||CAPÍTULO 3||

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                    Pole

Todo había sido tan rápido aquel día la decisión fue mía, por fin alguien me permitía decidir por algo que anhelaba e incluso me sacaron de las clases de ballet porque hacia movimientos inadecuados para una niña de mi edad, mi adolescencia pedir entrar a una academia de Pole Dance fue el insulto a la familia, solo me enviaron a una de artes.

Así que no iba a negarme nuevamente a vivir una experiencia que con miedo no me atreví a buscar por mis medios pero que alguien me dio la mano para hacerlo y ahora estaba a mi lado esperando. Veo al señor Erito y Jax verme impacientes así que con toda la paciencia del mundo dejo salir todo el aire de mis pulmones para hacerlos creer que no aceptaré.

— Por supuesto que sí, acepto la propuesta.

Toma mi mano y sonríe al igual que su hijo Erick. Y Jax deja de sonreír al ver la cara de él, hombres.

—La mejor decisión para todos. Te esperamos mañana. Permiso.

Se va con su hijo que me guiña su ojo y me sonrojo pero me pongo recta al ver la mirada asesina de Jax, en verdad quiero reírme se ve tan adorable.

—¿Podemos irnos? —arruga sus cejas mientras me habla— mañana tenemos una reunión a primera hora.

—Pero...

No me deja ni terminar la oración cuando sale del lugar dejando solo el aire por su paso, otra vez con su aire de inseguridad y celos aunque sería patético. Nunca me ha dicho nada y se la vive saliendo con otras mujeres, tampoco se lo voy a permitir. Tomó mi cartera y salga furiosa sonriendo con cortesía al de seguridad, al salir a la calle lo veo patear la llanta de su auto y cuando se gira y me ve ir contra él se pone rígido.

—¿Quieres ir...

Lo cortó a primera poniendo mi mano entre nosotros.

—Primera y última vez que haces eso, Jax, no somos unos niños y dos me voy sola. Soy libre de hacer lo que quiera con mi vida.

M doy vuelta pero no avanzo mucho cuando el mundo me da vueltas y termino viendo el suelo. Pero, no, estúpido Jax me voy a vomitar encima suyo.

—Bájame, voy a vomitarme, ¡JAX! —me nalguea en respuesta y lo pateo en el estómago— por idiota.

Me suelta encima del capo del auto, va a dañarse y cuando dejo que la sangre llegue a los lugares que deben estar y no en mi casa miro al frente y veo sus ojos que por la mirada que tiene trago duro. Se ve enojado, aquí la enojada soy yo.

—No, no somos unos niños. —respira y trata de buscar las palabras correctas— dejamos de serlo hace mucho tiempo y agradezco eso.

Esos recuerdos son una mierda, un niño en el rincón de su cuarto viene a mi mente y como también esa niña se trepaba por su ventana cuando escuchaba los gritos para rescatarlo del monstruo. Ese niño de verde mirada era Jax y la lunática que casi se rompe el trasero de niña infinitas veces era yo, trató de llevar con paz la situación pero quita mi mano antes de que pueda tocar su cara.

—Jax...

—Olvídalo, Pole, no eres de nadie. Pero solo quiero que nadie te haga daño, es todo. —retira su mirada— sí, es eso.

Ojalá me dijeras que me amas como yo a ti Jax.

—Gracias pero puedo cuidarme sola. —su mirada se encuentra con la mía nuevamente— no necesito a nadie y menos que no sabe lo que quiere.

Arruga sus cejas y empuña sus manos al lado de mi cuerpo acercándose más logrando que mi cuerpo se acueste sobre el auto.

—Escúchame bien, Pole Salvaterra, no voy a repetirlo. Que no te des cuenta de lo que pasa en tu alrededor es diferente y mucho menos de quienes si tenemos interés en ti, más. — se retira como si mi cercanía le quemará— A veces puedes ser muy ciega.

LA MAESTRA POLE - C.V #1  [TERMINADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora