Obliviate

Capítulo 4 La cena

Era sábado por la mañana, Ginny acababa de despertar, estaba recostada en la cama de su novio observando el hermoso anillo que adornaba su dedo, no podía creerlo iba a ser la señora Potter, no corrección, la famosa señora Potter, ya se imaginaba sería un boda carísima y elegante, pagaría por aparecer en los periódicos de todo el mundo, por urgencia de ella la boda seria en un mes, no podía esperar más, ansiaba poner sus manos sobre todo el oro que tenía Harry, ya veía la vida de lujos que llevaría, para empezar quería una mansión no podía entender como Harry se empeñaba a vivir ahí pudiendo vivir con más lujos, ha pero ya se encargaría ella de eso, en eso pensaba en cuanto Harry entro al cuarto.

Realmente Harry era guapo, media 1.78 y al ser auror tenía un cuerpo muy bien formado y marcado, ese cabello rebelde que tenía lo hacía ver muy sexi cuando salía de la ducha como en ese momento, realmente no lo podía comparar con Theo, aunque este al ser jugador también de quidditch como ella tenía un buen cuerpo, no se comparaba con el de Harry, pero a Ginny no le gustaban esas cicatrices que tenía Harry por todo el cuerpo, esos signos de guerra, por lo cual evitaba verlo desnudo, el hacía tiempo que se había percatado de eso, su vida sexual era muy monótona, pero Harry al no haber estado con ninguna mujer más aparte de Ginny le parecía que era buena.

—Mmm Dime cariño a donde te apetece ir a desayunar — le dijo Harry mientras besaba su cuello de ella.

—Mi mamá me dijo que había abierto un nuevo restaurant muy elegante en el centro, solo para gente exclusiva me gustaría ir ahí, ha y por la noche quiero ir al antro que está de moda en la quinta avenida de Nueva York — dijo mientras se levantaba para bañarse y sin contestar los besos de Harry.

— Amor pero en ese restaurant no podremos tener intimidad hay muchos reporteros y lo siento lo de la noche no podrá ser, hay una cena por parte del ministro en su casa para darle la bienvenida al nuevo colega y es solo para jefes de departamentos, lo siento — dijo todo en modo de disculpa pues sabía que a Ginny le molestaría.

La pelirroja suspiro y trato de guardar la calma y volteo — ok por lo de la noche no hay problema yo entiendo, pero aunque sea compláceme con lo del desayuno - y diciendo esto lo beso con mucha pasión.

—Claro amor — Ginny solía desarmarlo con ese tipo de besos, se dispuso a esperar a que Ginny se arreglara.

Una hora después se estaban apareciendo a unos metros del restaurant, y como Harry había predicho había mínimo una decena de reporteros, al lugar solo se le daba acceso a la elite de la sociedad mágica. Al verlos la prensa corrió hacia ellos pues Harry figuraba en la lista de las 10 personas más famosas de todo el mundo mágico.

—Joven Potter, aquí sonría para corazón de bruja — lo apuntaban con varias cámaras, el trato de negarse.

—Vamos cielo sonríe — y dicho esto Ginny lo detuvo para que posaran para todas las cámaras, le encantaba esto, y obvio los reporteros se dieron cuenta de la sortija que portaba la pelirroja.

— ¿Cuándo será la boda joven Potter? — preguntaba un reportero del profeta.

—En un mes — dijo sonriente Ginny.

—Gracias por todo y permiso — y dicho esto Harry jalo a Ginny para que entraron al restaurant.

—Vamos relájate amor — declaro Ginny.

—Sabes que odio este tipo de atenciones — bufo Harry.

—Pues hazte a la idea porque el día de la boda quiero a toda la prensa Harry—dijo ella con arrogancia.

—Ginny se supone que es un día importante y especial ¿Porqué los quieres ahí molestando? - pregunto Harry intrigado, estas cosas eran las que no le gustaban de ella, no entendía por qué siempre quería llamar la atención, se preguntaba por qué no era como Hermione, sencilla, con esa palabra podía describir a la perfección a su amiga.