||CAPÍTULO 42||

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Jax Landec

Todos corrían de lado a lado con los preparativos y es que no era para menos, la menor y más amada por todos estaba por cumplir sus 15 años, lo que daría Pole por estar en este momento aquí igual de histérica que Victoria. Pero nos acompaña desde el cielo, que falta me haces ratoncita. Gritos aquí y allá pero ninguno de ella ya hace años que no escucho nada de ella, ni una grabación y cada día mi corazón se sigue deteriorando, no entiendo el comportamiento de Luna, ya la llevamos a terapía y dicen que solo es rebeldía que le falta disciplina y autoridad pero no soy capaz de alzar la voz se me quiebra todo es lo único que me queda de ella.

Pobre Victoria de verdad que no entiendo tanta paciencia y algunas veces le alza la voz no me meto en nada, incluso creo que ni siquiera puedo decir que soy su padre solo la consiento y le doy las tarjetas para llenar la ausencia de su madre, creo que Pole estaría decepcionada de mí. Pero no entiendo el rumbo que debo hacer no soy capaz de matar ni una mosca menos alzarle la voz a mi hija, que es igual a mí pero versión su madre. Prefiero irme a descansar de los gritos, camino a lo largo del pasillo y llego a mi habitación entro quitándome todo de paso y quedo en bóxer para caer de golpe a la cama boca abajo necesito paz por un momento. Siento un ruido en el closet que comento por un segundo hasta que un frio me recorre la piel y me giro. Lo que mis ojos ven no lo creen o ya me morí o estoy soñando pero se me aguó todo Dios. No soy capaz de mover un músculo en lo absoluto.

—Si sigues tomándote fotos así de guapo, vas a ocasionar que te lleve conmigo.

—Es-es... ¿Me morí ya?

—Sería más fácil. Pero no, no estás muerto, digamos que soy una parte de tu mente que me trajo hoy. —me sonríe y quiero irme con ella. —No, no puedes irte aún Jax, no es tu hora todavía.

—¿La tuya, si lo era? —veo que baja la mirada. —Te extraño, te extraño tanto Pole.

—No, no lo sé, pero ya estoy... mi alma te clama cada día Jax.

—¿Puedo dispararme e ir contigo? Digo siempre hay posibilidad.

—No vas a estar en el lugar que yo estoy Landec. ¿Quieres dejar sola a Luna?

—Voy a decirlo antes de despertarme ya que nunca lo dije, pero, sabes lo que me pone que me dijeras siempre Landec o me lo repitas ahora siendo un producto de mi mente... y hablando de nuestra hija es muy rebelde ni soy capaz de decirle algo sin que me ponga a llorar después Pole.

—Si fuera real ya estaría encima tuyo por decirme eso, pero, hablando de nuestra hija lo sé he visto y son etapas pero necesita mano dura de tu parte. La tienes muy consentida y así no se puede Lan... —levantó una ceja. —Jax, así no se puede necesitas autoridad sobre ella.

—Me encantaría tenerte encima mío. —veo que alza una ceja. —Ya, ya voy a portarme serio a la situación, que quieres que haga es lo único que me queda de ti.

—Es tu hija o quieres sentirte orgulloso de ella o se convertirá en un dolor de cabeza que hace lo que quiera y cuando quiere algo y no lo consiga será peor.

—No, no por supuesto que no quiero eso, Pole.

—Bueno, tiene tu ADN que esperas, eres Jax Alejandro Landec. Nada te queda grande ahora tu hija, sí?

—Por lo mismo digo que no sé qué hacer.

—Sino levantas el culo de esa cama y vas a poner los puntos a tu hija te voy a jalar las pelotas cada día de tu vida y no será bonito Jax.

—Por eso decía que iré a dejarle en claro quién manda en casa. —me apresuró a levantarme de manera rápida y camino a la puerta.

—Jax...

LA MAESTRA POLE - C.V #1  [TERMINADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora