El plan de Hurrem Sultan.

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Luego de ver el príncipe Mustafa, camine por los largos pasillos del Palacio, tenía que encontrar el príncipe Mehmet.

Por suerte Sümbül apareció en mi camino, se veía algo preocupado pero trate de no tomar la importancia, después de todo esos no eran mis asuntos.

Sümbül- me acerque rápidamente a el- Sümbül perdón por molestarte pero, necesito encontrar los aposentos del príncipe Mehmed. -

El con un gesto de desagrado con su mano derecha hacia arriba dijo - iiiihhh niña por el amor de halla, no ves que estoy ocupado? - se aleja unos pasos de mí
- por favor Sümbül, la sultana se enfadara conmigo si no hago lo que ella dice - el me miró de pies a cabeza - esta bien niña -
yo feliz trate de abrazarlo - muchas gracias Sümbül, por cierto, mi nuevo nombre es Zerdali, el príncipe Mustafa me bautizo de esa man - no pude terminar la palabra y el ya se tapo la boca - aaaaay niña vulgar, no me digas que ya te metiste a los aposentos de su alteza el príncipe Mustafa, y ahora además quieres ir por su alteza el príncipe Mehmet- agitó la mano de arriba hacia abajo, el al parecer entendía otra cosa, que prefiero no imaginar - n...no Sümbül estas entendiendo mal - en eso, antes de que Sümbül me diera una mirada asqueada, nos interrumpen-

Que sucede Sümbül, te escuche decir mi nombre- se acercó un joven alto, de cabello negro, si, el mismo chico de aquella feria... su vestimenta era muy refinada, casi tan igual al del sultán.
Sümbül y yo solo bajamos nuestras cabezas y reverenciamos-

Su alteza... esta criada lo buscaba a usted - Sümbül me miró, yo solo atiné a no soltar una palabra mirando hacia el piso de mármol blanco-

Así que tu eres la criada que me dio como regalo mi madre... - el dio una pequeña sonrisa-ven acompáñame, debo instruirte en tus quehaceres desde ahora -
Yo sin decir una palabra asentí, comenzamos a caminar nuevamente por aquellos pasillos... hasta que pasamos por la entrada del jardín real, allí se encontraba el príncipe Mustafa entrenando con su espada... se veía realmente magnífico-
Estas bien? - me interrumpió el príncipe Mehmet -

S...sí mi príncipe, solo estaba, observando lo grande y maravilloso que es el jardín real- Mehmet sonríe- sí, es realmente hermoso, bueno sigamos- deje de observar a Mustafa y seguí mi camino tras el príncipe Mehmet. Al llegar a la entrada a sus aposentos me puse algo nerviosa, no quería que pensaran lo que imaginaron que sucedió con el príncipe Mustafa.

Puedes ingresar - dijo el príncipe Mehmet, entre y puse observar su hermosa habitación -

Necesito que ordenes algunas cosas, quisiera cambiar las cortinas por unas que mi padre y yo conseguimos en la campaña de esztergom - miraba con orgullo aquellas lindas cortinas de color miel, luego se dio media vuelta- también necesito que ordenes estos libros - tomó algunos libros de su mesa de trabajo- estos libros me los regalo me hermano Mustafa, son muy preciados para mí. - observo un libro en particular, al parecer la relación que ambos tenían era muy fuerte, dejando de lado la competencia que deberían tener por el trono. -

Bueno... no se si fui muy claro - dijo nuevamente dirigiendo sus ojos hacía mí -

Si su alteza, lo haré enseguida - odiaba con mi alma ordenar, realmente en el mundo moderno me llamaban floja, prefería dormir, trabajar y por supuesto entrenar, el orden no era lo mío.

Mientras el príncipe leía uno de aquellos libros que el príncipe Mustafa le había obsequiado, yo me esforzaba por colocar en su lugar esas pesadas cortinas.

Aggghhh que horror, ni siquiera en este siglo puedo liberarme de estas cosas - refunfuñe molesta hacía mí, sin darme cuenta el banco donde estaba encaramada... se ladeo y caí, todo fue en cámara lenta para mí, cerré los ojos esperando el golpe de la caída, pero no sucedió...
Abrí mis ojos y pude observar al príncipe Mehmet sosteniendo de mí.

El Hilo Rojo. (Mehmed Sultán - Mustafa Sultán).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora