Player Boy | Connor Payton

05.Prueba

Maratón 2/3

Narra Daphne

Los chicos ya habían dado las tres vueltas, habían echo pases y habían entrenado con los conos y los aros.

Estaban sentados conmigo en los banquillos mientras bebían agua y descansaban un poco.

—Tu tranquila, si yo conseguí entrar tú tienes la prueba asegurada–.Me dice Paulie.

—Os agradezco todo, de verdad, pero no estoy tan nerviosa.

—Eso es mentira, lo que pasa es que su orgullo y su ego no le permiten decirlo, ¿Me equivoco?–.Habla Connor, como no.

—Sí y bastante, podéis estar tranquilos, chicos, no os voy a dar por accidente con la pelota, como alguien que yo conozco.

—Chica, superalo, ya cansas.

—Bueno, ya basta–.Se mete Brian.–Tu vas a pasar la prueba y tú no le vas a volver a dar con la pelota, fin del asunto.

—¡Daphne, ven aquí!–.Me llama Troy.

—Suerte–.Me dicen casi todos.

Me levanto y voy al vestuario donde Troy me da el uniforme y sale para que me cambie.Me pongo el uniforme azul y blanco de los Warriors, los zapatos y salgo.

—Bien, la prueba consistirá en hacer dos pases largos, un ejercicio de defensa y carrera de resistencia, ¿Dudas?–.Explica el entrenador.

—Sí, ¿A quién le voy a hacer el pase largo?

—A un jugador al azar del equipo.

Sólo pido que no me toque Connor porque si no lo hago mal a propósito, digo para quedar empatados.

Que toque Connor porfavor, le quiero pegar un pelotazo en esa cara bonita.

Empiezo la carrera de resistencia que se basa en veinticinco minutos corriendo sin descanso.Me preparo y pienso en como distribuir la velocidad, si voy muy rápido me cansaré al principio y si voy muy lento no me dejarán entrar en el equipo.

Suena el silbato del entrenador y empiezo a correr a una velocidad media, no he podido estirar y me duele la parte trasera de los muslos y los tobillos.Doy unas tres vueltas quince minutos aproximadamente, me cuesta respirar y estoy cansada pero son sólo diez minutos más, diez minutos y puedes beber agua, diez minutos para tirarte al suelo nada más suene el silbato.Doy dos vueltas más y sólo queda un minuto.

Suena el silbato y me dejó caer en el suelo.Nunca he corrido tanto en mi vida.

—¡Bien hecho!Bebe un poco de agua la necesitas–.Me aconseja Troy.

Vuelvo a la zona de banquillos abro mi mochila y saco una botella de agua.

—Te dije que te iba a salir bien–.Me dice Harland dándome dos palmadas en el hombro.

—Todavía quedan dos pruebas.

—Pero son más sencillas, el entrenador te espera, te veo luego.

Guardo la botella cuando termino de beber y vuelvo al campo hay dos colchonetas en el césped y Troy lleva una colchoneta más y pequeña y gruesa en la mano, supongo que tengo que defender/ atacar.

Me posiciono en el centro y cuando el entrenador da la señal empujó con todas mis fuerzas en los hombros la colchoneta y consigo que Troy de dos pasos atrás.Mi padrastro vuelve la posición ahora es del revés, el se acerca a empujar y yo con la fuerza en mi brazo lo empujo a la derecha de manera que tengo el camino libre y Troy pisa la colchón derecha.

—Bien, muy bien.Vale, ¡el chico que sea que venga!–.Avisa el entrenador a alguien.

Brian viene y agarra el balón, tengo que recibir un pase largo y tirarlo yo.El rubio se echa para atrás quedando a la distancia suficiente echa el brazo para atrás y tira el balón, parece que va a caer un poco más adelante y doy unos pasos para agarrarlo pero lo consigo.Retrocedo de nuevo los pasos y echo el brazo para atrás,me pongo recta para que el balón no se desvíe hacia los lados y lanzo, la pelota cae unos centímetros a la izquierda pero Brian alcanza a agarrarla por muy poco.

—Bueno, eso significa que estás dentro, bienvenida Daph.

Los chicos vienen al campo y entre todos–Incluyendo a los entrenadores– me abrazan y saltan celebrando.Cuando nos separamos voy al vestuario y me cambio, volviendo a mí ropa y mis zapatos.Salgo y me encuentro con Marcos.

—Bienvenida, no esperaba que entraras, ya sabes, a las chicas no os suele gustar esto y tal.

—Para decir esa burrada mejor cierra la boca.

Salgo del vestuario pasando de largo de él y me siento en el banquillo con Harland, Dennis y Connor.

—Al final no es que tengas el ego muy alto, sí que sabes lanzar–.Afirma Connor sin mirarme a la cara, está concentrado en sus zapatos, ellos todavía no se han cambiado, pues ahora seguirán entrenando.

—No me lo puedo creer,¿Me has dicho algo bueno?¿Lo habéis escuchado, verdad?

—No hay cosas malas que decirte, ¿has visto cómo has lanzado y cómo has defendido?–.Halaga Dennis.

—Totalmente, ha sido increíble–.Dice esta vez Harland.

—Gracias, chicos, agradezco que haya gente con cerebro no como Marcos.

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