Capítulo IV-En algún momento les diré

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-¡Que projesora tan amargada!-Dijo en un tono muy audible nuestra imprudente alumna.

-¡Cajun!-La profesora tosió aproposito para llamar la atención de la imprudente, se dió media vuelta y continuó su explicación mientras Liza se enterraba de la vengüenza en su computador.

Se dió por terminada la clase, y luego de otra mas seguida de computación los tres chicos, Gabriela, Alex y Liza, fueron al comedor a tomar el almuerzo, junto con otros cientos de chicos que hacen lo mismo, a la misma hora. Una vez en la cafeteria de la secundaria Elizabeth agarró su bandeja y se dispuso a hacer la fila como todos aquellos alumnos que olvidan su almuerzo o no quieren traerlo porque la fea comida de la cafeteria sabe mejor, en medio de la espera llegó Gabriela, preguntando algo confundida porque su amiga estaba en la fila, si ella misma le había dado su almuerzo junto con su mochila.

-¿Qué haces aquí?, tu trajiste almuerzo y lo tengo yo, con tu mochila, en tu asiento, como cada día.-Dijo ésta al momento de llegar a la fila, sacando a su amiga de la misma haciendo que se tambaleara un poco y soltara la bandeja en algún montón.

-Esta bien, ya estoy caminando pero si sabías que estaba ahí, ¿Por que no fuiste a buscarme antes? Llevaba haciendo la fila desde ya hace un rato.-Dijo señalando la fila que ya se encontraba detrás de ellas.

-Pensé que te habías quedado estudiando-Finjió justificar su tardanza.

-Si sabes que nunca estudio, ¿Por qué estaría estudiando ahora?-Preguntó algo sarcástica Liza.

-Me equivoqué, ¡demandame!-Exclamó exagerada Gabriela mientras terminaban de llegar a los asientos apartados por Alex, el cual estaba acostado a lo largo de las sillas como barrera humana mientras que al contrario se encontraban las tres mochilas colocadas para apartar otros cuatro asientos.

Una vez sentados en las sillas Elizabeth se dedicó a sacar de una vez su almuerzo haciendo que se callera de el la nota que no había leído en la mañana.

-¿Qué es esto?-Preguntó Gabriela recogiéndo la nota que se había caído de la bolsa de su amiga.

-Es una carta-Dice Alex con un tono gracioso.

-¡YA LO SABEMOS!-Le contestó Gabriela con tono de burla.

Elizabeth abrió la nota y prosiguió a leerla en voz alta.

"Hola hermana, buen provecho, ya se que hablamos la noche de ayer, y se la conclusión a la que llegamos, pero quería saber si te interesaría ir a ver a un especialista. Con mi profesora te arreglé una cita, irás después  de la escuela. Según mamá estarás en casa de Gabriela"

-Ehh... Que extraño mensaje ¿verdad?-dice Gabriela al instante de Liza terminar de leer.

-Si, tu hermano y tu si nos engañaron, ¿verdad Gaby?-dice bromeando Alex con un tono de angustia en su voz.

-Si... ¿Por qué no te ries con nosotros? Es gracioso lo que hicieron.-Pregunta nada calmada Gabriela mientras intercambiaba miradas con Alexander.

-Sufro de transtornos-Dijo Elizabeth, su mirada estaba gacha, sus ojos húmedos y su voz era casi inaudible

-¿Qué dijiste?-Preguntó Alexander acercándose mas a su amiga para poder escucharla.

-¡SUFRO DE TRANSTORNOS!-Sin gritar Elizabeth subió su tono de voz algo furiosa y apenada, definitivamente no eran las circunstancias que ella había planeado para contarles a sus amigos de su condición.

-Es imposible-Dijo Alexander.-¿No que era la adolescencia?

-Los síntomas coinsiden,-Dijo Liza con la cabeza gacha, los dientas al igual que las manos estaban apretadas. Una lágrima bajó por su mejilla.

Lentamente Liza subió su cabeza, al ya tener a esta derecha sacó una sonrisa un poco forzada se dispuso a compatir sus ideas, quería compartir lo descubierto por su hermano y ella la noche anterior.

-Quisiera compartir lo que se-Dijo secandose una lagrima de la cara-Se que no suena muy bien, pero hay que aceptarlo, solo hay que tener una actitud positiva...

-Lo único que necesitas es un pequeño y nada exagerado arcoiris y algunas palabras rosadas que digan arriba ''La persona mas comprensiva y buena de todas'' Osea, amiga, ¿Que te pasa?-Preguntó Alexander interrumpiendo a la llorona y llamando la atención de ésta y de Gabriela.

Con un movimiento de cabeza repentino Liza recordó su anterior ser, su mirada perpleja, otras lágrimas bajaron de sus ojos hasta su babilla, la nota que aun tenía en las manos se mojó, las gotas de agua se hacían cada vez mas visibles. Varias voces se hacían presente en su cabeza.

-¡Agh! E aquí el perfecto ejemplo de lo que soy y de lo que me está pasando.-Dijo Liza finalmente.

-Lis, ¿Qué..? ¿Qué acaba de pasar?-Preguntó Gabriela.

-Yo, eso pasó, si me esperan al final de la clase les cuento con detalle, solo.. Solo no quiero que se lo digan a nadie, no quiero sentirme peor de lo que ya me siento, ¿vale?

-Estaremos aquí para ti Lis, ¿verdad Alex?-Preguntó Gabriela.

-Cien porciento a tu disposición.-Respondió Alex.

Terminaron su almuerzo en silencio, ninguna palabra estuvo entre ellos, al terminar su almuerzo se dispucieron a ir a clases. El tema no fue tocado hasta sonar la última campana de salida.

MI BIPOLARIDAD [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora