Capítulo 7: Un malentendido

175 10 91
                                    




NESSA

Siento una luz que proviene de algún lado, estoy demasiado calientita, como si me estuvieran abrazando para que no pase frío, hasta que caigo en cuenta que alguien tiene puesto un brazo bastante pesado en mi estómago y se encuentra apegado a mi espalda, además de que siento un bulto cerca de mi trasero. Abro los ojos rápidamente asustada, y salgo disparada fuera de la cama.

Observo mi alrededor, todo es distinto, hay un ventanal grande con vista a la ciudad y dos sillones para descansar, uno negro y el otro blanco, las paredes son de color gris y blanco, en el techo se encuentran unas luces que parecen como reflectores, supongo que dan mucha iluminación cuando están encendidas, pero no es mi habitación ni mis cosas, ¡¿entonces significa que he pasado la noche en un lugar desconocido con...esperen?! ¡JAYDENNN! ¡NO ME JODAN!

Duerme plácidamente en la cama, entre sábanas oscuras. No sé, pero eso me causa nervios y empiezo a caminar por la habitación, díganme que no lo hice con él estando inconsciente...Oh no. Y si.... se aprovechó de mí? ¡NO! Deber ser un malentendido. Nessa, no sabemos cómo son las cosas aún, concéntrate. Es mejor preguntar y asegurarme de que nada pasó con el idiota este.

—Buenos días, pelinegra. —habla Jayden de repente, provocándome un susto y causando que voltee a verlo. ¡Está solo en bóxers!

—De buenos no tienen nada, si implican levantarme contigo. Ahora ponte algo por favor —digo y el solo me muestra una sonrisa que hace que resalten sus hoyuelos.

—Vale, pero ¿qué haces allí parada? —me pregunta como si no entendiera porque me encuentro aquí y no con él en su cama. Menudo idiota arrogante.

—Necesitaba ir al baño. —miento. No voy a decirle, "ah sí mira que casi salgo volando de tu cama por apartarme rápido de ti y por eso me encuentro de pie", pufff por supuesto que no.

—Mmm, está bien. —dice con tono de duda y luego se pone unos pants de color gris haciéndome caso.

—Ehhh...Clark, no pasó nada anoche ¿verdad? —cuestiono. Necesito saberlo antes de pensar otra cosa, y era ahora o nunca.

—Querrás decir que no pasó más bien— contesta con voz seductora mirándome atento a como reacciono.

—No es gracioso, Jayden. —digo mirándolo mal, y él solo empieza a reírse de la nada. Aghhh ¡gilipollas arrogante!

—Tendrías que haber visto tu cara. — termina por decir, para luego volver a reírse, así que agarro una almohada y se la estampo en la cara para ver si así le parece graciosito.

—Auchh! Dí no al maltrato animal, pelinegra. —dice sobándose su estúpida cara y no puedo evitar reírme por lo que ha dicho. Él solo se queda viéndome reír y pasa a agarrarme de la cintura levantándome del suelo para empezar a darme vueltas.

—Bastaaa idiota! ¡Bájame ya! —exigo algo molesta porque ya me estoy mareando.

Menos mal habían quedado ambos en no volverse a llamar así y mira...

Cállate tú.

—Cálmate, pelinegra gruñona. —habla con voz divertida el muy idiota mientras me baja, y eso fue suficiente para colmarme la paciencia. Recojo mi vestido y mis botas lista para irme, pero él interviene antes.

—Hey Hey, a dónde piensas irte sin antes darte una ducha? —menciona y vuelvo a mirarlo enarcando una ceja. Creí que iba a decirme algo como que me estoy llevando su camiseta puesta y menciona lo de ducharme ¡que impresionante!

—Acaso me estás diciendo que huelo mal? —cuestiono acercándome hasta donde está solo para fastidiarlo, pero él es más listo y me agarra de la cintura de nuevo apegándome a su pecho, acerca lentamente su cara a mi cuello, lo que causa que un escalofrío recorra por todo mi cuerpo y me aparte muy brusco de su tacto.

Contigo todo es diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora