A veces me tardaba en reconocer el rostro de alguien. Sin embargo, apenas esos ojos verdes hicieron contacto con los míos, supe de quién se trataba. Ni siquiera habían pasado dos días, pero ya tenía grabado su nombre en mi cabeza.
«Toji»
No pude apartar la mirada hasta que oí los suspiros de Miwa, ella estaba con la mejilla sobre la mesa y un aura deprimente. Y recordé que esperaba a la maestra... Ya ni me acuerdo el nombre de la mujer. Pero ese no es el caso.
Regresé mi vista al frente, a su cuerpo, a él.
Hay más luz, claro que tenía que aprovechar, soy observadora. La camisa negra se ajusta perfectamente a su torso, los pantalones negros... Demonios. ¿En qué momento se da la vuelta para verlo mejor? No soy una pervertida, es solo pura observación, tengo que saber quién me dará clases desde ahora. Además es mayor. Yo.. no puedo.. soy menor.
—Tienen cinco minutos para conseguir un compañero, hombre y mujer. —Su voz causó un revoloteo en mí.
Ya, de acuerdo, voy a pensar mucho en las edades.
Todos se pusieron de pie, impidiendo que siguiera con mi observación hacia él. Por una parte fue buena, ya que no podía dejar de verlo. Miré a mi costado y al instante fruncí las cejas. ¿Pero a dónde se fue Kamo? No estaba a mi lado y tampoco en el salón. Ese chico me sorprende cada vez más. Volteé a mi derecha. Cuando noté que a Miwa no le hacía falta ayuda para buscar compañero alcé una ceja, pues ese chico.. Mechamaru ya se encontraba a su lado.
Miwa quiso levantarse para dirigirse hacia mí, pero él la detuvo.
—No se puede ayudar, a menos que estés a punto de morir. —dijo ese chico.
Al instante puse cara de: ¿Qué? ¿Qué mierda de valores les enseñan aquí?
—No te preocupes —le dije a Miwa, parándome, dirigí mi vista a Mechamaru—. Ni la quería, eh. Yo puedo sola.
No pronunció ninguna palabra, más bien me dio una mirada de pocos amigos y luego se volteó hacia Miwa. Al parecer no le agrado, esa mirada me dio a entender que soy mala influencia para su pareja. Me tuve que alejar de ellos para no sentirme más patética. Apenas es mi primera vez aquí. ¿Por qué no me presentó el maestro? Ni siquiera conozco a los que están aquí. La mayoría ya tienen grupo, hay alumnos parados y otros hablando en sus asientos. Siento miradas, pero... Una en especial que parecía querer clavarme el pecho.
Y justo entonces cruzamos miradas otra vez. Yo estaba parada al fondo de todos los asientos, los alumnos en sus asuntos, y él al frente de todos, con sus ojos puestos en mí. Esto ya no era mi imaginación, no soy especial, pero, ¿por qué tengo su atención? ¿Por qué me mira? Sentía miedo y a la vez una suerte infinita.
Desgraciadamente tuve que volver a la realidad, ¡me quedaban tres minutos! Al volver a caminar, choqué con alguien. Su brazo golpeó mi teta y solo apreté los labios para no soltar un quejido.
—Fíjate. —Él me miró como si fuera un estorbo total.
Tenía que ser ese chico de nuevo. ¿Tan mal le caigo? Miré a mi alrededor, todos ya tenían compañeros, y maldecí mentalmente por la idea que venía a mi cabeza. Aunque ambos no nos lleváramos bien, tenía que encontrar un compañero. Él estaba solo, yo estaba sola.
Quizá a las chicas no les gustaba su puntiagudo cabello. No, no, eso le hace atractivo, pero para nada era mi tipo. Se nota lo arrogante que es. Aparte no se disculpó por empujarme dos veces. Volví a verlo, pero ya no estaba. Me alarmé y lo busqué rápido con la mirada. Al encontrarlo, caminé rápido a él, parecía que por un segundo iba a abandonar el salón.
ESTÁS LEYENDO
𝗖𝗹𝗮𝘀𝗲 𝗝𝘂𝗷𝘂𝘁𝘀𝘂 • JJK
RandomEsta no es cualquier preparatoria. Es una preparatoria de asesinos. Una preparatoria que está debajo de una simple tienda de carnicería en Tokyo, la cual tiene los mejores estudiantes en asesinatos y secuestros. Ellos poco a poco aprenderán todos lo...