Obliviate

Capitulo 9 Mansión Malfoy

Hermione se acababa de aparecer a las afueras de mansión Malfoy, pudo apreciar que era enorme, de las rejas de entrada  hasta la casa había un jardín enorme, había cambiado mucho el aspecto de la casa, ya no era tan tétrico. Cuando se paro frente a las rejas de las puertas, una vos de quien sabe donde hablo:

—¿Quien osa pisar la Mansión Malfoy? — la voz era como de ultratumba, después de todo no había cambiado tanto la casa.

—Hermione Jean Granger — dijo en un suspiro la chica, las puertas se abrieron para darle paso, recorrió la larga sendera que conducía hacia la casa, pudo notar que había mucha diversidad de flores, una que otra fuente por ahí y por allá, algunas bancas mecedoras, no espera que fuera tan acogedor el jardín, le había encantado, cuando llego a la puerta de la casa esta se abrió de inmediato.

—Pase, la está esperando la señora en la sala de estar — le indico una elfa haciendo una reverencia.

—¡Buen día! Gracias. — dijo la chica, al entrar en la sala de estar ahí estaba Narcisa tomando una taza de té.

—Buenos días señora Malfoy — exclamo la chica algo apenada, esa señora la intimidaba, para ser una señora de aproximadamente 45 años lucia muy hermosa, su figura era esbelta, no mostraba muchas arrugas, su porte era de mucha elegancia, su cabello era rubio claro, ya mostraba algunas canas, y de su vestir ni que hablar, siempre lucia presentable.

—Buen día, pasa siéntate, ¿gustas algo de tomar? — le indico la rubia mientras señalaba un sillón frente a ella.

—No gracias, ya desayune, si no le importa prefiero comenzar ahora — esperaba no oírse grosera.

—Está bien, sígueme — le gustaba la seguridad con la que hablaba Hermione, se levanto y comenzaron a subir las escaleras hasta llegar al cuarto piso, le indico una puerta a la castaña para que esta entrara primero.

Hermione se percato que era la única puerta en ese piso, sujeto el picaporte algo nerviosa, no le gustaba estar en esa casa, al entrar se llevo las manos a la cara, no podía creer lo que veía, ante ella se erguían filas y filas de estanterías de libros, en la posición que ella estaba todo se veía hacia abajo era como observarla desde arriba, parecía un laberinto, Hermione jamás había visto una biblioteca mas grande, ni la que se encontraba en  el 105 Quinta Avenida de Nueva York (EE.UU) la cual se consideraba la librería más grande del mundo. La habitación debía estar hechizada pues para nada era el parecido de afuera como el de adentro.

Narcisa la miraba detenidamente, era cierto que varias personas ya habían entrado a esa habitación pero nadie se había mostrado tan maravillado con ella como esta chica, veía en el rostro de la chica la felicidad que irradiaba, como esos niños de 5 años que visitan una dulcería o juguetería por primera vez.

—Pero... como... — fue lo único que pudo articular la joven, seguía atónita.

—Privilegios de ser una de las familias más antiguas de magos—explico la rubia. — Todos los miembros de la familia Malfoy comparten el gusto por la lectura, por adquirir conocimiento, por lo cual atreves de todos las generaciones esta biblioteca fue creciendo, lo que alguna vez comenzó como una repisa de libros, se convirtió en esto — y con sus manos abiertas señalo todo. — Esto querida, es la verdadera riqueza de la familia Malfoy.

—Wao — se le escapo a Hermione.

Narcisa sonrió de lado, ya empezaba a agradarle esta chica — ven sígueme. — Bajaron unas escaleras para estar al nivel de la biblioteca, siguieron por el pasillo que se mostraba de frente a las escaleras que acaban de bajar, llegaron a lo que parecía el centro de la biblioteca, y todo lo que había ahí era un sillón con una mesita de estar.