Player Boy | Connor Payton

04.Insegura

Maratón 1/3

Narra Daphne

Acabo de llegar a mi casa después de la merienda, debo admitir que en cierta parte me gustó encontrarme con Connor.

Las vacaciones no van a ser tan aburridas como pensaba, voy a estar entretenida con el fútbol americano, voy a intentar llevarme con los del equipo, al menos con algunos.

Abro la puerta y voy directa a mí cuarto para ponerme el pijama.

Guardo los folios con las jugadas que había dejado en mi cama y me tumbo sobre ella, saco el móvil y me meto en insta.

Busco el Instagram de Harland porque era con el que más había hablado, lo encuentro y le sigo.

Busca el de Connor.

No.Él ni siquiera me cae bien no lo voy a buscar.

Vamos, sólo mira su perfil, te mueres de ganas.

No me gusta mi conciencia.Me meto en los siguiendo de Harland y busco el nombre de Connor, me salen tres cuentas y pico en la segunda, tiene una foto de él en el campo que supongo es el de los Warriors.

No tiene destacadas ni publicaciones, tampoco tiene ninguna historia subida.

Apago el móvil y lo dejo en la mesita cargando.Bajo las escaleras y voy a la cocina donde están Troy y mi madre hablando y haciendo una pizza.

—Hola–.Saludo sentándome en la isla.

—¿Cómo os ha ido en la merienda?–.Pregunta mi madre entusiasmada.

—Yo creo que bien, Daphne ha hablado con todo el equipo, sobre todo con Connor–.Habla el entrenador abriendo el frigo para coger tres bebidas.

—Oh, Connor–.Mi madre se gira y me mira–.¿Quién es ese tal Connor, Daphne?

—Un imbécil que hay en el equipo de Troy.

—Daphne, quedamos en que no te ibas a meter con los jugadores.

—Lo siento, pero de verdad, Troy, ¿Que hace en el equipo?No sabe hacer un pase largo.

—El equipo empezó hace poco, Daph, dales tiempo son nuevos y lo intentan que es lo importante.

—Y ahora es cuando te pones a decir frases motivadoras, lo pillo.

Me levanto y le quitó las bebidas a Troy para llevarlas a la mesa mientras mi madre corta la pizza.

Me siento en el sitio que hay en frente de ellos dos y espero a que vengan.

—Cuidado que quema–.Avisa mi madre cuando deja la pizza en la mesa.

Yo estiro la mano para coger un trozo pero la quito enseguida al ver que está ardiendo.

—¡Joder, me he quemado!

—Mira que te lo he dicho, eh.

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Ha pasado una semana desde la merienda, no ha pasado nada interesante.Hoy voy a verlos entrenar por primera vez y me acabo de terminar de vestir, bajo las escaleras y agarro la mochila que tenía preparada.

—¿Te acuerdas de lo que te dije la semana pasada?

—Sí.

—Bien, pásatelo bien, mi niña–.Me da un beso en la mejilla y me abre la puerta.

Salgo y me dirijo al coche de Troy el cuál me espera aparcado en la puerta de mi casa.

Cierro y me pongo el cinturón.

—Hola.

—¿Cómo de malos crees que son?Se sincera, porfavor.

—¿6?A ver, son principiantes pero no podrán ser tan malos,¿Verdad?

—No sé, ya me lo dirás después del entrenamiento y la prueba.

—Espera, ¿Prueba?

—Sí, la prueba que te haré hoy para ver si entras.

—Troy, eso se avisa, voy en vaqueros y no me he preparado ni nada.

—Mejor, y por la ropa no te preocupes ya te dejaremos un uniforme.

—Ya me has puesto nerviosa.

—Pues tranquilízate, no soy muy exquisito para el equipo.

—Lo sé.

—¿No te dará vergüenza?

¿Vergüenza?¿Porqué me debería dar vergüenza?¿Me está diciendo que soy mala? Nunca me ha visto jugar, no tiene sentido, pero a lo mejor tiene razón y no tengo el nivel para el equipo.

—Claro que no, sé que la voy a superar–.Mentí, no sabía si la iba a pasar, en ese momento me sentí como si no me hubiera entrenado lo suficiente para una prueba, pero no iba a dejar que me viera insegura.

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Acabamos de llegar, Troy va directo al campo y yo a los banquillos.Veo a Harland, a Dennis y a Paulie juntos sentados en el césped, saliendo del vestuario están Marcos,Brian y Connor, otros dos chicos están riéndose de un entrenador que no conozco y llega con su bicicleta.

Cuándo todo el equipo está en el campo mirando a Troy y al otro entrenador, mi padrastro empieza a hablar.

—Vale, chicos, hoy tenemos a Daphne de espectadora y después del entrenamiento le haremos la prueba. Empezamos como siempre, tres vueltas al campo, andando.

El equipo por completo empieza a correr y los entrenadores empiezan a colocar aros, conos, colchonetas, todo lo necesario para el entrenamiento y la prueba.

Por dentro me estoy muriendo de los nervios, por fuera estoy tranquila sentada en el banquillo mientras veo al equipo correr.Harland baja el ritmo cuando se acerca al banquillo.

—Asi que hoy haces la prueba–.Se queda quieto y me habla.–¿Estás nerviosa?

—Un poco, pero confío en mí, sé que voy a conseguir entrar–.Vuelvo a mentir.

—Ese es el espíritu, yo confío en tí.

Vuelve a empezar a correr y me levanta los pulgares.