LA MAESTRA POLE - C.V #1 [TERMINADA]

||CAPÍTULO 10||

— Pues querido Christopher, tu y yo no somos amigos, así que cuidate. - sus ojos me retan.

— Yo no la veo como un objeto a ganar Victoria. - arrugo mis cejas.

Es rápida en sonreír y acercarse a mí.

— Ven acá muralla china. - rodeo los ojos y me acercó solo porque quiero.

— Hablas con el tal Richard. - cuestionó de recordando a ese.

— ¿Quien es Richard?. - no lo conoce.

— Ahora quiero conocerlo, disfruta mientras puedas, pero te digo ella no es la salvaterra. - se va dejando dudas en mí.

La miro dormir y voy a su lado sentandome en la cama, acaso tienes una hermana gemela aunque no sería lo mismo nadie que sea igual a ti fisícamente te superaría.

— Pole, pole. -susurra sin dejar de acariciar su mejilla.

Luego de contarle todo sin omitir ningún detalle a Victoria que me regañaba o dame una palabra de aliento, aunque tiene un parecido a Pole. Insulto a maría unas 15 veces y no quiero repetir cada cosa que dijo.

— Pues querido Christopher. Nosotros amigos no somos. — rodee mis ojos— era broma, no tanto.

Se levanto de la cama y me dejo pensando.

— Yo no la veo como un objeto a ganar Victoria. — hago una mueca— Pole, es mucho más de lo que pueda decirte.

Es rápida en sonreír y acercarse a mí para darme su mano que la tomó un poco confundido.

— Ven acá muralla china. —la miro mal pero le recibo el abrazo— ahora lo entiendes.

— Hablas con el tal Richard. —le preguntó— ¿Qué entiendo?

— ¿Quién es Richard? — la miro confundido, no lo conoce. — Ahora quiero conocerlo, disfruta mientras puedas, pero te digo ella no es la Salvaterra.

Se va dejando dudas en mí. La miro dormir y voy a su lado sentándome en la cama, acaso tienes una hermana gemela, aunque no sería lo mismo nadie que sea igual a ti físicamente te superaría.

— Pole. — la muevo suave— despierta.

— Mamá cinco minutos más. — una risa sale de mí mientras niego— ya voy.

Hasta dormida se ve adorable vamos a divertirnos un rato más.

— No soy mamá. — se remueve. — Pole.

— Ay Jax no jodas no tenemos clase. — se voltea de lado y se le sube el camisón— hoy no estudio.

No seas idiota esta dormida, Christopher concéntrate.

— Tampoco soy el idiota ese. — le susurro cerca de su oído— te voy a besar sino te levantas.

Me caigo de la cama y mi culo se recibe por el suelo a este paso voy a quedar como una tabla de surf.

— ¿QUÉ? — grita y salta sobre la cama— quién eres.

Me levantó como puedo y la veo en el cabecero de la cama con sus piernas abrazadas a sus brazos, quien te hizo daño para que reacciones así pero no me acercó mucho y observo sus ojos pardos me escanean el cuerpo entero y me estremezco.

— Por fin bella durmiente. — sus mejillas se tornan rojas. — tranquila, soy yo.

— ¿Qué hago aquí? — susurra— no es mi cuarto.

— Estás en tu cuarto pole. —sus cejas se fruncen— es tu apartamento.

— Este no es el mío... es el tuyo. — me cuestiona. — es tu apartamento también.