Nuevo hogar:

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Bebés ¿Cómo están? Espero que muy bien.

Aquí les traigo el nuevo capítulo de esta historia recién salido de la fábrica. Hecho con mucho amor y dedicación (y largas horas de trabajo) espero y les guste como me quedó.

⎯ Y bien ¿Ya eligieron a cual llevar?⎯ atinó a preguntar aquella monja de cabellos rojizos al observar a ambos hombres jugar con uno de los niños en especial

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⎯ Y bien ¿Ya eligieron a cual llevar?⎯ atinó a preguntar aquella monja de cabellos rojizos al observar a ambos hombres jugar con uno de los niños en especial.

Naturalmente fue ignorada accidentalmente por la pareja que disfrutaba de convivir con ese chiquillo que tanto les había llamado la atención. En el orfanato los infantes solo poseían con mucha suerte uno o dos juguetes por persona, así que era muy tierno como aquellos hombres compartían los turnos de jugar con el conejo de trapo que poseía el niño, el cual sin dudas era una persona íngrima y potencialmente ermitaña.

Hacia ya un rato que esa pareja de aspecto singular convivía con aquel niño que siempre se mantenía en solitario. Nada parecía llamarle la atención que no fuera jugar a solas excluido del resto. Era en demasía curioso el que personas quisieran adquirir en adopción a alguien tan tímido y retraído como lo era ese niño; la gente siempre buscaba niños más vivaces y alegres con las mejores cualidades sociales y modales aceptables para la sociedad. No era nada común ver a una pareja homosexual adoptar a algún infante y mucho menos en Japón el cual es un país sumamente conservador, pero quién sabe, supongamos que la Madre María tiene buenas razones para permitir que algo así suceda.

Simplemente insólito.

⎯ Mamita Betania⎯ le llamó una dulce voz que reconoció enseguida. Un suave tirón a la falda de su hábito la hizo bajar la mirada y sonreir con dulzura⎯ Esos señores dan mucho miedo⎯ pronunció la pequeña niña aferrándose en un abrazo al cuerpo de la hermana Betania.

La mujer soltó una suave risa melodiosa y cargó a la pequeña niña la cual se abrazo enseguida de su pecho. Era verdad; esos hombres tenían un aspecto bastante imponente y eran muy peculiares en porte y manera de actuar. Para niños que escasa vez convivían con personas fuera del orfanato esos hombres debían ser bastante aterradores; sobre todo el que media casi dos metros.

⎯ Tranquila Hanako, esos señores no te harán daño. Ellos están aquí para adoptar a uno de tus hermanitos⎯ explicó suavemente la mujer pecosa propinándole unas cuantas caricias al cabello castaño de la pequeña⎯ O tal vez te podrían adoptar a ti ¿Qué te parece?

La niña se mostró reacia ante la idea y solo se limitó a negar con la cabeza repetidas veces y eso fue un alivio para el corazón de la amable monja. Estaba mal lo que sentía la hermana Betania, esa niña merecía ser adoptada al igual que los demás pero sus sentimientos no le permitían estar a gusto con la idea de que Hanako fuera alejada de su lado. Era tan egoísta que no merecía el perdón de Dios; por ese mismo motivo la hermana Sor Juana fue echada del orfanato. Estaba completamente errada y lo sabía perfectamente.

⎯ Está bien, no te obligaré a nada⎯ la bajó de sus brazos y luego recordó un pequeño detallito que pasó por alto⎯ Por favor Hanako, no me llames "Mamita" solo dime Hermana Betania ¿Entendido? Que luego la Hermana Socorro nos riñe⎯ la corrigió y la pequeña se disculpó con una reverencia. Era triste pero así es la cruda realidad; le gustaba demasiado ese lindo apodo pero debía suprimir todas esas conductas "fuera de lugar".

¡𝐀𝐇𝐎𝐑𝐀 𝐒𝐎𝐌𝐎𝐒 𝐏𝐀𝐃𝐑𝐄𝐒! [HANMA X KISAKI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora