ºScott comento a las chicas su idea para tratar de rescatar a Michael de las garras de la corrupción que las sombras le dieron, mientras revisaban su cuerpo escuchándolo Zoe había encontrado que en la espada del chico había una daga de cristal que emitía un dulce brillo cálido, supusieron que eso lo ayudaba a no caer en la total manipulación de la sombraº
-Conozco un amigo que se especializo en estos casos de las sombras, es un guardián del bosque cercano a los Elvicos-
-¿Los duendes?-
-... Si, esos. El tal vez pueda ayudarnos a liquidar la sombra que habita en Michael, si logramos eso posiblemente pueden tanto el como William tomar el camino de la Tigrida, en mejor de los casos retomar el cielo que se merecen-
Scott encargo a Zoe y Bell cuidar de los hermanos en lo que el hacia una visita a dicho guardián del bosque, se tardaría un día en ir y regresar ya que su hogar era en las fronteras del reino Elvico, un poco lejos del bosque del Ángel. Empaco unas pocas cosas en un pequeño maletín emprendiendo viaje hacia el horizonte, volando a gran velocidad por sobre las nubes dando alguno que otro truco para divertirse durante el viaje, a veces se sentaba en alguna nube para comer unas frutas y admirar un poco el cielo, teniendo una sutil charla con quien actualmente se encontraba en alguna parte del paraíso, su esposa Horaha.
Luego de unas horas volando por fin llego al lugar, era un árbol que media muchos metros de atura mas que los comunes, siendo uno de los arboles mas grandes de todo el segundo plano, en dicho árbol crecían diferentes frutas, florecían muchos tipos de flores, sus hojas eran coloridas y brillantes, no perdió mas tiempo. Scott se poso los pies del árbol caminando a la entrada, con cada paso que daba unas tiernas criaturas se acercaban a sus pies, curiosos por el nuevo recién llegado, no solían tener muchas visitas por la lejanía o como dicen por las tierras altas ¨Aquel lugar remoto y desconocido al oeste del reino elvico¨
Scott toco la puerta algo fuerte ahuyentando sin querer a los pequeños amiguitos -Ah, discúlpenme guardianes.. fue sin malas intenciones-
Las grandes puertas se abrieron ante el, con solo echar un pequeño vistazo a dentro del tronco del árbol, te topas con muchas cosas coloridas volando por allí, animales pequeños por allá, Sombras trabajando naturalmente, trago saliva antes de entrar a ese lugar tan extraño pero mágico a la vez. Una vez dentro las puertas se cerraron, una pequeña niña de ojos grandes en un fucsia brillante, cabello lacio y astas de ciervo se acerco amablemente a el muchacho
-¡Bienvenido señor Scott! ya nos hacia falta una visita suya por estos lados, ¡dichosos los ojos que lo vean!-
-Hola Oriana, también me alegro de verte- Se postro sobre una rodilla para estar a la altura de la menor sonriendo -Mira, mi visita se debe a un problema que tengo, es un asunto urgente y de suma importancia, espero que tu padre no este ocupado y pueda atenderme.-
-¡Oh claro! ¡el nunca esta ocupado jaja!- La pequeña se giro en dirección a unas escaleras -Ya sabes en donde se encuentra, ¡yo debo seguir mis clases pero subiré apenas pueda!-
-Muy bien, muchas gracias pequeña Ori-
Dando saltos grandes fue trepando por el tronco de aquel inmenso árbol hacia su copa, intentando no romper nada en ese transcurso o chocarse con alguna sombra, una ves arriba abrió las puertas para por fin llegar hasta el guardián ciervo
-¡Toc Toc!-
-Esa voz.. ¿Scott?- Un inmenso siervo de pelaje rojizo y brillante, midiendo unos metros mas que el recién llegado, de ojos brillantes y astas grandes cubiertas de flores, que se encontraba en una cama de pasto y hojas volteo la mirada lentamente para a ver al Ángel
-¡El mismo! vamos, deja de presumir y ven a saludarme-
El ciervo sonrió, en un parpadear esa figura intimidante se volvió una sombra dorada volviéndose a la altura del invitado posándose frente a el, de ese manto de luz y brillo surgió un joven sonriente quien rápidamente se abrazo a El con fuerza levantándolo en el aire.
-¡Amigo! tantos años de no verte ¡explicate porque me tienes olvidado que te hice!-
-Ah.. eh jaja, calmate no fue para tanto, ya sabes como es mi trabajo-
-¡No es excusa!- lo bajo apartándose un poco de el, Scott admiro su apariencia mientras lo escuchaba hablar.
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-Ya me desvié de tema, escucha Alan necesito tu ayuda-
-Claro, bien sabes que estoy a tu servicio querido amigo, yo encantado de ayudarte, ¡cuéntame!-
-Se trata de un chico humano que recientemente fue corrompido por las sombras, es hermano mayor de uno de mis chicos, quería saber si existe manera de quitarlo para que pueda tomar el camino de la Tigrida-
-Vaya, si tienes un buen reto- Se puso de pie buscando entre sus viejos libros -Según mi conocimiento es posible encerrar a dicha sombra, mas no creo que se pueda extraer.. nunca conocí un caso de esos-
Revisaba libro tras libro mientras Scott trataba de no apagar sus pocas esperanzas, de ves en cuando una que otra sombra tocaba sus hombros o acariciaba su cabello, esto lo incomodaba un poco
-Escucha se que somos amigos pero.. ¿quieres controlar a tus amiguitas?-
-Jaja disculpalas, es la costumbre de interactuar, una sombra sin pizca de maldad se vuelve blanca, como veras esas son grises, son mi ultimo intento de liberarlas- Menciono mientras se acercaba a el dejando un libro sobre sus piernas, una ojeada rápida hizo que una sonrisa se dibujara en su rostro
-Entonces si es capaz.. aunque sea de encerrarlo, ¡eso es genial!-
-Siempre y cuando tenga un reflector, algún vidrio o cristal que pueda proyectar luz, necesito de eso solo para poder encerrarlo-
Su preocupación volvió -Hay riesgo de que se libere.. aquí dice que si se explota mentalmente se puede quebrar la jaula de luz que la contenga.. Dios- Recordó lo ocurrido en el bosque bajando levemente la cabeza, aunque no por mucho, las sombras a su alrededor sujetaron su cabello haciéndolo mirar al frente ¨?!..¨
-Escucha Scott, si no tienes fe en algo jamás se hará realidad, si crees que perderá el control obviamente pasara, pero si confías en que ese cristal lo soportara así será, tu mismo me enseñaste eso hace tiempo o debo hacértelo recordar?.-
-No.. yo, lo siento Alan, si confió en que lo lograras, nunca has fallado antes, y muchas gracias por ayudarme-
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Hasta Después De La Muerte
Aventura¿Crees en la vida después de la muerte? Este chico confiaba en que eso era solo un cuento, que a la hora de morir simplemente desapareces, para él, no existe tal paraíso, tal infierno, nada. Pero cambiara su perspectiva cuando el momento llegue, cua...