Capítulo 18 - Girasol.

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Los orbes azules de Hakkai miraban a la ventana del hogar de los Mitsuya. Luchaba para mantenerse despierto, la noche anterior se había quedado hablando hasta tarde con su hermana. Hablaron de todo. Sin embargo, no pudo decirle que casi le dio su número a una chica que lo había estado siguiendo insistente y sospechosamente durante un par de semanas. Evidentemente no le diría eso.

Durante todo el tiempo en que había estado "romanceando" con Taka-chan, se había dado cuenta de la sinceridad era un valor muy importante si quería mantener relaciones de cualquier tipo de manera saludable. Pero, en esta ocasión, dejaría que la chica de cabellos morados diera los pasos correspondientes. 

Como si la hubiese invocado cual espíritu, la cabellera corta de Agatha se apareció, acomodándose tras sacarse el casco, estaba conduciendo... ¿¡Una motocicleta!? La susodicha estaba llena de decoraciones a modo stencil de serpientes, se veía que la cuidaba muy bien. Era una... Kawasaki Ninja H2, si no estaba equivocado; la cual era bastante cara, a decir verdad. Iba con una mochila de un color morado medio fluorescente, y con ropa de un color similar. No se veía como la Agatha que conocía, se veía bastante ruda e intimidante.

Esa chica definitivamente tenía varias facetas, le parecía interesante. Quizá podría ser una buena opción para su hermana, pero quien tenía que decidirlo era ella. Él estaría siempre feliz de apoyarla, sea cuál sea la decisión que tomase, después de todo, era su querida hermana.

Sin embargo, nadie podrías ser más interesante que su querido Taka-chan. 

La chica vio a Hakkai y le sonrió, saludando con la mano y evitando el contacto visual, mientras que Hakkai también evitaba la mirada, pues mal que mal aún no superaba su problema del todo.

Hakkai reaccionó y abrió la puerta, algo dudoso. No sabía si estaba bien que llegara como si nada a la casa de Taka-chan. Pero a la vez no quería ser descortés con ella, no después de todo lo que ahora sabía...

El caso es que ella le había confiado muchas cosas, y él también le había confiado unas cuantas. Se podría decir que se habían hecho amigos, pese al terror de Hakkai ante hablar con una chica.

─¡Buenas, Hakkai! ─Agatha lo saludó alegremente, mientras que Hakkai se forzaba a mirarla y hacer un gesto para saludar, tratando de no ser maleducado─ Perdón por haber llegado aquí, pero me enteré de lo que pasó con tu ex-pandilla que mencionaste ese día, y no pude quedarme tranquila.

Ella se veía diferente no sólo en apariencia, sino que también en actitud. Se veía más decidida, como si algo hubiese cambiado dentro de ella, y eso que no la conocía demasiado como para afirmarlo. 

─Hum, bueno. Te mencioné lo de las pandillas y ahora tú te ves como toda una pandillera combinada con una estrella de Hollywood, después de que me seguías y te escondías para conseguir algo de mi hermana y apenas podías hablar... ─Recapitulaba hablando un poco bajo, nervioso─ Es un poco extraño todo esto, ¿sabes? Me agradas, pero por favor no te metas en esto. Es peligroso.

─Quiero entrar.

Hakkai quedó boquiabierto por la afirmación de la contraria. Se veía determinada, segura, por lo que no podía pensar en que era una broma o algo así. Deseaba que estuviese bromeando, sinceramente. El nerviosismo en el más alto aumentó por el sopetón, de sus palabras tan directas. 

Siendo totalmente sincero, no se lo esperaba para nada. Hace nada le había contado todos los problemas que había tenido por el simple hecho de ser autista, cosa que no entendía para nada porque apenas había escuchado de eso. Me había contado una barbaridad de tragedias y de lo jodida que era su timidez, pero ahora contradictoriamente ella quería meterse en un rollo de pandillas.

Flores y Pasteles | Hakkai x Mitsuya, Tokyo Revengers.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora