✞ Recuerdos ¡!

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— Seungmin, anuncia a los demás policías que mañana, a las 6 a.m iremos a la cueva donde se encontró la única pista del caso, llama a las demás unidades y diles...que el caso de Lee Felix, se vuelve abrir.

Chan le ordenó a Seo y a los demás que fueran a descansar por lo menos dos horas, a lo que los chicos asintieron. Antes de retirarse, Changbin le dio la caja que habían encontrado cerca del puente, dándole una última mirada a su amigo policía para después irse de la estación.

Chan al ver que los chicos se iban, soltó un gran suspiro, su cabeza dolía y sus ojos se llenaban de lágrimas que se negaban a caer.

— Jefe, ¿está bien? ¿quiere que le traiga algo? — un preocupado chico se acercó a Chan, con un vaso de agua.

— Estoy bien, no es necesario que me digas jefe, Minnie, ya lo sabes — Chan se levanto de su escritorio y se acerco al menor para abrazarlo — Anda a dormir, mañana será un día ocupado.

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Hyunjin manejaba tranquilamente hacia la casa del menor de estatura, todos habían acordado ir con Seo y quedarse con él toda la noche y parte del día.

Al llegar a casa, Minho, Hyunjin y Changbin fueron a darse una ducha, mientras los menores preparaban algo; al cabo de unos minutos, los 5 chicos ya estaban sentados disfrutando la comida, un silencio demasiado tenso adornaba la atmósfera, y nadie se atrevía a romperlo.

— Binnie, ¿Cómo conociste a Felix? — preguntó Yang mirando al antes mencionado.

Los demás chicos mostraron sorpresa y terror por el atrevimiento del más pequeño, nadie se atrevía a cambiar el tema, grande fue la sorpresa cuando Seo empezó a narrar como conoció a su pequeño amigo.

- Past -

— ¡Seo Changbin! ¡Te apuras a bajar o voy por ti y te bajo a la fuerza! — gritó la señora Seo, era el primer día de clases de su hijo y se les estaba "haciendo tarde".

— ¡Ya vooooooooy! — exclamó Seo bajando de las escaleras, donde su mamá lo estaba mirando furiosa — ¿Qué? Llegaremos a la escuela muy temprano, exageras vieja.

Y antes de que la señora Seo le dijese algo, Changbin salió corriendo de su casa para subirse rápidamente al carro. Changbin con tan solo 6 años, actuaba como un adolescente rebelde. La señora Seo al ver a su hijo correr, sonrió levemente negando con la cabeza, para seguir a su hijo después.

— Pórtate bien, ¿si, Binnie? No seas una fiera ahí adentro.

— Si mamá — Seo rodó los ojos a las palabras dichas de su madre, se dirigió a la entrada de la escuela y antes de entrar, se dio media vuelta para ver a su mamá — Te quiero, adiós — con demasiada vergüenza entro al colegio.

Después de 3 horas de clases, sonó el timbre para el receso, donde todos los niños salían como animales (según Changbin) él salió tranquilamente con su lonchera negra hacia el patio, buscaba con la mirada algún lugar para que pudiese comer.

Al no encontrar nada, se dirigió al patio de los más pequeños, todo era tan tranquilo, Seo deseó ser un bebé otra vez.

Cuando se dispuso a comer, unos sollozos captaron su atención, su mirada viajó por todo el patio, sin encontrar ni un alma. Volvió a escuchar el llanto y se dispuso a seguirlo.

Fue detrás de un de unos arbustos en donde encontró un pequeño niño, su nariz roja al igual que sus ojos, por un momento Seo pensó que se trataba de un anciano por el color del cabello; pero al verlo más determinante se sorprendió que era un pequeño niño.

— ¿Estás bien? — preguntó Changbin intentando tocar el hombro del menor, pero este se apartó rápidamente, dejando ver leves moretones en manos y cara.

— N-no me hagas n-nada...por favor — suplico el menor que no paraba de llorar.

— Hey...no te haré daño, soy Changbin, ¿estás bien? — se presentó Seo mientras se sentaba un poco alejado del menor de pecas.

— S-soy Fe-Felix...me duele t-todo el cuerpo — respondió el menor mientras sollozaba.

Changbin se quedó con Felix el resto de lo que quedaba de la jornada estudiantil, cuando fue el momento de irse, Seo le dijo a Felix que se fueran juntos, a lo cual el menor aceptó.

La señora Seo al ver a su hijo de la mano con uno más pequeño se preocupó, y más cuando uno de ellos traía golpes.

— Ay Dios mío, ¿Qué pasó?  ¡Seo, qué hiciste!— preguntó la señora Seo, Changbin le dio en resumen todo lo qué pasó y decidieron ir a casa con Felix.

— ¿Por qué traes moretones? — preguntó Seo, ganándose una mirada de advertencia de su progenitora.

— Unos niños me golpearon...y me dijeron que era un fenómeno — respondió Felix y al darse cuenta que Changbin seguía con duda decidió revelar su "condición" — Según mi mami, soy albino, por eso mi cabello blanco y mis ojos.


Woow — respondieron todos al relato de Seo.

— Recuerdo que le compraba peluches blancos y les pintaba los ojos grises, creí que de esa forma no se sentiría mal consigo mismo — Changbin relataba todos sus recuerdos con una sonrisa en el rostro.

Su mente viajaba en el recuerdo del pasado, donde la imagen de su pequeño amigo se hacía presente con una sonrisa, una sonrisa que se sentía cada vez más lejana.

- ¿Por eso tu cuarto estaba lleno de peluches? - preguntó Hyunjin.

- Si, todos los cumpleaños de Lix siempre le compraba un peluche, después de su desaparición, seguía comprándolos esperado a que regresara. Incluso a veces, después de los 7 años, le llegaba a comprar sus peluches sin darme cuenta hasta que llegaba a mi casa...el ultimo que le compre fue un pollito, él siempre me recordó a un pollito.

- Con razón siempre traes ese peluchito como llavero.- dijo Minho mientras tapaba a Han con una manta.

- ¿Has pensado en regalar esos peluches? - pregunto Hwang.

- Lo pensé pero siempre que los veos...su vocecita de emoción diciéndome "gracias" aparece en mi mente y...y no me atrevo a regalarlos.

- Sigue siendo parte de ti, ¿no? - pregunto Yang bostezando en el proceso.

- Siempre ha sido parte de mi...incluso cuando vi sus ojitos de venado asustado el primer día...solo espero que vuelve a ser parte de mi incluso después de 7 años...






Voy a comer y saco nuevo cap jijiijijiji 

Randonautica 「 Changlix 」edición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora