¿Y la caja?

227 9 2
                                    

Llegó el sol, y con el un nuevo día.

Lo primero que hizó Alantana después de despertar fue abrir la cajita que guardaba bajo la almohada. Decidió probarse por fin las joyas antes de continuar leyendo. Eran hermosas, y el anillo tenía bordes tan extraños, pero no dejaba de ser precioso.

Tocaron a la puerta, haciendo que Alantana se sobresaltara.

-Adelante- indicó.

-Buenos días joven- saludó Damiana- he venido a avisarle que la modista esta por llegar ¿Se ha despertado un poco tarde, no es así?

-Amm, pues eso creo ¿Pero para que la modista? Aún tengo suficientes vestidos- apuntó.

-Seguramente fue porque ayer durmió tarde. Pues la modista vendrá por ordenes de su padre. Dice que debe tener suficientes vestidos para estrenar cuando vengan los principes. Pero es necesario que se levante ya mismo, princesa, debe desayunar primero y su comida ya esta servida. Vaya al comedor, por favor.

-¿Así? ¿En ropa de dormir?

-Claro, su alteza, no hay ningun problema, yo me quedaré aquí a buscarle la ropa que usara el día de hoy.

-Esta bien Damiana.

Y Alantana se dirigió al piso inferior para desayunar, la verdad que su estomago ya le ardía. Pero no le gustaba mucho la visita de la modista, mucho menos cuando Damiana se encontraba cerca, pues la sirvienta gustaba de meter sus narices donde no, y ella era quién terminaba escogiendo los diseños de sus nuevos vestidos: amplios, llamativos, con mucha tela e incomodos.

Se apresuraria a comer antes de que Damiana terminara de arreglar su cuarto, así quiza alcanzaría a estar con la modista lo suficiente para escoger el diseño de un vestido por lo menos.

Tomo asiento y empezó a engullir todo. Justo después de terminar, Friedrich llegó a donde ella estaba.

-Buenos días, señorita ¿Sabe usted donde se encuentra Damiana? - preguntó.

-Claro, esta en mi habitación arreglandola- le sonrió. Ese Friedrich le caía bien, y le provocaba risa cuando la trataba de aquella forma tan respetuosa, sabiendo él tantas cosas de la familia, como si formara parte de la misma.

-Muchas gracias su alteza. Que tenga un buen día- y se retiró.

-Buen día para ti también- le gritó- ¡Oye Friedrich!

Friedrich se giró inmediatamente.

-Digame, princesa.

-¿Para que necesitas a Damiana?

-Le busca la modista- contestó cortesmente.

-¡Ah, es eso! Pero no la vayas a buscar aun, pues mi padre te esta buscando a ti. Creo que lo de él es más importante. Yo iré con la modista, el fin y al cabo viene conmigo.

-¿El rey me busca? Obviamente que es más importante, espero no sea nada grave... - Iba murmurandó mientras cambiaba de rumbo.

"Ese Friedrich se la creyó toda, jaja. Bien, tengo que ir a con la modista antes de que Friedrich se de cuenta de mi mentira y le vaya a avisar a Damiana" y corrio hacia el salon principal donde seguro estaría la costurera.

Y ahi estaba como pensó, su nombre era Celidonia, y era una mujer de unos cuarenta años de edad. Llevaba confeccionando trajes para su padre y para ella desde hacia muchos años.

-Hola su majestad- e hizo una reverencia- buenos días, tengo entendido que vengo a confeccionarle a usted.

-Buenos días. Exactamente, si gusta podemos pasar al salon vestidor a que me tome las medidas- dijo Alantana apurada.

-Claro, vamos.

Llegaron, y Alantana rapidamente se desvistió, quedando solo en ropa interior para que le tomasen las medidas. Ella no tenía problema con desvestirse frente a la señora Celidonia, pues llevaba mucho tiempo trabajando para ellos.

Mientras Alantana extendia los brazos, le indicaba a Celidonia como le gustaria uno de sus nuevos vestidos.

-Preferiría que fuesen normales todos. Me gusta mucho el color azul, y que tengan caída simple. De preferencia con manga larga, pues ya se acerca el frio...- Alantana daba su opinion, y Celidonia escuchaba atentamente, pero fueron interrumpidas cuando la puerta se abrió. Por reflejo la princesa trató de cubrirse.

 -¡Oh! No se asuste princesa. soy yo. Veo que ya han pasado a que le tomen medidas. Muy bien, pues ha crecido un poco desde la ultima vez. Bueno, Celidonia, los vestidos serán con los mismos diseños que la vez anterior, a exepción de que serán mas largos. 

-Damiana, yo... Yo ya le he dicho como serán, serán un poco más simples- argumentó timidamente Alantana.

-¿A que se refiere con "más simples"?- preguntó confundida la sirvienta.

-Pues... tu sabes Damiana. Más comodos, así como me gustan.

-¡¿Que?! No señorita, eso no es posible. Usted recibirá visita real, y no puede andar en ese tipo de fachas- dijó desesperada Damiana.

-¿Fachas? ¡No son ningunas fachas la ropas que me pongo!- exclamó furiosa. Ella, la princesa, generalmente no mostraba su enojo, pero Damiana soliá ser tan desesperante.

-Disculpe princesa, pero no lo he dicho a modo de ofensa- dijo un poco reprimida Damiana.

Celidonia continuaba su trabajo con la cabeza gacha.

-Damiana, es que a mí no me gustan esos tipos de vestidos que tu dices- indicó tratando de calmarse.

-Lo siento señorita, pero ya he hablado sobre esto con su padre y él esta de acuerdo con que lleve vestidos lindos y elengantes- terminó la sirvienta.

-Como sea...- esperó a que terminara Celidonia, se bajó del banco, y se dirigió a la puerta. Antes se giró de nuevo- Y Celidonia, muchas gracias de todos modos.

-Para servirle, su alteza.

Y Alantana se fue.

-Esa señorita se esta volviendo un poco rebelde- apuntó Damiana- Los vestidos serán como le dije.

-Sí, señora.

Alantana dio un portazon en su cuarto, odiaba que todo lo decidierán por ella, no se casaría con quién ella quisiera, y ni siquiera podía escoger los vestidos que debería de usar. Y lo peor era que siempre se reprimia, por no preocupar a su padre, quién tenía una buena imagen suya.

Miró por la ventana tratando de recuperarse, pero logró lo contrario. Odiaba no poder nisiquiera salir a pasear para despejar su mente.

Se sentó en su cama, y entonces se dió cuenta: la cajita no estaba.

***********************************************************************************************************

Hola a todos! :D espero que les vaya gustando mi historia (:

perdon si este capitulo es mas aburrido y corto, pero casi no tengo tiempo por la escuela :s

y tambien por un poco de falta de inspiración :S saben? aquí dicen que varios leen, pero ninguno comenta :(

bueno espero se animen y lo hagan (:

cuidense n.n

La chica color de lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora