LA MAESTRA POLE - C.V #1 [TERMINADA]

|| CAPÍTULO 13||

La veo irse desde la puerta del edificio y mis lágrimas caen.

— Te voy a extrañar Victoria.

Me entró nuevamente a la edificación y subo a la azotea, no quiero entrar para dar explicaciones a lo que me sucede, el aire me golpea el rostro y siento paz, me acerco al borde y no voy a tirarme solo así la ansiedad se me va. Hasta que siento unos brazos abrazarme por mi cintura, — lo sentí desde que abrió la puerta—, su perfume lo conozco a la perfección sobre todo su tacto hace estremecer mi cuerpo.

— No dejas las costumbres eh.

Sus caricias son tan suaves que pareciera estar soñando. Y su tacto responde a mi cuerpo de una manera rápida, pero tengo que mantenerme al margen por un momento quiero algo tranquilo, no quiero sexualizar el momento que estamos compartiendo.

—¿Sientes lo mismo que yo?

Besa mi cuello y yo solo le doy más acceso cerrando los ojos disfrutando el momento, pero cuando veo que va a pasar algo más me gira y pone frente a él sus ojos verdes me escanean y sus pupilas se dilatan haciendo que su color se neutralice.

—¿Por qué lo piensas tanto? Déjame y prometo hacernos disfrutar Pole.

De pronto que todo se mueve, el edificio se divide en dos y nos separa, sus manos se despegan de mí y despierto pegándome con la frente de Jax. No estaba en la azotea, estoy en mi cuarto, Victoria no se fue y yo estaba soñando. Lo veo tocarse la frente y sus ojos se pierden en los míos.

— Creo que me abrí la cabeza.

Arrugo mis cejas y abro mis ojos, se queja enserio fue duro el golpe.

—Te duele, lo siento.

Me levantó quedando de rodillas en la cama al igual que él y esta escena me hace sonrojar por los recuerdos que me atraen haciendo que lo noté me sonríe acaricia mi cara con sus manos.

—¿Recuerdos?

Sus ojos brillan demasiado y me encanta su cercanía es cálida me encanta tenerlo así se acerca más quedando su frente pegada a la mía.

— Pole... ¿qué soñabas?

Mis ojos se abren y solo fue un sueño, pero esto no. ¿Por qué no podemos ser felices? El futuro apesta.

— No lo sé, era un caos.

Miento.

—Por eso te quejas.

Sí, por eso claro. Asiento, pero sigue en la misma posición.

—Pole.

—Jax.

—Quiero besarte, te extraño.

La boca se me seca y es costumbre decirlo, pero no me sale nada solo diré que si Vélez entra e interrumpe lo mataré.

No alcanzan a salir mis palabras cuando sus labios se conectan con los míos y me hace cerrar mis ojos las mariposas son reales, demasiado reales y quiero gritar por lo bien que se siente. Me recuesta en la cama y sus brazos sostienen su propio peso para no aplastarme a mí, pero los besos no se acaban y no es algo para seguir a más son besos diciendo mucho a lo que no somos capaz de hablarlo, pero si demostrarlo con esto. La ternura y delicadeza que tiene al besarme me recuerda a cuando teníamos 15 años y nos entregamos o bueno yo me entregue a ese hombre por primera vez, recuerdos que hacen que mis lágrimas broten de mis ojos y se separa asustado.