La mente humana es un poema inicuo, donde los falsos poetas entonan cantos de gloria propia, mientras a los que llaman insensatos, solo son la copia perfecta de lo que expresa la sociedad. Me encuentro en un rumbo perverso, y en una mirada inquietante, porque los ideales incesantes, nada más son las copas que quedaron perdidas en aquella fiesta maldita, la fiesta de la vida, donde todos nacen; pero no todos mueren, porque sus actos aún estando muertos los siguen reflejando, y recordando como lo que fueron, o como aparentaron ser.
Tu mirada me inspira a seguir en la vereda de la vida, porque mi única salida es aquella ruta perdida donde te encontré, y así como lo juré antes; cumpliré, eliminando los tropiezos de tu vida para encargarle al camino una eterna canción, en donde refleje aquella inédita causa extraña, en donde los dos estemos, para darle el paso perfecto a una amiga llamada soledad.
Me dirijo a la calle norte del camino veinte, donde fue aquel acto, acto perverso e insolente, donde un hombre de casi sesenta años manchó tus ropas y ensució tu cuerpo, porque no tenías ayuda alguna, ya que él era esa ayuda, hermosa mía, hoy ha llegado tu ayuda para entender nuevamente lo que el destino preparó de antemano, porque no acabaré mi viaje hasta que el último hombre que te ha tocado, caiga a tierra y exclame lo que un día había traicionado.
He llegado a su hogar, a su maldito hogar de puercos, anciano imbécil y excremento perverso, desde lejos no encuentro el sosiego que tendré de cerca, pero antes del todo, intentaré la nada, para que la muerte encuentre falla y hoy venga junto a mí y entreguemos los dos la calma de las almas perdidas en su mundo ideal. Las doce de la noche me inundan por las calles, la muerte sigue mis pasos de lejos porque de cerca ni ella podrá contenerse, las fuentes del cielo han abierto llave para que en plena tormenta podamos tomar de la sangre de un pérfido anciano que con su cara de ángel enmudece voces.
Hubiese sido preferible para él ser un abortivo, porque hoy que ha nacido solo le toca esperar la ira del diablo encarnado, ¿Quién es la sombra que veo a tu lado? A la par de la casa del anciano vive su adorable y preciado nieto, al que ama y entiende, al que cuida y protege, creo que la vida ha jugado hoy a mi favor, porque ha puesto la carnada perfecta a mis pies, frente a mí, en la ausencia hago que paguen la pena, porque en la luz solo queda la idea, la idea de las mil y una pena.
Mi cuerpo goza del sufrimiento de los imbéciles acomplejados, y más cuando le han hecho daño a los que amo, pero hoy no pagará las consecuencias solo uno, sino que uno acompañará a la muerte y a otro yo mismo se lo entregaré, en lo perfecto ahí estaré, sí, beberé su sangre y parte a parte entregaré su alma a la doncella calma, el silencio contemplará mis actos y en los momentos recordará mi cuerpo lo de hoy, pero solo me impulsará para que tú, amada Chelsea, vengas conmigo y estemos los dos juntos por la eternidad, en donde nadie nos encuentre y que sea solo nuestro amor el que nos llene.
Maldita tu ausencia y maldito el silencio, pero bendita la fuente que te trajo a tierra, y por ti, solo por ti, apresuro mis pasos para que el perfecto plan se cumpla en corto plazo.
Toc, toc, toc los golpes de mi mano entienden la maldita tiniebla que habita en este lado, y en los segundos constantes el imbécil desdichado abre la puerta de su perdición.
—La tormenta afectó mi auto, si fueras tan amable de dejarme pasar unos momentos aquí a adentro, solo será mientras la lluvia pase. —No creo que el imbécil de su nieto me deje entrar, nadie deja entrar a un extraño a las doce de la noche.
—Wow sí que te has empapado por completo, entra y ponte cómodo, que yo te traigo una toalla y ropa limpia para que te cambies, pueda que te quede un poco grande, porque eres un poco más bajo que yo, pero no importa. —Este es el imbécil perfecto, que me ha dejado entrar y pone su sala de estar sola a mi disposición, mientras me trae su ropa que será lo mejor que me pueda pasar.
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Un secuestro perfecto
Romance«Y aún así, aunque la noche perturbe nuestra conexión de las mañanas, no la dormiré, porque eres mi maldito insomnio favorito» Patrick MCQ