LA MAESTRA POLE - C.V #1 [TERMINADA]

||CAPÍTULO 2||

Me subo al auto y salgo de la empresa no tardo más de 10 min en llegar al lugar que investigué me bajo y pregunto por él, nada fácil pero tampoco imposible para mí. Me indican que se encuentra en la barra al lado de otro chico de mi edad sus ojos no me intimidan los míos son más lindos y verdes que los de ese insípido.

— Señor Colón, un honor poder honrar su presencia, Jax Landec.

Puedo imaginar a pole boca abierta viendo mi fase educada y iugh la verdad hasta yo me sorprendo pero todo por ella.

—Dime Erito, te presento a mi muchacho, Erick Colón futuro heredero de este imperio. — aguantó mis ganas de reír y me reservo el comentario pero ya valió señor pobre. — pero para que soy bueno.

—Gusto Erick. — solo asiente a mi dirección y también te odio.— Una chica quiere bailar hoy, su mayor sueño pero sus padres y la clase social no le rodean no le permiten hacerlo.

Entrecierra sus ojos y me observa.

— ¿Qué ganó yo dejando bailar una cría? Va a traerme problemas eso olvídalo.

Respira Jax, todo es por ella.

— Va a ganar muchos espectadores y dinero hoy.

Dinero, justo lo que quiere y solo lo veo ver a su hijo de reojo.

— Sino es como dices quiero el dinero y el número de espectadores que prometes.

Es pan comido, esa mujer levanta muertos, literal. Borró esos pensamientos y asiento a su dirección con una sonrisa de autosuficiencia que le deja intrigado.

— Trato. — le doy la mano y su hijo mira asombrado. — Les pido un permiso, hasta la noche.

Salgo lo más rápido que puedo, necesito ir a contarle.Cuando llego al auto grito que hasta yo dudaría de mi sexualidad pero me la devuelve el pensar en Pole. Allá voy por ti reina y quiero recompensa de las que ella solo sabe darme. Las horas pasan rápido y por fin llego el momento voy a su oficina y entro en ella viendola en el sofá.

 —Lista para deleitar una noche loca.

Esta nerviosa sus manos inquietas lo dicen.

— Tus ojos me dicen que algo hiciste y será ilegal.

Me da risa porque me conoce muy bien.

—Eres mayor de edad así que no es tan ilegal a lo que imaginas.

Entrecierra sus ojos y asiente levantandose.

—Voy a confiar en ti Jax.

Con eso me basta para tomarla de la mano y salir corriendo al ascensor que se me hace eterno, siete, seis, cinco, cuatro, tres. Estas cosas no pueden ir rápido que estrés y el sonido de que llegamos me saca del trance.

—Al fin. 

Salimos o más bien la saco arrastras ella gritando cosas y si luego me partes la mandarina Pole.

— Tengo tacones maldito Jax.

Solo me incentiva a correr más y oír sus quejas es divertido, llegamos al auto y le abro la puerta se sube, corro a mi lugar arrancando el auto a toda, Dios la adrenalina en mi cuerpo es potente y eso que aún no la he visto bailar.

— Pareces gato envenenado o en celo.

Se toma el pecho tratando de recuperar el aliento y me mira asombrada.