Con teléfono en mano decía a todo que sí para que su madre no se molestará más de lo habitual, tomó un pedazo de pan manteniéndolo en su boca en lo que revisaba cosas de la escuela en su computadora.
— Mamá no te enojes así entiendeme— terminó su rápido desayuno cerrando la laptop tomando correctamente el teléfono— prometo que en cuánto termine este proyecto iré a visitarte, Akemi también extraña verlos.
Mantuvo bajo control la situación que enfrentaba con su progenitora y después colgó, habían pasado 7 años desde el nacimiento de su hija la cuál cumplía recientemente sus 7 años, todavía se hallaba estudiando le faltaba poco para graduarse y por fin ser un profesional en la carrera que escogió, fubuki también estudiaba aún, pero pendiente de la niña para ir a recogerla a la escuela a la hora de salida; le gustaba la vida que llevaba, vivía en un departamento que compro con el rubio para un mejor entorno dónde akemi pudiese vivir bien. El trabajo tampoco era tan pesado cómo creyó hace años atrás, le iba muy bien, las personas con las que laboraba eran muy amables con él, claro jamás se quejó porque:
A sus 23 años la vida le abría caminos maravillosos.
Pudo relajarse cuándo su trabajo quedó completo sobo su cabeza yendo a sentarse en el sofá suspirando algo exagerado, giró su vista viendo una fotografía, era él y los chicos que conformaban el club de beygoma, estiró su brazo sujetando entre su mano el marco de esa foto sonriendo por los recuerdos que invadieron su mente.
"Eres tan altanero que personas cómo tu no deberían ser blaiders ¡Acepto tú reto!"
Esa frase se la dijo su amado oji-rubí cuándo le dio una impresión de mal gusto, río por eso, aunque eso no le causó tanta risa si no que por su imaginación jamás paso la posibilidad de formar una familia con la persona que consideraba su rival. Acomodó esa foto en su lugar exponiendo la ante sus ojos cuáles se postraron en la puerta que fue abierta por su novio.
— ¡Mami ya llegamos!— dijo alegre una pequeña de cabellos rubios.
— ¿Cómo te fue en la escuela?— se paró yendo a con su hija cargándola.
— ¡Bien cómo todos los días!— abrazó su cuello muy feliz— papi dijo que visitaremos a mi amigo.
— Hablas de Seiichi verdad amor?— dijo sonriendo la niña asintió.
— ¡Sii extraño jugar con él!— hablo más emocionada— ¡También extraño a la bebé de el tío Shu y el tío Valt!
Sumiye fue con sus dos tesoros para abrazarlos, si bien Shu y Valt no eran parientes de sangre de aiger pero este quería a Aoi cómo si fuese realmente su hermano,lo mismo con Shu, la oji-azul llamaba "tíos" a los Kurenai Aoi porque Valt se lo pidió, le gustaba cómo sonaba y Seiichi era hijo de Suoh y Toko este tenía 5 años era más chico que akemi pero se llevaban super bien.
Alistaron una pequeña mochila con uno que otro juguete de la rubia revisando que nada se le olvide, sus papás también se arreglaron para ir a la casa del albino y el peli-azul quienes marcaron unas horas antes, invitándoles a comer ya preparado todo salieron de su departamento rumbo a la casa del matrimonio Kurenai Aoi.
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¿𝗖𝗼𝗺𝗼 𝗦𝗲 𝗖𝘂𝗶𝗱𝗮 𝗨𝗻 𝗕𝗲𝗯𝗲? [ғᴜᴀɪɢᴀ]
FanfictionCuándo una persona ama a alguien decide entregarle lo más preciado de si mismo pero que pasa si está "acción amorosa" se entrega sin amar y solo por pura curiosidad. Tal es el caso de Aiger Akabane quién con uno de sus más grandes rivales intenta se...