SNK { +𝟙𝟠 𝕆𝕟𝕖 𝕊𝕙𝕠𝕥𝕤 } 𝕍𝕖𝕣𝕤𝕚ó𝕟 𝕔𝕙𝕚𝕔𝕠𝕤 𝕩 𝕝𝕖𝕔𝕥𝕠𝕣𝕒.

|𝟷| 𝙼𝚒𝚖𝚘𝚜 𝚍𝚎𝚜𝚗𝚞𝚍𝚘𝚜.

𝘼𝙧𝙢𝙞𝙣 𝘼𝙧𝙡𝙚𝙧𝙩 𝙭 𝙇𝙚𝙘𝙩𝙤𝙧𝙖.

Luego del ataque a Marley, de la muerte de su querida amiga Sasha Blouse, notabas a Armin muy callado y distante contigo.
Entendías que la situación era difícil para él y sus amigos, pero eras su novia, desde que rescataron a Eren, se volvió más distante y evitaba cruzar miradas con tu persona.

Y para colmo, Connie con la mirada llena de pena, te contó de manera secreta para que el rubio no se enterara que fue él quien te lo dijo. "Está viendo a Annie, pasa un buen rato con ella" susurró en la cena que dejaste por completo luego de enterarte, le agradeciste al muchacho, no tenía caso enojarte con él porque era amigo de ambos y lo menos que querías era tener riñas con gente cercana por celos, eso sería caer bajo.

Te levantaste para ir a tu habitación, te acercaste a la ventana, mirando el cielo estrellado y suspiraste. Pensaste mucho en decirle a Armin que si ya no sentía nada por ti lo mejor para ambos seria terminar su relación, estabas dispuesta a dejar tu felicidad por la felicidad de la persona que amabas y ya estabas decidida, se lo ibas a decir esa noche, pero unos brazos rodearon tu cintura por detrás.

—Aquí estabas...— musitó el joven Arlert que con su aliento en tu nuca te hizo dar escalofríos, tu novio apoyó su mentón en tu hombro y te dedicó una sonrisa calma.

—Si... — sólo dijiste bajando un poco la mirada, tu cuerpo se tensó cuando el rubio te dio un beso en el cuello, fue un beso rápido, pero aun así el sintió tu tensión y tus puños cerrados lo alertaron un poco.

— ¿Pasa algo? — preguntó inocentemente, tragaste saliva porque si hablabas tus lágrimas serían las protagonistas.

—Armin... — empezaste mientras rompías el contacto físico con tu novio y te alejabas para sentarte en la cama. —Yo te amo mucho, he estado para ti siempre— le dijiste, no querías mirarle aún, pero sabías de sobra que te estaba viendo con esos ojos celestes llenos de preocupación y miedo. —Pero desde el rescate de Eren siento que no me quieres a tu lado...estoy dispuesta a hacer frente a que no me quieras más, pero prefiero que me lo digas a que evites mi contacto o... — ahora sí lo miraste, él te miraba con el ceño fruncido, sí, ya no quería estar contigo, tus ojos ardían porque las lágrimas amenazaban con salir en cualquier momento, mordiste tu labio para no soltar un sollozo.

— T/n yo...no, sigo amándote, no quiero que te alejes de mí y te pido disculpas por hacerte creer que ya no quiero ser tu pareja al contrario... Debí haberte contado lo que me pasa, sé que sabes que he estado frecuentando a Annie, pero sólo era para ver si su cristal se rompía y pedirle explicaciones, no hay otro sentimiento más que amor por ti, lamento haberte preocupado, eres mi vida ahora. — había dicho todo aquello arrodillado y apoyado en tus rodillas mientras con una de sus manos acariciaba tu mejilla. —No quiero perderte, no ahora... — concluyó para levantarse, tomarte de ambas mejillas y besarte suavemente.

Sonreíste levemente sobre sus labios tranquilizándote el hecho de saber que sólo te amaba a ti, el rubio profundizó el beso empujándote despacio hasta que tu espalda quedó completamente apoyada en el colchón de la cama.

"Te amo" susurraste cuando se alejó de tu boca y sus besos descendieron por tu cuello. "Yo también te amo" dijo sobre la línea de tu mandíbula y sus manos comenzaron a desprender los botones de tu camisa, liberando así tus pechos.

Desde que comenzaron a hacerlo había mostrado cierta fascinación y obsesión con tu busto, durante sus actos sexuales no podía faltar un poco de atención a esa parte de tu cuerpo que tanto le gustaba. Obviamente no te quejabas porque eran placeres nuevos. Gemiste cuando comenzó a lamer y morder tus pezones. Tus dedos se enredaron en los cortos cabellos del muchacho que seguía ocupado con tu seno lamiendo y mordiendo mientras que con una de sus manos estrujaba y pellizcaba el otro.

—Hmmm ~ — soltaste y te incorporaste haciendo que Armin te mirara con un pequeño puchero, pero es que tú también querías darle un poco de atención a tu chico.

Lo tomaste del cuello e invertiste la posición quedando sobre él mientras desabotonabas su camisa, recorriendo su torso con besos y algunas mordidas que le arrancaban suaves gemidos. Una de tus manos se posó sobre el abultado pantalón en la zona de su entrepierna. Lo miraste juguetona.

—Parece que hemos despertado al colosal... ¿hmm? —Armin soltó una risita con sus mejillas completamente rojas. Lo siguiente que hiciste fue desabrochar el cinturón y luego desprender los botones del pantalón liberando así el miembro de tu novio. Un leve siseo aliviado salió de los labios de Armin. Diste una lamida a la punta y el muchacho soltó un gemido.

—T/n por favor... — pidió el de ojos azules, le diste lo que quería, lamiste el tronco completo y luego volviste al glande para comenzar a meterlo dentro de tu boca. —Maldita sea, que bien se siente— eran tan caliente escuchar al inocente Armin Arlert maldecirte por esas cosas.

Estuviste un buen rato encargándote del miembro de tu chico quien soltaba suaves gruñidos hasta que no aguantó más, necesitaba estar dentro de ti, te quitaste toda la ropa que aún quedaba en tu cuerpo, volviste encima suyo, pero antes Armin pasó su palma por tus pliegues y al notarte empapada además de deseosa por tenerlo dentro tuyo te tomó de las caderas y lentamente su miembro comenzó a adentrarse por tu cavidad arrancándole gemidos a ambos cuando estuvo por completo dentro tuyo.

Te erguiste para sentirlo todo, moviste tus caderas de forma circular y lenta arrancándole un nuevo gruñido al rubio. Suspiraste, clavando levemente tus uñas en el pecho del joven cuando esté dio una embestida, no fuerte, pero si certera para llegar más profundo. Gemiste cuando sus brazos te abrazaron haciéndote inclinar sobre él y así poder embestirte rápido mientras devoraba con ansía tu cuello, dejando marcas notorias sobre él y tú sólo te encargabas de gemir en su oído cosa que lo encendía aún más. Te volviste a erguir, el seguía moviendo sus caderas, pero se detuvo cuando vio que una de tus manos se dirigía hacía sus testículos para estimularlos.

—No seas así T/n aaah~! — suplicó él, pero un gemido sonoro salió de su garganta al sentir tus masajes.

Armin no se iba a quedar atrás, lamió su pulgar y lo acercó a tu clítoris y con movimientos circulares comenzó a estimularlo arrancándote gemidos y haciendo que las embestidas fueran erráticas, no tardaste en tener tu primer orgasmo lo cual se detuvieron un momento para que tu recuperarás el aliento mientras el besaba tus mejillas. Una vez recuperada, Armin salió de ti, te acostó junto a él posicionándose detrás tuyo y alzó un poco tu pierna para volver a introducirse dentro de ti.

—Te amo. — repitió mientras comenzaba a embestirte nuevamente y con una de sus manos la llevaba a tu cuello para apretarlo suavemente sin ahorcarte pero que sabía que te gustaba.

Tus gemidos levemente entrecortados le daban aviso a Armin que estabas al borde de otro orgasmo y obviamente el ya no aguantaba más tampoco. Ambos gemían fuerte y cuando Armin dio un gruñido sobre tu hombro ambos sabían que habían llegado.

Te recargaste en su pecho aún de espaldas a él, tratando de calmar sus respiraciones agitadas y cuando el rubio beso tu cuello te volteaste hacía él con una sonrisa.

—Te amo tanto, Armin... Eres el amor de mi vida— dijiste amorosamente y besaste sus labios los cuales estaban sonriendo de felicidad

—Tú también lo eres T/n, lamento haberte hecho preocupar— dijo mientras su mano mimaba tu espalda desnuda — Te amo mucho como para perderte por nada. — te estrechó contra él y besó tu frente.

—Solo te pido que me avises cuando vas a ver a Annie... — reprochaste mientras pellizcabas de manera juguetona su estómago haciendo que éste riera y asintiera volviendo a besar tus labios.

Luego de muchos mimos, se quedaron dormidos abrazados el uno con el otro. Ambos estaban felices.