.

9 1 0
                                    


—¿Entonces tu libro ahora está hecho mierda?—

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Entonces tu libro ahora está hecho mierda?—. Le pregunta su hermano, Brian, sin dejar de mover su cabeza al ritmo de la música que se escucha desde su PC, pareciera que no le presta atención, pero es todo lo contrario, incluso está escribiendo su tarea, Madison no podría hacer varias cosas a la vez como lo hace Brian.

—Ni me lo recuerdes, que solo de pensar en ello...—. Hace una mueca de disgusto y juega con los hilos de su playera, tal vez sea siendo hora de que la tire o puede que no lo haga solo para molestar un poco a su mamá, se llevaban muy bien, pero le gustaba esa dinámica de tira y afloja que llevaban.

—Al menos te lo van a pagar—. Menciona Brian girando para mirarla y le sonríe—. Si no es así siempre puedes utilizar la carta de que eres hermana del gran Brian Jones.

—Eso suena tan narcisista incluso para ti.

—Es una ventaja que tienes, fui alguien importante en esa escuela, capitán del equipo, número uno en todas las clases y no olvidemos mi último año, además, mamá y papá están cómodos con respecto a eso.

—Sobre todo mamá, cuando dijiste eso le quitaste un peso de encima y si me lo preguntas a mi, es extraño, pero ese no es el punto—. Madison abraza una de las almohadas de la cama de Brian quien tenía muchas, era algo así como su colección de más de quince almohadas, todas de diferentes figuras y tamaños—. El punto aquí es que...

—Que tu libro está hecho mierda.

—¡No malas palabras en mi maldita casa!—. Se escucha el grito del papá de ambos desde el pasillo y pocos segundos después lo ven pasar con un cesto de ropa, tanto Brian como Madison ponen los ojos en blanco—. ¡Ignoren mi mala palabra!

—Desde que mamá puso esa regla de no malas palabras pareciera que papá se muerde la lengua para no decirlas—. Dice girando en su silla Brian para detenerse justo frente a su hermana.

—Bueno, ya sabes cómo era papá antes de que mamá pusiera esa regla, era como ocho de cada diez palabras que decía eran malas palabras.

—Las cosas cambian—. Es todo lo que le dice Brian para tronar su cuello, Madison hace una mueca de dolor y él ríe de su expresión para segundos después girar y quedar nuevamente frente a su monitor.

Después de eso la charla que mantenían se volvió un poco aburrida debido a que Brian se estaba apurado con uno de sus muchos proyectos que le dejaban los profesores de su Universidad, nadie nunca dijo que la universidad fuera sencilla y sinceramente Madison no quería ni imaginar que en menos de un año estaría en una Universidad y ni siquiera sabía a cuál asistir, habían muchas que ofrecían cosas tan distintas y que hacían uno se interesara por su plan de estudios, pero ese no era su problema, el problema era que no sabía lo que quería estudiar, habían tantas cosas que quería hacer y aprender pero tan poco tiempo en esta vida que sentía que si se decidía por una no iba a hacer las demás o que iba a decidir mal y acabaría arrepintiéndose de lo que sea que eligiera.

¿Cliché?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora