#5) Volviendo a casa

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Dos pares de ojos se posaron en nosotros dos, y luego bajaron al brazo de Ezker, que instintivamente lo posó alrededor de mi cintura.

Respiré profundamente y pase de largo junto con mi amigo hacia mi habitación. Pero me pare en seco cuando la voz de mi padre interrumpió mi acto.

-¿Acaso no vas a saludar a Darren? —me giré hacía los dos que estaban sentados mirándome desde el sillón.

- Oh, lo siento no te vi porque no puse los lentes para ver idiotas —puse la voz mas inocente que pude mientras lo miraba con una sonrisa forzada.

- Lo errores suelen pasar —se encogió de hombros, y me regalo una estúpida sonrisa. La asquerosa sonrisa que me daba cuando éramos pequeños y que tanto me encantaba en aquellos tiempos. Pero no, ahora no.

Recuerda Dylan, lo odiamos.

-Como el que tú hayas llegado a nuestras vidas —sonó peor de lo que imagine, y mejor de lo que quería. Wow, después de todo puedo ser una zorra de primera. De todos modos, el que se enojo fue mi padre, no él. El muy descarado tenía la decencia de reír. ¡Se estaba riendo! ¡Se estaba riendo de mí!

-¡DYLAN! RETRACTATE YA MISMO —gritó mi padre, claramente enfadado, en otra ocasión me hubiera quedado callada por temor a que me golpeara, pero en estos momentos era lo que menos me importaba.

- ¿POR QUÉ DEBERIA? ES UN MALDITO BASTARDO, NOS ABANDONO Y TÚ ANDAS PERDONANDOLO ASI COMO ASÍ, FUERA NICHOLAS EL QUE HIZO ESO Y YA ESTARIA DESERED... -y bueno, no termine, ya que lo que antes temía había sucedido. Luego de tantos años me volvió a golpear, y todo por culpa de Darren. Él idiota es el culpable de que mi padre me diera un tortazo.

Vi de reojo como Ezker apretaba los puños conteniendo el enojo y las ganas de tirarse arriba de mi padre para matarlo. El jamás dejó que nadie me tocara un pelo.

Mis ojos picaban, ya se estaban aguando, y la única razón por la cual las lágrimas no salían era por el esfuerzo de no romper en llanto en ese mismo momento. No podía verme débil frente al enemigo, no estaba permitido.

-Magnus yo creo que no... -empezó a hablar Darren, pero fue interrumpido por mi padre.

- No, ella tiene que aprender a respetar a sus mayores y si no aprende de las buenas, entonces será por las malas. —me clavé las uñas en las palmas de mis manos conteniendo la ira, el daño físico disminuía el daño emocional.

- Me tengo que ir a trabajar —dicho esto caminé hasta mi habitación con Ezker pisándome los talones, apenas crucé la puerta y esta fue cerrada, me lance a los brazos de mi mejor amigo a llorar, a desahogarme.

POV DARREN

Al fin había vuelto a mi hogar, el lugar que amaba con mi vida, donde mis sueños nacieron y crecieron, donde conocí al amor de mi vida, donde todo era bueno.

Sonara idiota, pero cuando recibí el mail de Magnus mi corazón paro unos pocos segundos para poder asimilar las cosas. Me estaba pidiendo que fuera a verlos a ambos, después de que me fuera y no volviera. ¿Me estaba perdonando?

Quería ver a Dylan, no, anhelaba ver a Dylan nuevamente. La extrañaba, solo por ella hacía lo que hacía. Lo hacía para que ella pudiera sentirse orgullosa de su desastroso vecino.

Respire profundamente dejando que el aroma se apoderara de mis fosas nasales. ¿Pero que carajos? Agh, ¿enserio señora? ¿Estiércol?

Cerré el auto con seguro y camine por el pequeño sendero del jardín que daba a la casa de Magnus.

¿Era raro primero visitar a tus vecinos y luego a tu madre? Creo que si, pero realmente lo veía necesario.

Tome aire nuevamente y con todas las agallas toque el timbre de la casa, este resonó y luego se escucho un "Voy" desde adentro.

La puerta fue abierta por una Lauren bastante shockeada, después de cuatro años no había cambiado nada. Su cabello castaño casi rubio, sus ojos azules verdosos y su sonrisa amable y acogedora.

-¡Darren! -sin previo aviso me tomo entre sus brazos en un fuerte abrazo.

- ¡Lauren! ¿Cómo estas? -pregunte mientras le devolvía el abrazo. Me estaba estrangulando, y no podía sacármela de encima.

- ¡Bien! Pasa, pasa -al fin me había soltado, dejándome el camino libre para pasar dentro de la casa.

- ¡Darren! -gritó Magnus mientras venia hacía mi a abrazarme, le devolví el abrazo gustoso. Magnus era mi padre, no de sangre pero si de corazón, mientras que el mío nos abandonaba a mi madre y a mi, Magnus nos daba una ayuda.

(***)

Charlamos durante horas sobre todo lo que pasó en mi ausencia, me habló de un tal Eker, Ezer o como mierda sea y de lo tanto que lo odia.

- Sospecho de que son novios esos dos, y realmente no me gusta para nada -dijo negando con la cabeza y dejando un canal de deportes. Me quedé estático, ¿Dylan tenía novio?

Justo en ese momento la puerta se abrió y una muy sonriente Dylan entró por ella, junto con un morocho de ojos azules. Cuando se percató de nuestra presencia dejó de reír.

Creo que no quiere que estemos aquí.

¿Porque hablo conmigo mismo como si fuéramos más de una persona?

Los nervios -me aseguró mi subconsciente.

Estaba hermosa, sus ojos color avellana llamaban bastante la atención, su cabello color chocolate largo y ondulado, y su sonrisa blanca y brillante. Durante cuatro años me imaginé como estaría ahora, pero nada se compara a su belleza.

Salí de mis pensamientos cuando la mano del tipo que estaba detrás bajó hasta su cintura, agarrándola posesivamente. Gruñí en mi interior.

Dylan pasó de largo, tomando la mano del chico que iba atrás. Por la descripción que me había dado Magnus, el era Ezer o Eker o como carajos sea su nombre.

¡Por el amor de Dios! El tipo tendrá unos veintiséis años ¿y esta saliendo con una chica de diecinueve? Hombre, llévenselo preso por asalta cunas.

-¿Acaso no vas a saludar a Darren? - preguntó Magnus mirando con mala cara al chico detrás.

- Oh, lo siento no te vi porque no puse los lentes para ver idiotas -dijo con un tono de voz "Inocente".

Genial, si nos odia.

- Lo errores suelen pasar -me encogí de hombros y le sonreí, lo que la hizo enojar más.

- Como el que tú hayas llegado a nuestras vidas -dijo enfadada, me dolió y bastante. Estaba claro que me odiaba por lo que hice, pero no podía demostrarle lo mal que me hacía su indiferencia, su odio hacia mi, por lo que reí.

-¡DYLAN! RETRACTATE YA MISMO! -gritó Magnus, haciendo que me sobresaltara. Dylan lo miró con miedo por unos segundos, pero el enojo se volvió a apoderar de ella.

- ¿POR QUÉ DEBERIA? ES UN MALDITO BASTARDO, NOS ABANDONO Y TÚ ANDAS PERDONANDOLO ASI COMO ASÍ, FUERA NICHOLAS EL QUE HIZO ESO Y YA ESTARIA DESERED... -no se en que momento Magnus se levantó del sofá y le dio un tortazo en la cara. La situación se nos había salido de las manos. El amigo de Dylan estaba realmente enojado, se notaba a kilómetros que se aguantaba el tirarse encima de Magnus para golpearlo por tocarle un pelo a Dylan.

Me paré para impedir que el hombre mas grande de la sala volviera hacer algo de lo que mas tarde se arrepentiría cuando vi los ojos de Dylan brillantes, conteniéndose las lágrimas.

-Magnus yo creo que no... -no pude terminar de decir lo que pensaba ya que fui interrumpido.

- No, ella tiene que aprender a respetar a sus mayores y si no aprende de las buenas, entonces será por las malas. -respiré profundamente, el aire estaba bastante tenso, Dylan respiró profundamente y habló por fin.

- Me tengo que ir a trabajar -dicho eso, se fue hacia su habitación junto al otro tipo. 

N/A

Capítulo tristemente corto.

El señor Magnus White en multimedia ;)

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