obligadas a compartir nuestro amor

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Narrador

Pasaron cuatro meses desde el último encuentro de Zerdali y Mustafa, aún así, ambos seguían teniendo comunicación, gracias a las cartas.
Los dos no dejaban de escribirse ni siquiera un día, para los mensajeros ya se había hecho costumbre ir y volver al palacio de Manisa.
Mehmed cada vez se encontraba más cerca de su padre el sultán, recolectando experiencia sobre campañas en las que participaría pronto.

Narra Hurrem

Mi glorioso hijo, cada vez más apuesto y más inteligente, su padre estaba completamente orgulloso de él, y yo también. Nunca había sentido tanta tranquilidad en el palacio, ya me había desecho de Mahidevran casi por completo... y Mustafa ya no me era una amenaza. -

Gracias allah- suspire, podía observar desde mi balcón a Zerdali practicar junto a mi hijo Mehmed con las espadas, allah me había beneficiado al traer a Zerdali a mi lado, era la única amiga que tenía en el palacio... todos los demás me habían dado la espalda, excepto por mis hijos y su majestad.
Sonreí, ambos reían y Mihrimah apoyaba desde unos metros junto con Cihangir, Selim y Bayaceto a su amiga.-

Sümbül...- hable, y este inmediatamente llego a mi lado -
Si mi sultana...?- sin dejar de observar a mi familia - has sabido algo sobre la decisión de Hatice?... - quería saber cada detalle, quería ser la primera en enterarme si Hatice se divorciaba de Ibrahim... -

No sultana, aun no ha dado ninguna noticia - cierro los ojos a la respuesta de Sümbül agha-
Que tonta... - susurre- bien... debo ir a ver a su majestad el día de hoy- comencé a prepararme para ir a ver a su majestad, pero Sümbül hablo-
Sultana... el día de hoy llegaron las criadas que vimos por el camino- era cierto, cuando veníamos desde manisa habíamos visto algunas chicas, me había roto el corazón verlas caminar sin sentido, así que le dije a Sümbül que las trajera al palacio. -
Bien, después de todo necesitamos buenas muchachas para el harén de mi dulce Mehmed- comuniqué-
Bien, iré a verlas enseguida Sümbül. - Sümbül asintió de inmediato y se marchó.

Narrador

Sümbül armo una fila de las nuevas esclavas, cada una de ellas se identifico con un nombre, una se llamaba Clara, otra Nadia... y la última Firuze.

Todas se posicionaron en sus respectivas camas dentro del harén.

Al pasar dos semanas, Suleiman se encontraba molesto con Hurrem por haberse cambiado de aposentos a los de su difunta madre, no la veía, no la llamaba, esto producía un terrible malestar en Hurrem, sin aguantar más Hurrem se dirige a los aposentos de Suleiman para tratar de tener aunque sea una conversación con su amado, pero todo fue una perdida de tiempo.
Suleiman de encontraba dando un paseo por su palacio, en donde descubrió a Firuze tocando el arpa, esto había llamado bastante su atención, le intereso tanto esa chica que pidió que se realizara un pequeño festejo antes de marchar a su campaña, al parecer el sultán quería probar el néctar de otra mujer antes de partir.

Narra Zerdali

Mi pobre sultana se encontraba angustiada, caminando de extremo a extremo en sus nuevos aposentos. -
Sultana...- trate de detenerla pero fue en vano, ella no se detenía por ningún instante- sultana... su majestad solo tiene ojos para usted sultana, el no podría fallarle a alguien como usted- trate de animarla, pero al parecer había sido para peor, ella se sentó de golpe en su gran sillón-
No lo conoces Zerdali, el... el es capaz de estar con otra mujer para castigarme- hablo entrecortada, sus manos tiritaban por los nervios. Era triste ver a la sultana magnífica estar así por un hombre, porque yo sabía muy bien que ella no se encontraba así por el poder, ella amaba al sultán con su alma.

El Hilo Rojo. (Mehmed Sultán - Mustafa Sultán).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora