Cuello de botella

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En el auditorio, la aburrida batalla de Serena y Dawn contra las marionetas sin mente de Menagerie continuaba, muy para el disgusto de las chicas. Ambas ya estaban cubiertas en sudor, sus Pokémon apenas podían seguir atacando y ellas apenas podían seguir dando órdenes; esas cosas definitivamente eran oponentes de pesadilla, quedaba claro que la intención de la bestia al convocarlos fue el vengarse al ver su propia diversión arruinada.

"Ugg... no tengo idea cuánto tiempo más voy a soportarlo." Serena mira su hombro herido, el dolor era simplemente inaguantable en este punto, quizá más que el tedioso combate.

"Solo resiste un poco más! La niebla está disipándose ...no se ni porqué, pero aprovechemos." Comenta Dawn, tratando de alentar a la chica mientras le da orden a su quilava de chamuscar a todas esas marionetas por novena o décima vez, ya había perdido la cuenta. El Pokémon se enrosca en una rueda flameante y cuando pasa junto a esos esbirros de Menagerie los prende como si fueran papel; pero no se deshacían, estaban casi totalmente quemados y aun así continuaban avanzando como si nada hubiese pasado, ninguna novedad ahí.

Serena aprieta los dientes, de verdad que él dolor ya estaba causando que viera doble, mete aire profundamente, tratando desesperadamente de concentrarse en lo que debía hacer en ese momento, con hilo de voz le indica a Pancham que ataque con Pulso Obscuro, el Pokémon obedece y su ataque hace retroceder a esos seres.

Dawn observa detenidamente a su compañera y niega con la cabeza, esta batalla tan aburrida ya había durado demasiado, Serena estaba muriéndose del dolor, y ella misma estaba muy cansada por todo lo que había pasado con anterioridad. Retroceder no era una opción, así que no quedaba más que llamar a Ash, la peliazul camina hacía atrás un par de metros y toca con fuerza la puerta del auditorio, el azabache debía estar del otro lado.

Ash escucha a Dawn de inmediato, se trata de levantar, sabe que seguramente las cosas ahí adentro no están yendo bien, pero en el momento en que desprende su cabeza del suelo siente una sensación de vértigo increíblemente poderosa, sólo puede cerrar los ojos y esperar a que pase.

"¿Ash estás bien...te sientes mejor?" Pregunta Dawn. "Serena está adolorida y yo estoy demasiado...cansada."

"Voy para allá." Dice el chico, tratando de ponerse de pie, de inmediato siente nuevamente unas ganas de vomitar inmensas que lo tumban de inmediato y sin dificultad alguna. "S-sólo necesito un minuto."

"Un minuto literal o figurativo?" Pregunta Dawn arqueando una ceja. Si Ash no estaba ya aquí destrozando maniquíes es porque enserio el chico seguro no podía ni moverse, y eso era realmente problemático. "No quiero que te presiones, mira mejor dile a Pikachu o a Lycanroc que nos vengan ayudar, la neblina esta por disiparse, seguro no tendrás problemas para entrar una vez que se haya ido ¿Ok?" Le dice, en tono firme pero comprensivo.

"¡No! V-voy en este instante...urgg..." Ash cae al piso de nuevo, simplemente se siente tan débil. A pesar de que el chico tenía una fuerza interna tremenda que usualmente lo haría tener más energía que un joven de diez años, en este momento estaba a merced total de los efectos de la niebla, y evidentemente hasta que no se pasaran no podía hacer absolutamente nada.

"¡¡TAN SÓLO HAZME CASO!" Grita Dawn por el otro lado de la puerta. "Manda a uno de tus Pokémon y descansa, ya veremos como le hacemos, n-no te preocupes ¿De acuerdo?" Le ordena, perdiendo la poca paciencia que tenía ya para con la impulsividad del chico.

Ash no iba a aceptar eso, sabe que tan pronto se sienta ligeramente mejor va a ir corriendo a auxiliarlas como realmente se debe, no va a permitirse quedarse ahí tirado como basura mientras sus queridas amigas pelean. "¡Estaré ahí en un minuto! ...Aun así, Pikachu ve a darles una mano ¿Si amigo?

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