|8| No es mi noche... ¿o sí?

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Caminé hacia la izquierda, y luego a la derecha, con los brazos cruzados, en el despacho del director. Me detuve frente a él y le miré. El director alzó la mirada y abrió la boca para hablar. Sin embargo, yo dejé de verlo para repetir la caminata de lado en lado.

Él suspiró.

—Estás molesta. —dice y solo acelero mi caminar con los brazos estirados hacia abajo mientras apreto mis puños.

¡¿Molesta?! Molesta es poco. Yo... Casi muero. Las escenas de sacrificio en las películas siempre me han gustado ¡Pero esta vez era yo a la que iban a sacrificar!

Si no fuera por.. ese maestro.

Me detengo y cierro los ojos. Aún puedo recordar sus.. verdes ojos.

—Sojin.

Su figura alta y trabajada. La cicatriz de sus labios. Al principio fue aterrador, creí que iba a ahorcarme con esas manos. Ese maestro..

—Sojin.

Y.. Toji.

—¡Sojin!

Giro mi rostro y veo al director.

—¿Qué?

—Siéntate.

—Ni que usted fuera un extraterrestre para hacerle caso —me negué.

—Sojin, siéntate un momento. Fue un malentendido lo que ocurrió en esa sala.

—Y ese malentendido no hubiera ocurrido si usted me contaba todo de esta preparatoria ¡de locos! —le apunté con el dedo.

El director señaló la silla frente a él.

—No me voy a sentar, ya te lo dije. No quiero ni siquiera estar aquí.

—¡Traje galletas! —Panda entró con una caja de lo mencionado. Me emocioné y acerqué mi mano para tomar una, pero él me ignoró y pasó frente a mí—. Solo las comerán los que obedezcan a papi. Perdón, al director.

No tuve de otra que sentarme como el director lo había dicho antes. Crucé mis piernas y le miré fijamente mientras masticaba una galleta.

—Gracias, Panda. —le dijo y se acomodó las gafas para volverse en mi dirección—. Bien, no tengo ni la menor idea de cómo apareció tu nombre en la lista de alumnos rebeldes. Y perdóname por lo que tuviste que pasar.

Recordé otra vez a Toji, y sonreí. Atractivo...

El director se aclaró la garganta y volví a la realidad.

—Sí, fue horrible.

Asentí, recibiendo otra galleta de Panda. La metí en mi boca, sin quitar la vista del director. Luego fruncí el ceño por lo que dijo antes.

—¿Alumnos rebeldes? —pregunté.

—Eso no es importante. Solo vuelve a tu habitación. Tu clase empieza a las 6:45, y por favor, ve junto a Miwa. No quiero más problemas.

—Pero si eso fue su culpa.. —cerré un poco los ojos.

—Es hora de irse, Sojin. —El director tomó unas hojas y evitó verme.

Rodé los ojos. Me puse de pie para dirigirme a la puerta con Panda. Y él movió su pata hacia el director.

—¡Nos vemos, papi!

—Adiós.

Volteé también y ladeé la mano.

—¡Bye, papi!

Yaga arrugó un poco la hoja que sostenía. Y salí riendo con Panda.

***

Ya en la habitación, observé a Miwa abrazando una almohada mientras daba vueltas en su cama. Alcé una ceja.

𝗖𝗹𝗮𝘀𝗲 𝗝𝘂𝗷𝘂𝘁𝘀𝘂 • JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora