Capítulo XII-Trabajando duro

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Luego de ocuparse en la presentación de su salón y en la colocación de los bombillos en el pasillo para dejarlo iluminado, nuestros personajes se dedicaron a pintar al pasillo.

-Bueno casi terminamos.-Dice Liza, alejándose de la pared con las manos azules, traía puesta una braga la cual había manchado de pintura, su cabello estaba alborotado.-¿Que les parece?-Pidió la opinió de sus compañeros.

-Me gusta, esta lindo, ¿Y tu? ¿Cómo te sientes? No tienes ganas de perder el control ¿o si?-Dijo Alexander bromeando un poco con su amiga.

-Todos los bombillos estan en su lugar.-Interrumpe Gabriela.-¿Qué nos falta?

-Creo que recoger todo este desastre e irnos, no hay mas nada que hacer.-Respondió Elizabeth.

-Esta bien, oigan, ¿Saben que necesitamos los tres?-Dijo Gabriela con un extraño y repentino tono alegre.

-¿Nos falta algo?-Responde Alex con otra pregunta.

-Alguien con quien podamos desahogarnos, en quien podamos confiar, alguien con quien estar en las esquinas oscuras de los pasillos tetricos como este o estar en la deria de San Valentin para burlarse de la parafernalia de los diferentes puestos.-Con sus manos aun humedas con algo de pintura color azul, Gabriela mientras hablaba iba pintando su rostro sin darse cuenta.

-Para eso estamos nosotros, ¿no?-Dijo Elizabeth.

-Me refiero a una pareja, un novio y una novia.-Dijo Gabriela algo arta.

-Bueno, en parte tienes razón, ¿Qué podemos perder? Aparte de la paciencia, que la perdemos entre nosotros mismos, no hay nada en juego, tal vez y sea divertido..-Responde algo entusiasmado Alex.

-Bueno, por allá,-Elizabeth señaló la salida del edificio que daba al campo-, está el culb de fútbol, y para ti-Dijo señalando a Alez y girando sobre su propio eje-, allá deben de estar las porristas, si no es que las cambiaron de salón.

-Gracias, bueno, terminemos aquí para comenzar allá.-Alex se dispuso a empezar a recoger los periódicos que habpia utilizado para no manchar el piso del pasillo.

Luego de limpiar todo y guardarlo bien, los tres se dedicaron a cambiarse la ropa manchada y suicia que traían en los baños correspondientes, al salir, el trio lucía bastante igual, sin haberse percatado, había doblado y empacado mudas de ropa muy parecida entre sí, haciendolos parecer tres hermanos.

Elizabeth fue la primera en intentar conquistar a un chico, fue directamente al campo y, al ver por detras de las gradas, observó a Miguel, un chico lindo que jugaba mas por diversión que por ganar, así que usualmente estaba en la banca durante los juegos de importancia.

-Oh, ahí esta Miguel, no me parece mala opción para comenzar-Se dijo Elizabeth aun detras de las gradas.

«¿Enserio? ¿De verdad te buscaras a alguien despúes de besar mil veces a Alex-pensó-¿Tan bajo caíste?»

-Silencio, ¿no estabas prestando atención cuando me dijo que no le gustaba?-Se respondió.

«Tengo que admitirlo, se ve lindo-volvió a pensar-si es que te gustan los inalcanzables que buscan lo opuesto a ti»

-¡Ya cierra la boca!-Gritó-Allá voy.

-¿A dónde vas?-Pregunta una vos masculina detrás de ella.


Elizabeth se voltea rapidamente y se da cuenta de que el dueño de la pregunta era su hermano menor.-¿qué haces aquí?-Preguntó por fin.

-Nada normal-Vacila un poco-Veía que hacías, y dejaste tu almuerzo.-muestra una bolsa de papel marron aburrida.

-Bueno gracias, ahora vete-ordena la mayor.

MI BIPOLARIDAD [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora