Un baile de mascaras, una noche de copas y el deseo entre dos personas, hacen de Antalya la ciudad de la pasión y el deseo, para estas dos personas.
Solo habían dos reglas: No quitarse las mascaras, no decir sus nombres
Este es un vistazo exclusivo de la próxima novela Edser que muy pronto será publicada, espero que la disfruten tanto como lo hacen con este hermosa historia.
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Pov Serkan:
He intentado aclarar mis pensamientos todos estos días, pero se me resulta difícil y hasta imposible. Siempre he sido un hombre al cual le gusta tener todo bajo control, incluso a las personas que me rodean, hasta que llego ella.
Torpe, terca, sarcástica y seductora, logró hacer que perdiera el control por completo de mi mismo, cierro los ojos recordando aquella noche, los dos borrachos, pasamos de la risa a la seducción en segundos.
-No sabía que tenía una fascinación por el rock argentino - Su suave voz llega a mis oídos
-Bueno se reconocer la buena música y soda stereo hace buena música - respondo con una sonrisa sirviéndome otro trago
Corazón delator suena en el apartamento, no está a todo volumen ya que no quiero arriesgarme a despertar a mi hija, sin embargo esta al volumen perfecto para llenar este silencio y la tensión sexual que hay entre ambos, bebo de mi trago sin dejar de mirarla, se a puesto su pijama, unos pantalones cortos dejando ver sus hermosas piernas, las cuales estoy deseado tener a mi alrededor como aquella noche y una blusa de tirantes que se ajusta a su torso, con un escote que me está torturando.
-Será mejor que me vaya a dormir - susurra llena de nervios - Kiraz se acaba de dormir y no despertará hasta mañana
-Vale, muchas gracias - redondo con una pequeña sonrisa
Ella asiente con una sonrisa, sus nervios me hacen sonreír, no le soy indiferente y eso me gusta. Ella se voltea rápidamente chocando con la estantería, niego con una sonrisa, si no tropieza, choca con los muebles, algo muy típico de ella. Me acerco a ella sin dejar de mirarla, dejándome ver de mas cerca sus ojos oscuro por el deseo
-Hadita torpe - murmuró con una sonrisa acariciando su hombro, el cual a golpeado con el mueble.
Mis dedos toman vida propia y comienzan a recorrer desde su hombro, cuello, clavícula hasta llegar a su escote, mis dedos acarician suavemente su escote
-Robot pervertido - susurra mirándome con sus ojos oscuros y una sonrisa llena de complicidad y seducción
