Canción Cosmogónica I

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Una camioneta negra viajaba a través de un denso bosque, el día parecía ser perfectamente normal, muchos Pokémon voladores como Starly y Staravia surcaban los cielos en busca de alimento. De haber sido posible, a los que iban abordo les habría encantado enfocarse en la fauna que vivía tranquila en tierra firme, pero el ambiente dentro del vehículo era cualquier otra cosa menos tranquilo.

"...Si alguien decidiera estudiar a todas esas bestias, una por una, muy probablemente la vida no le alcanzaría, no sólo por la inmensa cantidad de secretos que ellas guardan, sino porque en primera instancia, ellas jamás permitirían que seres indignos los supieran jamás." Drew había estado escribiendo casi todo el trayecto, se le hacía esencial mantener notas precisas de lo que pasaba, así como sus propios pensamientos.

"¿Me quieres recordar por qué tenemos que investigarlas?" Pregunta la castaña, ligeramente irritada, tomando del brazo al peliverde mientras lee lo que el anota.

Drew tuerce los ojos ligeramente, y con su mano mueve su flequillo. "Es obvio May, entre más sepamos de ellas, más armas tendremos para detenerlas."

"No, a lo que me refiero ¿Por qué tu y yo? No creo ser la más indicada para un trabajo de investigación tan arduo..." Murmura la chica, torciendo su labio.

"Recuerda que lo decidimos al azar, a veces siento que esta organización no tiene pies ni cabeza, pero bueno, por el bien de todos más nos vale no arruinarlo todo."

"Heh, ¿Los jefes de nuestra operación ya están hablando así? Al parecer si estamos perdidos después de todo." Comenta una joven de cabellos negros como la noche, que estaba sentada detrás de May y Drew. Era hermosa, de tez blanca y ojos verdes, con un lunar bajo su ojo izquierdo, lucía una blusa blanca, adornada con un moño negro y pantalones de ese mismo tono obscuro.

"Odille, no hagas las cosas peores de lo que ya son, aunque conociéndote creo que eso es imposible." Comenta un joven de cabellos caoba muy desordenados, de aspecto fuerte, se podía decir que era lo contrario a la dama sentado a su lado. El lucía una simple chaqueta negra, pantalón de mezclilla con algunos agujeros visibles y gruesas botas ideales para el campo.

"¡No te hagas Ross, se que A-D-O-R-A-S el toque especial que traigo siempre!" Exclama, pestañeándole al joven, el chico se da la media vuelta, sonrojado.

"¡Silencio!" Exclama un joven de cabellos rojos y lentes, quien estaba en el asiento del copiloto, con una computadora ente sus manos. En ella había un mapa, con una geoposición en tiempo real que brillaba en color rojo. "Estamos muy cerca..., probablemente a 1km de ella."

El chico que iba al volante frena de repente. Antes de que todos pudieran insultar a su progenitora, el anuncia. "Parece que está detrás de esos arbustos, vi algo moverse."

Drew arquea una ceja. "¿Puedes estar seguro de ello? Si la perdemos..."

"Si, es ella." Confirma el chico de la computadora. "Su posición ha dejado de moverse. Parece que no se ha percatado que tiene el rastreador con lo que se robó."

El silencio se apodera ahora si del vehículo, todos sabían lo que debía hacerse, pero nadie tenía el valor de decirlo. Ese intervalo de tiempo parecía durar una eternidad, hasta que Drew lo quebró. "Vamos entonces, si se detuvo es por algo, no perdamos más tiempo aquí."

Los seis bajan del vehículo, Pokébolas en mano, el chico del volante deja salir a un Mightyena, el de la laptop a un Stoutland, Odille saca a un Weavile, Ross hace lo suyo con un enorme Tropius de nombre Sauro, finalmente May y Drew eligen a Glaceon y a Flygon respectivamente.

"Ahora, recuerden el plan, nos separamos en parejas y le impedimos el escape, ustedes dos por tierra con sus Pokémon, ellas dos con los ataques de hielo y Ross y yo por el aire." Recuerda el peliverde, subiéndose a su Flygon.

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