Deseo destructor

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Kocho se sentía completamente impotente, no podía huir ya que le dolía al levantarse, no podía atacarle y tampoco evitar que le hiciera esas cosas tan asquerosas para ella, ahora misma estaba en los brazos de Douma mientras la llevaba a donde la iba a bañar, sabía que sería una completa excusa para hacerle algo así, pero debía mantenerse fuerte, no iba a ceder ante él, tenía que huir, aunque le costara la vida, pero no le daría el gusto de nada.

Douma: Lo preparé especialmente para ti.

Shinobu: Bien, lárgate.

Douma: Oh, no. Yo también me bañaré contigo, después de todo también me ensuciaste con tus fluidos.

Shinobu: Prefiero seguir sucia a tener un baño contigo.

Douma: No me hagas obligarte.

Shinobu: Ya me obligaste hacer muchas cosas.

Douma: Ciertamente ser amable no funciona contigo.

Douma tiró al suelo a Kocho para después él mismo quitarse la ropa que tenía, Kocho cerró los ojos sin querer verlo, así que después sintió como él nuevamente la tomó, ahí ella le iba a dar una bofetada pero él agarró su mano antes, ahí la besó pero  nuevamente intentó morderle, él decidió tomarla de su trasero para luego meter su pene nuevamente en su vagina como la primera vez pero la diferencia es que ahora se sintió sin dolor, eso le preocupó tapándose la boca inmediatamente.

Douma: ¿No dirás nada?

Douma al notar que ya no le dolía pensó que no había razón para ser gentil, así que la sostuvo fuertemente de su trasero para después hacerla moverse de manera demasiado rápida al punto de que su pene llegaba a tocar la entrada de su útero, pero la estaba haciendo moverse tanto que Kocho empezó a gritar ya que la sensación era intensa, sus pechos se movían de manera descontrolada y seguía manteniendo los ojos cerrados, aunque Douma lo disfrutaba más disfrutaba de la cara de Kocho que pasó de indiferente a estar completamente sonrojada y babeando, eso le daba varias ideas ya que era impresionante cómo podía cambiar de un momento a otro, por lo que la besó jugando con su lengua, notando que ahora ya no se oponía, por lo que después bajó una mano a su clítoris y comenzó a frotarlo, la estaba haciendo sentir demasiado placer que acabó por correrse antes que él, por lo que su pene ya estaba completamente cubierto con sus fluidos, después decidió subirse encima de ella abriendo sus piernas lo más que pudo para moverse él mismo de manera rápida. Kocho seguía gritando completamente pérdida, ni siquiera estaba pensando, sólo podía sentir su pene moviéndose en su interior, Douma la miraba sonriendo macabramente, nunca había pensando que algo así sería tan placentero, aunque había una razón para que él hiciera todo eso.

Douma siguió sin parar hasta que se corrió nuevamente dentro de Kocho, desconocía si un demonio podía embarazar a un humano pero no le importaba, después de sacar su pene que todavía sacaba semen manchando el abdomen de Kocho ella se quedó respirando agitada notaba el semen salir pero después Douma la sentó y riendo le habló.

Douma: Ahora sí, a bañarnos.

Después del baño Douma la secó y la regresó al mismo lugar para encadenarla, le gustaba verla desnuda pero decidió darle solamente una prenda que de hecho era de él, fue suficiente por ser más pequeña, le quedaba como vestido pero más grande, le pareció bastante linda pero ella lo seguía mirando con odio.

Douma: No me veas así, mejor veme como lo hiciste ante de bañarnos.

Shinobu: Cállate, sólo largo.

Douma: Te recomiendo ser mejor conmigo, verás. Tengo muchas ideas y cada segundo me haces querer hacerlas, sería mejor que aceptes esto ahora, eres mía y sólo eso importa.

Shinobu: Nunca.

Douma: Bien.

Douma se acercó a Kocho, esta retrocedió lo más que pudo hasta quedar en la pared, entonces Douma la tomó de la cintura y la apegó lo más que pudo.

Douma: Te acabas de bañar, no quiero ensuciarte nuevamente.

Después se separó y salió del cuarto, Kocho se quedó pensativa, quizás podría romper la cadena, pene tendría que pensar, sólo quería que todos estuvieran bien, eso sería lo único que la mantendría con ganas de sobrevivir, no iba a morir a menos que supiera que su muerte provocaría la de Douma.
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Giyuu: Gracias por la información, iré solo.

Kanao: No puedes, también quiero ir.

Giyuu: No, si mueres Kocho me matará a mí, quizás me lleve días o semanas, así que por favor, sé útil, cualquier cosa que separa te diré.

Kanao: Está bien...

Tomioka se fue corriendo.

(Kocho, sólo espero no sea lo que estoy pensando)