04.

369 53 40
                                    

—Bienvenido a tu primera noche en una discoteca gay, exclusivamente de hombres.

—Viniendo de ti esto no me sorprende.

Ambos jóvenes se quedan de pie en la entrada, en especial Hyungwon quien no piensa bajar los dos escalones y tocar el suelo del lugar. Las luces psicodélicas y la falta de luz afectaba un poco su visión, la música que parecía ser de un género muy distinto retumbaba en sus oídos y ni qué decir de cómo estaban vestidos los demás, solo unos cuantos llevaban puestas sus camisetas sin mangas mientras que él cubierto hasta el cuello con su traje negro.

—Anda, vamos a entrar. —Minhyuk intenta jalarlo dentro del lugar, pero Hyungwon se resiste.

—Min, no creo que sea buena idea.

—Bien, te lo buscaste.

El de cabellos marrones levanta sin mucho esfuerzo al más alto como si fuera un costal de papas ignorando los quejidos de éste, incluso se toma el descaro de nalgar su trasero expuesto provocando que Hyungwon suelte un sollozo.

—¡Bájame! Esto es humillante. —murmura el abogado esperando que sus largos cabellos cubran su rostro, la mayoría estaba viendo esa escena.

—Eres un chico malo, ya verás cuando lleguemos a casa. —dijo el artista elevando su voz más de lo debido, provocando que muchos silbaran y soltaran comentarios de más.

El que tendría problemas aquí será otro, pensó Hyungwon y segundos después su trasero chocó con algo acolchado. Ahora se encontraban sentados en frente de la barra, no había muchos chicos allí.

—Relájate, estás conmigo. —Minhyuk acaricia su brazo con suavidad y Hyungwon asiente, sabe que está a salvo junto a él. —Quítate el saco para que entres en ambiente.

El abogado lo hace estando un poco cohibido todavía. —No voy a coger con nadie, solo quiero dejar eso claro.

—Oye, esto no es un burdel o un prostíbulo. —el artista se deshace de su chaqueta beige y la deja sobre su regazo. —Aquí solo venimos a bailar, tomar, conocer personas y si algo se da bien, pero fuera del lugar.

—Se ve que conoces de esto. —comenta Hyungwon arqueando una ceja. Se imaginó a Minhyuk coqueteando con otros chicos de este lugar, siempre tan confiado y descarado... eso le hizo arder el estómago. Tal vez tenía hambre. —Hay que comer algo, no he comido desde el almuerzo.

Su amigo asiente y se gira hacia el barman. —¡Hoseok!

El chico se gira para acercarse a ambos chicos con una deslumbrante sonrisa. Tiene el cabello rubio alborotado y una camisa sin mangas semi abierta dejando a relucir sus pectorales, ni qué decir de sus enormes brazos que son el triple de los de Hyungwon, o al menos eso piensa él.

—Hey, Min. —saluda el más alto y Hyungwon no puede evitar sentirse fastidiado, él es el único que puede llamarlo así. Minhyuk nota el ceño fruncido de su mejor amigo y sonríe con ternura.

—No me llames así, el único que pueda llamarme de esa forma es Hyungwon.

—Oh, así que tú eres el famoso Hyungwon. —Hoseok apoya los codos prestándole atención al pelinegro.

—¿Famoso? —pregunta él interesado por saber.

—Oye Hoseok, tráele algo de comer y un trago suave pero con algo de ya sabes. —el artista por poco y empuja a Hoseok para evitar que siga hablando de más.

—Tú eres el que me espanta a los que me interesan.

—¿Te interesa Hoseok? Pero si lo conociste hace poco, literalmente hace un minuto. —exclama él un poco nervioso.

𝐓𝐡𝐞 𝟏𝟎 𝐲𝐞𝐚𝐫𝐬 𝐩𝐥𝐚𝐧  ►︎ 𝐇𝐲𝐮𝐧𝐠𝐇𝐲𝐮𝐤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora