Había pasado una semana desde que Brian le había dado su número a Caden y un mes desde que Madison era alumna nueva, y en todo ese tiempo aún seguía sin hablarle a alguien, a menos que fuera una de las cocineras de la cafetería o Molly, la secretaria del director o a los profesores o Caden, y él no contaba porque el que le dijera que se apartara de su lado no era precisamente una conversación.
—¿Madison?—. La nombrada alza su mirada en cuanto escuchó como dicen su nombre, se topó con un chico de cabellera un tanto extraña porque no sabía si era rubio o pelirrojo, tal vez era ambas.
—¿Si?—. Era muy obvio que iba a responder con duda, porque en teoría era un extraño para ella.
—¿Siquiera préstate atención a lo que dijo el profesor?—. Le pregunta con un semblante ligeramente molesto.—Sí, debíamos formar parejas para realizar la actividad.
—Cosa que no has hecho, por lo tanto el profesor me ha mandado a estar contigo para hacer el trabajo.
—Le había dicho al profesor que iba a hacer el trabajo sola.
—Sí, y el profesor decidió ignorarte, así que me quitó a mi pareja de tres para estar contigo.
—Pues no quiero estar contigo—. ¿Pareja de tres? ¿Qué diablos con él? Si se pensaba bien en algún momento de la vida estudiantil siempre habría un equipo que preguntaría si su equipo podría ser más o menos de lo que el profesor había pedido.
—Ni yo contigo.
Sin palabras. En definitiva este chico era algo peculiar, Madison casi podía asegurar que era como ella, solo que con pene. Y ahora asociar la palabra pene y el chico hacía que inevitablemente baje su mirada hacia la entrepierna del chico, aunque al segundo apartó la mirada de allí, no quería que le dijera pervertida, aunque lo fuera como cualquier adolescente en el mundo.
—Ahora, tú sabes mi nombre pero yo no sé el tuyo y si vamos hacer este trabajo juntos es justo que sepa cuál es tu nombre.
—Anthony Thompson—. Dijo para sentarse a su lado y sacar su libreta de apuntes.
—Thony.
—Anthony—. Le dice serio, Madison sonríe un poco y el chico apartó la mirada para después de unos segundos sonreírle de regreso y unos lindos hoyuelos le dicen hola.
—Ah, mira, si sabes sonreír y además veo unos hoyuelos asesinos—. Comentó para llevar uno de sus dedos a donde se había marcado uno de sus hoyuelos.
Después de ello se pusieron manos a la obra con el trabajo, hablaban lo necesario para que pudieran hacer el trabajo pero Madison no podía apartar la mirada del chico, ahora sabía lo que habían experimentado Caden y Nathan con el cabello de su hermano, porque le pasaba lo mismo, no podía apartar la mirada del chico a su lado.
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¿Cliché?
Novela JuvenilSi hablamos del cliché en el romance esto es lo que pensamos: ☑️ El chico popular y la chica nerd ☑️ La porrista y el deportista. ☑️ El bad boy y la virgen. ☑️ El chico que lo tiene todo y la chica que lucha por ello. Esto es lo que se le considera...