Amor primero

Capitulo 11

Samuel había triunfado al darse cuenta de que ha podido convencer a Carla de que Teo le haga el caso, ahora solamente faltaba irse a cenar con ellos y convencer a Teo de investir con ellos.

-¿Has logrado?

-¿Lo ves?

El padre de Samuel le abraza, por primera vez se sentía orgulloso de su hijo, aunque no se trataba de algo de lo que debería estar orgulloso.

-Estoy seguro de que vas a lograr convencer a Teo de que acepta el trato, confió en ti.

-Así será...

-¿Y Samuel?

-Dime.

-Cuando todo este show termina volverás con Ari, ¿no?

Samuel le mira callado, ese no era el trato, pero se veía sin opción, quería complacerle a su padre, que él le quiera y admira... esa era su oportunidad.

-Lo que tú digas - responde con sonrisa falsa

Samuel se fue directamente hacia casa de Carla, la sirvienta le abre las puertas y el castaño busca con mirada a Carla.

-El señor le está esperando en el salón...

La sirvienta no era muy fan de Samuel, de eso se daría cuenta y un ciego.

Samuel sigue camino junto a sirvienta, quien no aparta mirada de él, aun odiándole.

-¿Y Carla?

-Carla no está - decía Teo

Samuel entendía que sería muy difícil hacer lo que le prometió a su padre.

-Querías hablar conmigo, no con mi hija.

-Está bien.

Sirvienta les deja a solas, Teo le sirve una copa del vino a Samuel.

-A ver, lo que quería es hablar sobre negocios, creo que eres un hombre correcto que sabrá donde investir su dinero.

-Eres muy inteligente... o muy calculador.

-Igual que tú, ¿no?

-¿Qué tengo yo de investir contigo y tu padre?

-Mucho más dinero de lo que ya tienes, no te olvides que mi familia es más rica que tú, somos multi millonarios - decía de manera arrogante

-Vaya, somos más similares de lo que pensé.

Samuel aprieta la mano.

-Para ti es mejor investir, supongo que Carla no sabe nada de lo que hiciste con ese colegio... lo destruiste para poder construir un centro comercial, el centro comercial más grande en Madrid.

-¿Lo descubriste?

-Por supuesto.

-¿Y ahora pretendes chantajearme?

-Carla te quiere mucho, estoy seguro de que no le iba a gustar saber lo que hiciste... si lo hago te va a despreciar.

Teo le mira con ojos llenos de rencor, le dolía saber que ese chico lograba ser más inteligente y además seguía cerca de su hija.

-Necesito pensar un poco.

-Teo...

-Señor Rosón, así deberías llamarme.

De repente, Carla entra en casa, sorprendida al encontrar a Samuel.

-¿Samuel?

-Samuel ya se iba, ¿no es así?

Samuel asienta con cabeza muy molesto.

-Estaré esperando tu llamada.

Samuel camina hacia salida de casa, junto a Carla, quien le sigue.

-¿Qué paso?

-Es tu padre, que no quiere aceptar el trato.

-Si no quiere dejalo y ya...

Samuel la mira sin entender como puede tener diferente opinión a la de él.

-¿Déjalo y ya? ¿En serio?

-¿Por qué sigues con este empeño?

-Porque... porque es la cosa correcta, ¿no?

Carla se le acerca, trata besarlo, pero Samuel se aparta.

-Tu papá esta aquí y estoy seguro de que estoy en su lista negra.

-Él no sabe lo que hay entre tú y yo...

Samuel sonríe coquetamente, pone mano sobre su mejilla.

-¿Y si tú le haces cambiar la opinión? - cuestiona, manipulándole

-¿Yo?

-Claro, tú tienes ese poder.

-Samuel, estoy harta de negocios y mi padre... quería que nos vayamos a esa fiesta en la playa por la noche, va a haber poca gente y podríamos perdernos en algún lugar.

-Que si, pero por favor convéncele y todo va a estar bien.

Carla se dejaba llevar por ese brillo en ojos del castaño, quedaba hipnotizada y odiaba tener que decirle que no.