Capitulo 4

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Samuel y Carla entran en la casa de la rubia, aun besándose y saboteándose sin control.

-¿Segura que esto es lo que quieres hacer? - cuestiona

-¿Y tú?

Samuel ve como Carla quita la chaqueta y camina lentamente hacia él.

-Creo que... estoy más seguro que nunca.

Samuel quita la camiseta, le toma por la cintura, sorprendiéndola y besándola locamente en labios.

-Espera, guapo... tenemos todo el tiempo del mundo.

-No me gusta esperar, hermosa - susurra al poner mano detrás de su cuello y dándole otro beso

Carla se deja llevar, le gustaba el perfume de Samuel combinado con sabor de sus labios.

Samuel le empuja en el sofá y se inclina hacia ella besándola, con su mano derecha empieza tocar su pierna, haciéndole gemir y al mismo momento besa su cuello.

De repente, ambos oyen alguien abriendo las puertas y Samuel salta del sofá en ese mismo segundo.

-¡Joder!

Ambos vean a Teo mirándolos con mala cara, cruzando los brazos.

-¿Qué es lo que está pasando aquí?

-Ya, papa... relájate.

Teo frunce el ceño.

-Señor, yo...

-Ya sé quien eres y quiero que te vayas de aquí, si te vuelvo a ver con mi hija habrán consecuencias.

Samuel le mira con poco miedo.

-Sal de aquí...

-Papá, por favor, estás exagerando.

Samuel empieza sentir cierta incomodidad.

-Vete de aquí.

Samuel asintió con cabeza y sale de casa, con Carla siguiéndole.

-¿Samuel?

Samuel da vuelta aun sintiéndose un poco avergonzado.

-Mira, Carla... lo que te dije sobre mi secreto...

Carla se le acerca de manera más seductora.

-Tranquilo, no hay nada malo en que seas virgen.

-¿Puedo confiar en ti?

-Por supuesto.

Samuel, sonríe, confiaba en Carla por completo, esa atracción que sentía hacia ella se hacía cada momento más grande.

Carla entra en casa y se encuentra con la mirada de Teo, juzgándola.

-Cuando te dije que quería que te acercaras a ese chico, no pensé en esto, no te quiero volver a ver con él.

-¿Y eso?

-No te conviene.

Carla bufa, molesta, no le importaba absolutamente nada, sabía que al fin del día iba a hacer lo que ella decida hacer.

Amor primeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora