SNK { +𝟙𝟠 𝕆𝕟𝕖 𝕊𝕙𝕠𝕥𝕤 } 𝕍𝕖𝕣𝕤𝕚ó𝕟 𝕔𝕙𝕚𝕔𝕠𝕤 𝕩 𝕝𝕖𝕔𝕥𝕠𝕣𝕒.

|𝟽| 𝚅𝚒𝚍𝚎𝚘𝚕𝚕𝚊𝚖𝚊𝚍𝚊

Connie Springer x Lectora.
UA Moderno.

—Amorcito~ — canturreó el muchacho de cabellos oscuros. Te llenó de besos el rostro y luego procedió a darte uno en tus labios en forma de saludo.

—Hola, cariño— devolviste el saludo mientras pasabas tus brazos por el cuello del chico con el cual ya estaban en su tercer año de noviazgo.

—Bonita, tengo una mala noticia, pero no tan mala... O sea, es mala porque me separa de ti, pero no tan mala porque será sólo por navidad... — reíste suavemente por su ensalada de frases. —Tengo que pasar navidad con mi familia en Noruega, pero ya luego vuelvo para iniciar el año con la novia más hermosa del mundo. — exclamó alzándote levemente del suelo y dando una ligera vuelta, volviste a reír.

—¿En serio? Quisiera conocerla— Connie se frenó y te miro serio por un momento, susurrando un "hey" lanzaste una carcajada y besaste su mejilla haciendo un ruido sonoro. —Es bromita, mi amor... ¿O sea que estarás lejos de mis brazos por un mes casi? — cuestionaste y el de ojos color avellana recalculó en su mente y asintió. —Pues saluda a tus tíos de mi parte y pórtate bien que te voy a extrañar mucho- alargaste la última vocal y estrechaste al chico con cariño.

—Podremos hacer video llamada, pequeña T/n— informó y besó la punta de tu nariz que estaba fría ya que se avecinaba el invierno. —Te enviaré fotos de los lugares en noruega dónde solía jugar yo— prometió y volvió a besar tus labios esta vez más prolongadamente. —Te amo, mucho, T/n- declaró mirándote fijamente.

—Yo también te amo muchísimo, Connie, cuídate y no hagas enojar a tu madre— regañaste maternalmente haciéndolos reír.

Al otro día acompañaste a tu novio al aeropuerto y luego de un llanto fingido tuyo mientras que él te seguía el juego se despidieron con un beso.

Lo seguiste con la mirada desde el gran ventanal hasta que el avión despegó.

Eras realmente muy feliz con Connie, lo conociste en tu segundo año de facultad, al principio te pareció un chico pesado y torpe, sin embargo, con sus chistes y bromas enseguida caíste a sus brazos.

Cuando comenzaron a salir seguía siendo un poco infantil, aunque con el tiempo maduró bastante y te hacía sentir como nadie te había hecho sentir. Aprendió a ser más caballero, educado y seductor incluso.

Esto último te sorprendió, no lo veías como un muchacho que en plena clase de aritmética te susurré algo erótico que quisiera hacerte esa noche, pero lo era, siempre que, hacia eso, lo mirabas completamente roja y él se hacía el desentendido sin embargo siempre cumplía con lo que te decía.

...

Habían pasado dos semanas, tu celular siempre estaba vibrando por los mensajes de Connie, te mandaba fotos de hermosas montañas cubiertas de nieve y neblina. Lugares como un bar al estilo vikingo, en el Kjerag que es una roca atascada pero que no se cae y donde te dio un mini infarto provocan la risa del muchacho.

—Eres un idiota, te aprovechas que no puedo regañarte como es debido— mandaste el audio, aunque intentaste sonar severa no podías porque lo extrañabas y sabías que sólo era para oírte regañarlo en la distancia.

—Me amas así idiota y todo, por cierto, mamá dice que te enviará un suéter y obviamente que el cartero sexy...o sea yo, te lo hará llegar— oíste su audio y soltaste una risita.

—Dile que muchas gracias... Al cartero sexy también me lo puedo quedar, ¿verdad? — enviaste y miraste las dos tildes que se ponían azules inmediatamente.

—Obviamente, preciosa... Por cierto, esta noche quiero verte así que prepara la computadora portátil. — sonreíste, era viernes y los viernes hacían video llamada hasta tarde para quedarse dormidos al mismo tiempo.