"Como Hay Personas Que Se Rompen Como Las Cosas"
Keitlyn.
El viaje de vuelta fue bastante normal, estuve casi las cinco horas hablando con Alan. Él me contó que sus hermanos estaban muy bien y que sobre todo los pequeños habían disfrutado mucho. Parecía un poco preocupado al hablar de ellos, como con un aire sobreprotector excesivo poco normal en los hermanos mayores, aunque quizá fue solo mi impresión.
Llegué a mi casa súper cansada aunque había prometido a Neil que le iba a llamar para contarle cómo habían ido las cosas.
-Hola- dije tumbándome en la cama.
Mi madre no estaba en casa por lo que había optado por dejar la maleta para más tarde.
-Keit, ¿Qué tal?, ¿Cómo ha ido? Cuéntamelo todo- entusiasmado, mi amigo gritaba, tanto que podía notar desde el teléfono como se hinchaba la vena de su cuello.
-¿Todo?- pregunté sonriendo.
-¿Estas riéndote?, ¿Eso es que ha ido bien?- él empezó a impacientarse.
-Sí, ha ido muy bien- sonreí.
-Ayer hablamos y de repente la llamada se desconectó, solo alcancé a oír: “Lars”. Pensé que te había pasado algo con él, y esta mañana estabas normal y ahora contenta- respiró deprisa-, cuenta.
-Tranquilo rubio, tranquilo- sonreí.
Me relajé en la cama y le conté a Neil todo lo que había pasado, con todo lujo de detalles, aunque me ahorré todo lo relacionado con el piano, de eso no hacía falta que se enterara, solo conseguiría frustrarlo.
Él no me interrumpió hasta que hube acabado de contarle todo.
-Y he vuelto con Alan en el avión, ha sido gracioso porque a mi lado había una señora que no se quería levantar de su asiento, y al final él le ha agarrado las manos y las ha besado, ¡HA BESADO LAS MANOS DE LA SEÑORA! Solo para sentarse conmigo- me reí pero parecía que a Neil no le divertía lo más mínimo-. Neil…
-¿Qué?- respondió seco.
-Tienes que conocerlo- me mordí el labio.
-No, solo aceptaré conocerle el día de su boda, cuando ya no haya nada que hacer- me reí ante su comentario y él también lo hizo-, ¿vas a salir con él?
-No lo sé- no habíamos hablado de ello- pero tengo su número, aunque no sé si debería llamarle…- me mordí con más fuerza el labio hasta hacerme sangre- Mierda- susurré.
-¿Qué pasa?- me preguntó al otro lado Neil.
-Nada, me he mordido el labio y me he hecho sangre- me chupé la zona para que se cerrara.
-Eso es que estás nerviosa- se rió- ese chico te pone nerviosa, ¡eh!- oí unos pajarillos por el teléfono.
-¿Estás fuera?- pregunté con la idea de dejar ese tema a un lado.
-Vamos, no me cambies de tema, ¿vas a salir con Alan?- dijo “Alan” con tono enamorado.
-Tendría que haberle dado mi número, pero me he quedado embobada cuando me ha apuntado su telefono en la mano- me miré la palma y me di cuenta de que quedaban 6 números-. ¡MIERDA!
-¿Keit estás loca?- Neil chasqueó la lengua y aunque no lo veía sentí su mirada con los ojos en blanco.
-Joder, se me ha borrado el número.
-Debe ser el destino- soltó una carcajada al otro lado.
-No me hace gracia Neil- le dije levantándome y mirando la palma para intentar descifrar los manchurrones de mi mano.
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The Story Of Our Life
Ficțiune adolescențiRecuerdo verles sentados en la arena mirando los nueve al horizonte, como si guardaran allí las respuestas a las preguntas que yo me hacía, recuerdo oír sus risas en el agua del lago, recuerdo conocerles y no saber quiénes eran al mismo tiempo, recu...