#11) Baile no sexoso.

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A eso de las ocho comencé a vestirme, me puse una remera ajustada junto a un sweater gris, unos pantalones de cuero negro ajustado y unos tacones cerrados que llegaban hasta mi tobillo. Me maquille ligeramente, dejé mi cabello caer con ondas por mis hombros, tomé mi celular y salí de mi habitación.

- ¿Vas a salir o a trabajar? -cuestionó Nick mirando mi vestimenta, le sonreí y me senté a su lado.

- Voy a trabajar, pero va a ir un chico bastante guapo -le di un codazo en forma de juego, el hizo lo mismo pero con una cara bastante rara.

- Mira lo que aprendió Emma -sonrió yendo a buscar a la pequeña- A ver Emma, de quien eres. ¿Del papá o de la tía?

Esperamos ansiosos la respuesta, ella sonrió y se le tiró a los brazos.

- Ia -dijo luego de que Nick volvió a preguntar.

- No, ¿Que? ¡No! Tenias que decir papá -la sacudió juguetonamente haciendo que la niña ria.

- Dejala me quiere mas que a tí -la tomé en brazos y le besé el cuello reiteradas veces, haciendo que suelte unas hermosas carcajadas. Papá salió de la cocina y vino a sentarse en la mesa a tomar un café. - Que raro que no esté Fitzpatrick ¿ah? -le susurré a mi hermano, este asintió mirando a mi padre, y luego volvió su atención a Emma. El timbre sonó y mi papá se levantó a abrir la puerta. Besé a mi sobrina, y a mi hermano en la frente a cada uno y me acerqué a la puerta.

- Yo te conozco -apuntó mi padre con el dedo a un muy sexy italiano, me acerqué a la puerta y empujé a mi padre.

- Dejalo -dije, le besé la mejilla y salí. Estaba vestido con una camiseta blanca, de mangas cortas seguramente, encima de ella una chaqueta de jean deshilachada, un jean azul y unas zapatillas nike. Tenia el cabello peinado con los dedos y hechado para un costado. Su rostro impecable con algo de bello creciendole en el y sus ojos verdes claros a la luz de la luna, hacian de él algo increible de ver. Tranquilamente podria ser un Dios griego o un modelo.

Me miró y rió. Fruncí el ceño, genial, lo que me faltaba, ser su payaso personal.

- Tienes un problema de atención -comentó sonriendo calidamente. Miré sus ojos, eran hipnotizantes, él en sí era hipnotizante, su belleza. No podias dejar de mirarle, y seguramente parecía loca observandolo tanto.

- ¿Disculpa que? -sacudí mi cabeza para salir del maldito trance en el que entraba cada vez que le veo.

- Que te vez preciosa - en este momento mi cara debía de estar roja como un tomate.

¡Dios Dylan!, ¿desde cuando te comportas así?

- Gracias, tu tambien te vez excelente -sonreí, me tendió su brazo para que me agarrara de él, como todo un caballero y caminamos hacia su auto. Un mercedes a45 amg blanco, cuando entramos en él pude apreciar el interior, era espacioso, los asientos bastante comodos, muy moderno y seguro.

- Lindo mercedes -alagué volviendo a mi asiento luego de dar un vistazo a la parte trasera. Lo miré y me estaba observando, sonrió y yo hice lo mismo. ¿Que tanto miraba?

- ¿Como sabias que era un mercedes? -cuestionó fijando su vista al camino una vez que encendió el motor. Enarqué una ceja, esta bien el no me conoce por lo tanto no sabe que los autos son mi debilidad.

- Se mucho mas de auto que cualquier hombre promedio -dije orgullosa de mi misma. El rió. Y yo estaba cansada de decirle él, ¿porque no se su nombre? - A todo esto ¿como te llamas?. Se que es un poco tarde para preguntarlo, pero es que estoy cansada de llamarte él en mis pensamientos.

Soltó una carcajada, mientras yo me golpeaba mentalmente por lo que dije, claramente le estaba asegurando que pienso en él cada dos por tres, aunque no debe ser muy dificil darse cuenta, ya que me vuelo mucho.

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