

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