Consumar nuestro amor

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(Capítulo con contenido Adulto).


Narra Mustafa

No pude aguantarlo, no conocía a nadie en el mundo quien pudiera hacerme frente, nadie excepto ella... su hermosa mirada de enfado me hacía volver loco, mi placer máximo era tocar su suave y cálida piel.
Zerdali... - susurre mientras bajaba por su cuello- no aguanto más, no puedo estar sin tus besos... - ella solo observaba mis labios, los mismos que bajaban desde su cuello a el principio de sus senos. -

Entonces, habla con su majestad- suelta de sus labios de manera jadeante, su excitacion me hizo avanzar a hasta el otro paso, entre las hojas del bosque nos encontrábamos compartiendo nuestras caricias, ella bajo de mi. En el momento que decido abrir un poco su corset, sus pechos se revelaron para mí. No pude contenerme a tan bella situación, esos bellos senos delicados con sus pezones color rosa palido... no pude evitar tragar un sorbo de mi propia saliva. Sin perder tiempo mi boca se aferra a uno de ellos, provocando un pequeño y dulce gemido de ella, podía sentir como su cuerpo se estremecía para mí.

Mus...Mustafa- ella hablo- llévame lejos de aquí, solo quiero estar contigo, no quiero ser la prometida de Mehmed.-
Sus palabras eran música para mis oídos, mi cuerpo agitado ya no podía soportarlo, quería estar unido a ella para siempre y por siempre...

Por favor Mustafa, déjame ser tuya, tuya por siempre hasta el fin de mis días- mientras una de mis manos sostenía su cabello, otra bajaba hasta su entrepierna, esta se encontraba húmeda, podía sentir su excitacion entre mis dedos... no me detendría si ella no me lo pedía, era tan extraño todo, es como si se hubiera cambiado los papeles y ella fuese la princesa, no solo princesa, mi sultana... la sultana de mi corazón.

Es, es realmente lo que quieres Zerdali?... - pregunte con deseo de que ella me dejara entrar, ella sin esperar me besa, luego se separa de mí y su boca la hace llegar a mi oído derecho -

Si Mustafa, hazme solo tuya, desde hoy quiero pertenecer solo a ti... - entendí a la perfección, sin perder tiempo comencé a despojarme de mi ropa, ella trataba de ayudarme pero nuestras manos eran torpes por nuestra desesperación de unirnos, de igual manera logramos llegar al momento, libre de todos los del imperio, comenzaba a darme paso a su paraíso, pero unas palabras me detuvieron-

Espera... es, es mi primera vez- sus ojos llenos de placer también reflejaban un poco de temor, eso me pareció enternecedor-

Tranquila, prometo ser cuidadoso - acaricie su rostro y bese su frente, para luego volver a lo que íbamos.

Comencé mi expedición, me encontraba cómodo entre sus piernas, mi boca volvió nuevamente al lugar donde se encontraban esos dulces pezones, ella emitía unos leves gemidos, era el momento para entrar, fue así que moví de manera suave mi cadera, sentía como podía entrar a ese lugar, era suave... tan suave pero a la vez apretado y caluroso, ella grito un poco...

Mustafa... - gimió, bese su boca para que nadie alrededor nos pudiera escuchar-

Tranquila, estoy entrando...- comencé nuevamente, me iba adentrando mientras su cuerpo se estremecía, hasta llegar por fin hasta su tope... ella incrustó sus uñas en mi espalda -

Ahora... que estas completamente dentro de mi, házmelo como tu lo sabes hacer Mustafa- hablo de manera agitada, eso me hizo apretar mis dientes, comencé a embestirla cada vez más rápido y fuerte, ella se retorcía del placer que estaba sintiendo, comencé a jugar con sus senos mientras mi pelvis se movía con fuerza, sus gemidos salian de su boca cada vez con un tono más elevado. Fue así que estuvimos aproximadamente veinte minutos.

El Hilo Rojo. (Mehmed Sultán - Mustafa Sultán).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora