XVIII

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Un gran bostezo se escapó de los labios del mecánico, se talló los ojos con el dorso de la mano y se reclinó hacia atrás en su silla. Miró a través del cristal de su taller, la vista al patio estaba despejada en un día soleado; Peter y Morgan habían instalado un campamento improvisado fuera de la base y en aquel momento se encontraban jugando con un balón de baloncesto. Tony sonrío de medio lado y dió un sorbo a su taza de café casi vacía; el líquido amargo y frío le hizo arrugar la nariz.

Tal y como se había planeado en su cronograma, el viaje de negocios de Pepper había durado una semana completa, por lo que él había estado a cargo de lidiar con los berrinches y comportamiento irritable de Morgan, aunque no podía culparla, él estaría del mismo humor en su situación, la impotencia de no poder rascarse y las dolorosas ampollas en todo su cuerpo la habían hecho llorar hasta quedarse dormida. Un par de ojeras oscuras amenazaban con instalarse para siempre en el rostro del hombre de hierro, aparentemente su cuerpo ya no estaba acostumbrado a pasar tantas noches en vela.

Para su suerte, Steve, Peter e incluso la agente Romanoff habían estado al constante cuidado de la niña, logrando así conseguirle un par de horas de sueño, pero aquel era el último día, Virginia estaría de regreso en menos de una hora y el podría dormir un día completo para retomar fuerzas. Por otra parte, Stephen había visitado el complejo tal y como lo había dicho, incluso había aceptado la propuesta de mirar una película animada con los niños y Tony — lo cuál fue un leve espejismo de lo que podría ser su vida de casados en el futuro —, aún así, Strange se había mantenido a una distancia prudente de su pareja, cosa que el mecánico agradecía y detestaba en cantidades iguales.

- Jefe, la cafetera se encuentra hecha para usted - la voz de Viernes llamó su atención sacándolo de sus propios pensamientos

- Gracias, me leíste la mente - el genio se puso de pie y estiró todos sus músculos entumidos por la falta de movimiento

- ¿Alcanzas a ver la pelota? - la voz de Morgan se escuchó por todo el taller gracias a los intercomunicadoroes

- Creo que se quedó atorada en el árbol - Peter acunó su rostro con las manos para cubrirse del sol

- Sube con una telaraña - la niña dió un brinco para intentar observar el balón extraviado

- No tengo mis dispensadores - el castaño examinó el tronco del árbol, pero la madera parecía demasiado lisa para sujetarse de ella

- Hay que llamar a papá o al tío Steve

- Espera, Señor Sargento Barnes  - aquella pronunciación por parte de Peter fue suficiente para lograr que  Tony se acercara más por el cristal para ver con mayor claridad la escena - ¿Puede ayudarnos?

La figura imponente del ex-soldado del invierno entró de inmediato al campo de visión de Tony - Parece que tienes problemas con los árboles - para sorpresa del magnate, la voz del supersoldado era más amable de lo que su cerebro parecía recordar. El hombre dejó en el suelo una mochila que llevaba consigo y dobló las mangas de su sudadera, su brazo metálico reflejó el sol como una lupa, dió un salto y se sujetó a una rama, no tuvo dificultad alguna para levantar su propio peso y poder subir, solo necesitó escalar un par de ramas más para tomar el balón atorado. Después de eso solo necesitó saltar desde una altura de tres metros y caer sin un solo rasguño al suelo - Aquí tienen

- Gracias - Peter botó el balón contra el suelo antes de lanzarlo a una canasta clavada en el tronco de otro de los árboles

- ¿Eres amigo del tío Steve?, ¿Cómo te llamas? - Morgan sujetó su oso de peluche contra su pecho

- Sí, tu tío y yo somos amigos. Me llamo Bucky

- Mi nombre es Morgan. ¿Por qué tu brazo es así? - era evidente que la niña no había heredado la prudencia de su madre

Más Que Amigos [IronStrange]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora