12.

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El timbre se escucha por toda la casa, no suena una sino varias veces. Minhyuk sale del baño con su bata, debajo de ésta unos shorts de tela y el cabello ligeramente húmedo, el sonido del timbre lo iba a volver loco si seguía así.

—¡Ya voy! —grita él dispuesto a encarar a quien sea que esté haciendo tanto escándalo, no le importaba estar semi-desnudo. —¿Quién diablos...?

El artista se detiene en seco al ver a Hyungwon allí de pie en frente de él. Su respiración ligeramente agitada, la boca entreabierta y los ojos fijos en él.

Eso solo podía significar una cosa; había leído la carta.

—H-Hyungwon... —balbucea él observándolo como si fuera algo irreal.

—¿Cómo puedes? —pregunta el pelinegro con rudeza, los ojos echando chispas de ira y a la vez tristeza.

—¿A qué te re-

—¿Crees que alejándote de mí se solucionará todo? ¡Pues no! —no puede más, suelta todo lo que tiene atorado dentro de él. —Tú no puedes...

—Ven aquí. —rápidamente lo toma de la mano llevándolo al interior de su casa.

El más alto se deja sin refutar, incluso Minhyuk tiene el permiso de rodearlo con sus brazos, llevando una mano a sus cabellos para así recostar la cabeza de éste contra su hombro. Se emocionado al sentir como tímidamente Hyungwon le devuelve el abrazo, enterrando el rostro contra su cuello. Bajo la oscuridad que los rodea, se abrazan como si no se hubiesen visto durante años, aunque saben que fueron solo unos días, ellos lo sienten de esa manera. Hyungwon no supo en qué momento empezó a llorar, tampoco le importa. Minhyuk se preocupa cuando lo oye sollozar pero éste solo se aferra a un más a él, dándole a entender que no quería separse.

—Hyungwon... —lo llama en un suave susurro, de a poco se separan y Minhyuk logra verlo, a pesar de la escasa iluminación ve sus ojos cristalizados. Sonríe de costado y aparta un mechón de su rostro. —Te extrañé.

—Y yo a ti. —responde Hyungwon antes de hacer lo que tanto había estado deseando hacer desde hacía mucho, y que esperaba no ser rechazado

En un rápido movimiento lo atrae hacia sus labios, solo que esta vez no es un roce o un casto beso como lo había hecho Minhyuk aquella vez en su habitación. Comienza succionando su labio inferior con mucha delicadeza antes de ladear la cabeza hacia un costado en busca de llegar a algo más íntimo, más profundo. Hyungwon pierde todo rastro de miedo e inseguridad al sentir las grandes manos ajenas ahora en su cintura, los labios de su mejor amigo se mueven contra los suyos, demandando el control que no estaría dispuesto a dar. Jadea de satisfacción contra su boca cuando la lengua de Minhyuk se hace presente, obligando a la suya a darle la batalla que tanto desea.

La espalda de Hyungwon choca con el muro de la pared y éste forma un nudo con ambos brazos rodeando el cuello ajeno, mientras que Minhyuk ejerce presión en su agarre contra las caderas del abogado provocando un placentero roce haciéndolos gemir a ambos. Los labios redondos de Hyungwon bajan por su mejilla hasta su clavícula, mordiéndolo con suavidad, dejando un rastro húmedo hasta llegar a la piel de su cuello, justo encima de su manzana de Adán. Minhyuk siente cosquilleos por todo su cuerpo, sobretodo en su entrepierna que choca tortuosamente contra la de su mejor amigo.

Mierda, ¿debería seguir llamándolo así?

—Hyungwon... —murmura Minhyuk entre jadeos, marca una corta distancia y el más alto detiene sus besos algo confundido. —Espera.

—He querido hacer esto desde hace mucho. —confiesa Hyungwon, su respiración agitada choca con la suya. Sus ojos brillando ahora por la lujuria y calentura del momento, Minhyuk lo miraba de la misma manera. —No me detengas ahora.

𝐓𝐡𝐞 𝟏𝟎 𝐲𝐞𝐚𝐫𝐬 𝐩𝐥𝐚𝐧  ►︎ 𝐇𝐲𝐮𝐧𝐠𝐇𝐲𝐮𝐤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora